Partidos Políticos

Anticapitalistas rompe con Podemos y apoya una consulta unilateral e ilegal

La decisión da munición al PP 24 horas antes de que empiece la moción contra Rajoy.

Kichi, Beatriz Gimeno, Miguel Urbán o Teresa Rodríguez, en un acto de Anticapitalistas en Madrid.
Kichi, Beatriz Gimeno, Miguel Urbán o Teresa Rodríguez, en un acto de Anticapitalistas en Madrid.larazon

La decisión da munición al PP 24 horas antes de que empiece la moción contra Rajoy.

A sólo 24 horas de que diera comienzo el debate de la moción de censura, Pablo Iglesias volvió a sufrir los embates del «fuego amigo» cuando la corriente interna Anticapitalistas publicó un comunicado en el que se desmarcada de la postura oficial marcada por la dirección de Podemos y afirmaba su rotundo apoyo al referéndum ilegal que plantean los independentistas catalanes. En el documento hecho público por el sector liderado por Teresa Rodríguez (coordinadora general de Podemos Andalucía) y Miguel Urbán (miembro de la Ejecutiva de Podemos estatal) se afirma sin matices el «apoyo al referéndum del 1 de octubre» y se realiza además un llamamiento «a toda la izquierda del Estado español a organizar la solidaridad con los derechos democráticos del pueblo catalán». Esta toma de posición contradice la expuesta por los principales portavoces del partido durante los últimos días, que podría resumirse en una precaria equidistancia entre el apoyo al derecho a decidir de los secesionistas y el argumento de que una consulta no pactada «no va a resolver el problema» por utilizar una expresión favorita del secretario de Organización del partido, Pablo Echenique.

La decisión de respaldar sin matices el referéndum independentista dará munición a los miembros del gobierno que se encarguen de darle la réplica a Iglesias durante la moción de censura hoy en el Congreso. Uno de los puntos fuertes de la argumentación del secretario general de Podemos es su postura en referencia al desafío soberanista catalán, en el que los de Iglesias guardan una cuidadosa equidistancia que Anticapitalistas se encargó ayer de dinamitar. Rodríguez y Urbán sirvieron en bandeja al PP el argumento de que el proyecto político que lidera Iglesias es un conjunto deslavazado de facciones incapaces de coordinarse entre sí y de mantener una postura coherente en importantes asuntos de Estado.

La oportunidad del comunicado de Anticapitalistas es tan contraria a los intereses generales de Podemos como la contundencia de su mensaje. «La celebración del referéndum desobediente en Cataluña contribuiría sin duda a acelerar el proceso destituyente en el resto del Estado español, contribuyendo a profundizar la democracia y a debilitar al régimen del 78», afirman los autores del documento.

Siendo esta corriente una suerte de «extrema izquierda de la extrema izquierda» no podían faltar los argumentos en los que el respeto al Estado de derecho y la defensa de la legalidad brillan por su ausencia: «Desde Anticapitalistas defendemos que las leyes no están por encima de la democracia. Defender el derecho a decidir es defender un derecho democrático fundamental».

Aunque reconocen como «obvio» que tienen «diferencias profundas con las fuerzas que dirigen el proceso independentista catalán», por sus «políticas neoliberales contra el pueblo catalán que dicen defender», aseguran que «el referéndum es una demanda mayoritaria en Cataluña» y que cuenta «con un amplio apoyo de sectores no independentistas». «Negarlo es negar la democracia y abriría el camino a posiciones peligrosas, en donde ‘‘votar y decidir’’ se convierte en una ‘‘cesión’’ de las clases dominantes, dejando de ser un derecho del pueblo», asegura el texto difundido.

También dedican parte del comunicado a criticar al Partido Popular, al PSOE y Ciudadanos por sostener «una posición inmovilista, basada en el fundamentalismo constitucional, que niega sistemáticamente al pueblo catalán el derecho a decidir su relación con el resto del Estado». «Es obvio que esta política tiene por objeto polarizar el escenario político y utilizar el chovinismo español para cerrar filas en torno a un gobierno autoritario, corrupto, al servicio de los grandes poderes económicos», denuncian. «La posición visceralmente antidemocrática del bloque constitucional español», argumenta Anticapitalistas, «sólo refleja los límites de la propia Constitución».