Empresas

Philip Morris da un golpe de timón a su estrategia

Sobre estas líneas, el dispositivo Iqos. A la izquierda, una científica en «El Cubo»
Sobre estas líneas, el dispositivo Iqos. A la izquierda, una científica en «El Cubo»larazon

La compañía tabaquera ha invertido alrededor de 3.000 millones de euros en I+D+i para lograr productos «sin humo».

¿Se imagina un mundo con fumadores, pero libre del humo del tabaco? Esta realidad, que bien pudiera ser una imagen de una película futurista, es toda una declaración de intenciones por parte de las compañías tabaqueras. Y es que, en un mundo, cada vez más concienciado con el medio ambiente y los hábitos saludables, las empresas del ramo comienzan a sentar la bases de lo que será el futuro del sector que, por paradójico que resulte, es ir hacia un espacio libre de humos, lo que supone una auténtica revolución en la industria y todo un cambio de rumbo a la hora de diseñar sus nuevas estrategias.

La primera pica del «smoke-free» la puso el cigarrillo electrónico, que fue patentado en 2003 por un farmacéutico chino. Desde su aparición, las principales compañías del sector no han parado de innovar en este campo. Philip Morris, una empresa que vende más de 26.000 millones de dólares anuales en productos de tabaco, ha sido pionera en el desarrollo de alternativas. Hace ya más de una década que sentó las bases de su nueva estrategia para conseguir este mundo «sin humos». Desde entonces, ha invertido en I+D+i alrededor de 3.000 millones de euros, destinados a desarrollar una gama alternativa de potencial de riesgo reducido, centrada en calentar el tabaco en lugar de quemarlo y cuya culminación es Iqos, un innovador dispositivo que utiliza tecnología de alta precisión para calentar el tabaco sin quemarlo, generando en lugar de humo, vapor. Según los estudios realizados por la compañía, el vapor de Iqos contiene de media un 90-95% menos de los niveles de compuestos nocivos y potencialmente nocivo –excluyendo la nicotina– presentes en el humo de un cigarrillo convencional. Y es que Philip Morris está decidida a cambiar la imagen de su «Hombre de Marlboro», prendiéndose un cigarrillo, por otra mucho más tecnológica, en la que los dispositivos electrónicos de vapor sean los protagonistas. Prueba de ello es que recientemente la compañía ha anunciado una inversión de 300 millones en su fábrica de Papastratos (Grecia) para reconvertirla en una factoría especializada en elaborar productos de tabaco «sin humo».

Pese a las políticas antitabaco, según datos de las Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2030 habrá más de 1.000 millones de fumadores en todo el mundo, por lo que la eliminación de cigarrillos no va a ser una solución. «Mientras haya demanda, siempre habrá oferta. Es fundamental que las personas que decidan seguir fumando tengan acceso a productos alternativos reales», señala Mario Masseroli, director general de Philip Morris en España.

El funcionamiento de Iqos, al que se podría denominar casi como «cigarrillo digital», es muy complejo. Gracias a su avanzada tecnología de control de temperatura, el dispositivo garantiza que los productos de tabaco especialmente diseñados para ello (denominados «Heets») se calienten a una temperatura de alrededor de 300 grados –frente a los 800 que supera el cigarrillo convencional–. Al calentarse el tabaco, Iqos genera un vapor, diferente al humo del cigarrillo, que contiene nicotina y que, según los estudios de la compañía, no afecta de manera adversa a la calidad del aire en un espacio cerrado.

Conversión total

El dispositivo electrónico se puede adquirir en estancos a un precio de 70 euros, y una caja de 20 «Heets» (unidades de tabaco para calentar) cuesta 4,85 euros. (Más información donde encontrarlos en www. iqos.es).

«Aunque aún estamos en una fase de introducción de la nueva tecnología, es nuestra gran apuesta de futuro. La intención de la compañía es una conversión total, que todos los fumadores se conviertan en consumidores de estos productos. Queremos darles una alternativa para que puedan continuar disfrutando del tabaco, pero con una serie de ventajas añadidas, como es el hecho de que, al no quemarse, no se emite humo. Además, se trata de una tecnología limpia, ya que tampoco genera ceniza, y tiene un olor reducido en comparación a los cigarrillos», explica Mario Masseroli.

Para desarrollar esta tecnología, Philip Morris cuenta con un laboratorio de última generación ubicado en Lausana (Suiza) –conocido como «El Cubo»–, donde más de 430 expertos multidisciplinares, que aglutinan 30 disciplinas científicas de cerca de 40 nacionalidades, desarrollan productos que tengan el potencial de reducir el riesgo como Iqos. Desde 2010, se han publicado 170 estudios sobre productos de riesgo reducido en revistas científicas bajo la revisión expertos, como «American Journal of Physiology», «Nature Biotechnology» y «Regulatory Toxicology and Pharmacology».

Iqos es un primer producto de otros muchos más que vendrán basados en el consumo de tabaco sin combustión. «Iqos no es un producto más para nuestra compañía. Es un cambio de paradigma de toda una industria, en el que ya no hay vuelta atrás», concluye Masseroli.