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El PNV reclama una cosoberanía a la gibraltareña

¿Por qué si se ofrece desde Madrid la cosoberanía a Gibraltar no vamos a poder tenerla los vascos?, asegura Andoni Ortuzar durante la celebración del Aberri Eguna, Día de la Patria Vasca.

El lehendakari vasco, Iñigo Urkullu (dcha), conversa con el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar (izq.), durante la celebración del Aberri Eguna (Día de la patria vasca)
El lehendakari vasco, Iñigo Urkullu (dcha), conversa con el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar (izq.), durante la celebración del Aberri Eguna (Día de la patria vasca)larazon

¿Por qué si se ofrece desde Madrid la cosoberanía a Gibraltar no vamos a poder tenerla los vascos?, asegura Andoni Ortuzar durante la celebración del Aberri Eguna, Día de la Patria Vasca.

La tradicional cita del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) es para los jeltzales una jornada de autoafirmación ante su militancia y simpatizantes, así como de preparación ante su gente de los pasos a seguir en el futuro político inmediato. Y Andoni Ortuzar tiene por costumbre no defraudar con frases destinadas a buscar el titular fácil y a crear no pocas reacciones en plena Semana Santa, cuando las noticias escasean mas allá de los problemas de tráfico y las procesiones religiosas. «¿Por qué Madrid ofrece la cosoberanía a Gibraltar y no vamos a poder tenerla los vascos?», aseguraba Ortuzar para arrancar aplausos entre los presentes en el corazón del casco viejo bilbaíno. «¿No estamos todos en la misma península?», se preguntaba en tono jocoso el presidente jeltzale.

«Siempre con los tiempos, siempre con Euskadi», eran las palabras pronunciadas por la presentadora para dar paso a la intervención del presidente del PNV ante los militantes que abarrotaban la Plaza Nueva de Bilbao con todos los altos cargos orgánicos e institucionales presentes en la tribuna. Y estar siempre con Euskadi es sinónimo para el PNV de llegar a acuerdos con todo el espectro político sin que por ello sufran pérdida de apoyo popular.

Más allá del recurso fácil comparando Gibraltar con Euskadi, el PNV ha vuelto a utilizar su cita con el Aberri Eguna para hacer valer su pragmatismo en comparación con la estrategia seguida por la izquierda abertzale, a la que sigue llamando a unir sus fuerzas en pro del soberanismo, pero desde el respeto a las reglas democráticas y a la pluralidad. «Queremos conseguir un acuerdo lo más amplio posible, mayor que el que se consiguió en 1979 entre nacionalistas y no nacionalistas». Porque para Ortuzar hasta la fecha ellos han seguido impulsando «la construcción nacional frente a la destrucción nacional», reprochando a la izquierda abertzale su apuesta por el terrorismo.

«Euskadi es hoy más nación que nunca desde los tiempos del Reino de Navarra», apuntaba Ortuzar. Antes había reconocido que el País Vasco goza a día de hoy de un nivel de autogobierno desconocido en los últimos 200 años. Pero el PNV quiere más, y desde su pragmatismo ese objetivo no pasa ni por asomo por seguir la vía catalana de la confrontación con el Estado.

Lo explicaba con sus propias palabras el lendakari, Iñigo Urkullu, en su intervención anterior desde la tribuna de oradores de la Plaza Nueva. En un tono menos provocador y mitinero que el de Ortuzar abogaba por la construcción progresiva de una sociedad más justa y libre «desde el respeto a la voluntad popular y el derecho que nos asiste a los ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad Autónoma Vasca, Nafarroa e Iparralde a decidir libremente las relaciones que deseamos mantener internamente entre todos los territorios vascos».

El acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE-EE contempla que la ponencia creada en el Parlamento vasco presente a sus miembros un borrador de un nuevo Estatuto de autonomía en un plazo de ocho meses desde la firma del pacto, rubricado en octubre. Se espera por tanto que antes del verano los jeltzales pisen el acelerador de sus demandas soberanistas presentando su propio texto para la reforma del Estatuto de Gernika. El acuerdo con los socialistas reconoce a los dos socios la libertad de defender en la ponencia sus respectivos planteamientos. Todos los partidos tienen representación en dicha ponencia, que comenzó su andadura en la legislatura pasada pero sin capacidad alguna de llegar a acuerdos entre sus integrantes.

Marcadas las diferencias con los socialistas, los jeltzales quieren seguir con su proceso de acercamiento a los populares, de momento en clave presupuestaria. El PP ha sido el que ha propiciado que el Gobierno vasco tenga ya aprobadas sus cuentas. Ahora es el Gobierno español el que deberá someter a Las Cortes su propio proyecto y el papel que jugará el PNV se antoja determinante para garantizar la estabilidad del Ejecutivo de Rajoy.

Más allá de los recursos folklóricos de Ortuzar en un día habitual para utilizarlos como el Aberri Eguna, el PNV asegura seguir apostando por el pacto y el acuerdo. Con la comparación con Gibraltar, hasta los jeltzales reconocen que fuera del paraguas de España no hay posibilidad de seguir en la Unión Europea.