Lenguaje

La situación del catalán en Cataluña no es realmente como se cuenta: "Eso sí, hay un pequeño grupito que..."

Se trata de una mujer española que tiene un negocio en Cataluña que ha querido mostrar todo su respeto "a esta tierra y su gente"

Una influencer catalana en Cataluña
Una influencer catalana en CataluñaLa Razón

El catalán en España ocupa un lugar verdaderamente importante en cuanto al debate sobre su uso. Para muchos, se trata de una expresión de lo más legítima posible, la cual es el reflejo de uno de tantos aspectos culturales que definen nuestro país. Las instituciones, las administraciones, los políticos y parte de la ciudadanía, por supuesto, defienden con todas sus armas argumentativas su protección como un derecho y como una herramienta de cohesión social en el territorio.

No obstante, esta defensa y promoción ha generado recelos en diversos sectores, donde se percibe (en ocasiones de forma errónea o muy exagerada) como una imposición que podría poner en duda la convivencia en la sociedad. Estas tensiones se intensifican todavía más si queda cuando su uso provoca discriminación por no saber hablarlo, lo cual puede dar lugar a estereotipos negativos. Cuando la lengua podría llegar a ser algo que se vea desde el respeto, está convertido en un hipotético campo de batalla en el que se debaten temas de todo tipo, como por ejemplo el de la identidad.

"Cuando me quieren obligar a algo, menos quiero hacerlo"

Como ocurre en muchas discusiones, cuando a alguien no le gusta algo o no está para nada de acuerdo, tiende a llevarlo al extremo, dando lugar a pensamientos de rechazo excesivos. Esto suele ocurrir también con la gente que no apoya en absoluto a los catalanes, de los cuales pueden pensar que son personas que odianel castellano. Esto es algo que no tiene por qué ser así con todos ellos, lo mismo que podría ocurrir a la inversa. Al fin y al cabo, lo más correcto es respetarse los unos a los otros sea cual sea la tesitura.

Este fenómeno que se vive en la actualidad lo ha querido explicar una creadora de contenido en sus perfiles de redes sociales. Se trata de Alba Lara, también conocida como @albalara_8, una joven española dedica a compartir reflexiones sobre temas políticos, sociales y culturales desde una perspectiva crítica y cautivadora. En la publicación que ahora interesa ha expresado algo que, según ella, cree que le pasa a todo el mundo. "Cuanto más me quieren obligar a algo, menos quiero hacerlo y creo que nos pasa a todos", ha expresado mientras que también ha mostrado que respeta "a toda esta tierra y su gente".

"No podéis obligar a la gente a hablar en catalán"

Su testimonio lo ha centrado desde la disciplina de la obligación, algo que, como ya ha sido mencionado, Alba no tolera. Además, ha titulado el documento audiovisual con un sutil 'El catalán no se impone'. "No podéis obligar a la gente a hablar en catalán. Lo siento, no podéis", introduce. No obstante, también ha querido centrar el foco en que la percepción que se tiene acerca de los catalanes es la equivocada, ya que ocurre totalmente al contrario. "Lo que cuentan por ahí de los catalanes no es verdad. El 90% de los catalanes, o por lo menos el 90% de los catalanes que yo he conocido, son buena gente, son cercanas, ayudan, son tolerantes", sentencia. Eso sí, matemáticamente hablando, todavía queda un pequeño pico restante.

"Hay un grupito pequeño pero matón que son muy pesados y quieren imponerte la lengua", revela. Anteriormente esto era menos frecuente, pero explica que desde hace tres años se encuentra con miembros de este grupo "cada dos por tres". Pensándolo fríamente, Alba llega a una conclusión de lo más razonable, y es que "yo entiendo que no quieren que se pierda su lengua, lógicamente". Sin embargo, lo que ella le parece más grave es que traten de imponérsela a aquellos que no la conocen. Dictamina que"no puedes ir a imponérsela a los demás".

"Yo ya no me callo mucho"

La realidad es que "en Cataluña se hablan dos idiomas, catalán y castellano, y yo soy libre de elegir en cuál quiero hablar". Explica que respeta absolutamente toda medida que pueda ayudar a defender el idioma con el que esas personas se sientan más cómodas. "Háblame como tú quieras porque yo lo entiendo todo", anuncia. Lo que no quiere Alba es que los demás tengan que elegir cómo debe hablar. Para dar más contexto, informa de que tiene un negocio y que por hablar o no catalán los clientes tienen decisiones diferentes, en las que entran comprarle sus productos o ir a otro sitio en el que la propietaria se comunique en catalán para sí comprarlos.

Explica que esto es algo "que en mi negocio me tengo que callar", pero ahora las cosas han cambiado. "Ya no me callo mucho porque una vez hasta entró una señora en la tienda a gritarme ¡Pocavergonya, pocavergonya! porque no teníamos pizarras en catalán", argumenta.

No obstante, y siguiendo con el tema de comunicarse en catalán, Alba asegura que no es catalana y que no por eso la gente tiene que obligar a utilizar esta lengua cooficial. "Yo no soy de aquí, no tengo vuestro acento. Hay gente a la que se le da mejor y peor. A mi no se me da bien y no me siento cómoda hablándolo, por lo que no podéis obligarme". El video concluye con ella expresando que si los clientes no quieren ir a su negocio porque no se habla en catalán, que no vengan.