El nuevo reparto del ajuste

La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera tenía claramente dos objetivos: por un lado, hacer un reparto del margen dado por Bruselas en el cumplimiento del déficit público entre las diversas Administraciones Públicas y, por otro lado, advertir a las autonomías que este margen adicional no bendice planes expansivos del gasto que pudieran verse tentadas a acometer en los próximos meses. Este mensaje de Hacienda ha sido entendido sólo a medias. Mientras que ya se ha producido un reparto del déficit ajustado para 2016 y 2017 (al 0,6% del PIB), una buena parte de las CC AA reclama más margen de gasto. Aunque la contundencia del mensaje es clara, las autonomías tienen en este campo margen de imponer al Gobierno su propia solución, tomando como excusa la financiación de la sanidad y la educación.

Más allá de lo discutido en este Consejo de Política Fiscal y Financiera, la clave será cómo se redacte el Proyecto de Presupuestos para 2017 y, en especial, qué ocurra con el Capítulo VIII de Activos Financieros; es decir, qué suceda con la dotación del Fondo de Liquidez Autonómica, al que las autonomías apelarán con seguridad para seguir gastando. La restricción es clara: no se puede gastar más y hay que ajustar todavía más el gasto.