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1.321 días para cerrar el «círculo virtuoso»

En menos de cuatro años, el déficit ha caído más de 3,5 puntos y hay 26.473 afiliados más a la Seguridad Social. España recuperará en 2016 el nivel de PIB de 2008 con el ritmo de crecimiento de antes de la crisis

1.321 días para cerrar el «círculo virtuoso»
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En menos de cuatro años, el déficit ha caído más de 3,5 puntos y hay 26.473 afiliados más a la Seguridad Social. España recuperará en 2016 el nivel de PIB de 2008 con el ritmo de crecimiento de antes de la crisis

La recta final de la legislatura está provocando en el Gobierno un nivel de optimismo desaforado. Tanto, que el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se refirió el pasado viernes a la situación de la economía española como de «círculo virtuoso». Nuestro país liderará previsiblemente el crecimiento económico y la creación de empleo en la zona euro en los próximos meses, y 1.321 días después de la toma de posesión –el 21 de diciembre de 2011–, Rajoy se aferra a las buenas cifras de Producto Interior Bruto (PIB) y empleo para renovar su mandato en La Moncloa. No obstante, el coste del ajuste efectuado en esta Legislatura, especialmente en términos de deuda pública y de poder adquisitivo de los españoles, ha sido elevado.

España aspira a convertirse en el motor de la economía de la eurozona en los próximos cinco años con su modelo económico basado en el turismo, el sector servicios, la reactivación de la construcción y la demanda exterior. Tras la fuerte recesión que vivió el país en 2011, 2012 y 2013 (se perdieron aproximadamente 31.700 millones de euros de PIB en esos tres años), recrudecida por medio centenar de subidas de impuestos para reducir el déficit público, la recuperación económica se inició a principios de 2014.

Así, en el primer año sin nuevas alzas fiscales, al cierre del pasado ejercicio el aumento del PIB fue del 1,4%, superior incluso al previsto por el Gobierno (pronóstico del 1,3%). El alza del consumo, la caída del paro, el retroceso del precio del petróleo y la pujanza del sector exterior fueron los factores que estimularon la economía española en el ejercicio que puso fin a la recesión. El déficit fue del 5,8%, 3,6 puntos menos que el 9,4% de 2011.

Para el presente ejercicio, la previsión del Ejecutivo es que el PIB crecerá un 3,3%, el alza más significativa de nuestro país desde el año 2007, mientras que en 2016 alcanzará los niveles de 2008. Las rebajas del IRPF, especialmente, y del impuesto de Sociedades, medidas contempladas en la reforma fiscal aprobada el año pasado, devolverán al sector privado parte del esfuerzo exigido durante los dos primeros años de la Legislatura. Ambas medidas han contribuido y contribuirán de forma decisiva a revertir la espiral descendente del consumo y de la contratación vivida en 2012 y 2013. Con mayor renta disponible, las familias gastarán más y las empresas reforzarán plantillas.

El empleo es otro de los pilares de la estrategia del Ejecutivo para repetir mandato. En el primer trimestre de 2013, en plena recesión, el número de parados que arrojó la Encuesta de Población Activa (EPA) fue de más de 6,2 millones (tasa del 27,1%). En el segundo trimestre del presente ejercicio, la cifra fue de 5,15 millones de desempleados (tasa del 22,4%), un millón menos que hace dos años, en un escenario que el Gobierno atribuye a la aplicación de la reforma laboral, la media más aplaudida por los inversores internacionales. Por otra parte, ya hay más afiliados a la Seguridad Social que al final de la legislatura del PSOE (26.473 más, concretamente), aunque los puestos de trabajo que se crean son en su mayoría temporales.

El Gobierno estima que la cifra de parados caerá hasta el 22% de la población activa este año, por lo que cerrará el ejercicio ligeramente por encima de los cinco millones. En 2016 descenderá por debajo del 20% por primera vez desde 2011, y Rajoy calcula que se creará medio millón de empleos con un alza del PIB del 3%.

El sector exterior es uno de los factores que explican la recuperación de la economía española. Las medidas del Banco Central Europeo (BCE) para depreciar el euro y reducir los intereses de la deuda de los países europeos han supuesto un impulso a la competividad de las exportaciones, que el año pasado ascendieron hasta la cifra récord de 244.534 millones de euros en España, un 2,6% más.

De forma paralela, las ganancias en competitividad exterior se han visto complementadas por una sustancial rebaja de los intereses de la deuda pública. Desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, dijera que haría «todo lo necesario» para salvar al euro, el interés del bono español a diez años ha caído un 76%, desde el 7,621% hasta el 1,842%. El reciente plan de compra de deuda por parte de la institución ha supuesto el aliciente definitivo para que los países de la zona euro puedan refinanciar sus abultados volúmenes de deuda pública.

Ese es precisamente el coste más elevados de la Legislaura: el alza de la deuda. Desde 2011, el volumen de pasivo público ha aumentado en más de 300.000 millones de euros y ya supone casi 1,05 billones. Mientras siga habiendo déficit público, el Estado tendrá que seguir financiándolo con bonos y Letras, por lo que esta cifra no dejará de crecer como mínimo hasta 2019, cuando está previsto el equilibrio presupuestario.