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¿Por qué se está pidiendo poner bolsas en los espejos retrovisores y para qué sirve?

Esta medida es en realidad una solución práctica en ciudades y pueblos de España

¿Por qué se está pidiendo poner bolsas en los espejos retrovisores y para qué sirve?
¿Por qué se está pidiendo poner bolsas en los espejos retrovisores y para qué sirve?La Razón

No es raro, al caminar por calles residenciales o aparcamientos al aire libre y encontrarse con coches que tienen bolsas de plástico colocadas en sus espejos retrovisores. A simple vista puede parecer una medida improvisada, incluso inútil o extraña.

Pero lo cierto es que esta práctica tiene más sentido del que parece, y responde a necesidades concretas de protección del vehículo cuando este permanece estacionado durante largos periodos. Lejos de ser una ocurrencia sin fundamento, esta tendencia se ha popularizado por su bajo coste, su eficacia y la facilidad con la que puede aplicarse.

Un método económico para proteger los espejos exteriores

Los espejos retrovisores laterales son una de las partes más expuestas del coche cuando este está aparcado en la calle. No solo sobresalen del cuerpo del vehículo, lo que los hace susceptibles a golpes o roces accidentales, sino que también quedan a merced de las inclemencias del tiempo, la suciedad ambiental y la fauna urbana.

El uso de bolsas de plástico como protección improvisada responde, precisamente, a la necesidad de preservar estos elementos sin recurrir a accesorios caros. Su colocación permite:

  • Evitar la congelación de los espejos en invierno: en climas fríos, las bolsas actúan como una barrera que impide la acumulación de escarcha o hielo sobre el cristal del retrovisor, facilitando su uso inmediato al arrancar el coche.
  • Proteger contra arañazos y suciedad: las bolsas impiden que el polvo, la resina de los árboles o las heces de pájaros manchen o deterioren los espejos, especialmente en zonas donde hay vegetación o se estaciona a la intemperie durante días.
  • Reducir reflejos que puedan atraer a aves: algunas especies, durante la época de reproducción, se comportan de forma territorial y pueden atacar su propio reflejo creyendo que es un rival. Las bolsas eliminan este reflejo, reduciendo los daños causados por los picotazos o arañazos.

Una solución también útil ante robos y vandalismo

Aunque no es su función principal, cubrir los retrovisores con bolsas también tiene un efecto disuasorio frente a miradas curiosas o incluso intentos de robo. En algunos casos, los ladrones examinan los interiores de los vehículos desde los espejos para detectar objetos de valor. Ocultarlos puede ser una forma adicional de proteger el contenido del coche.

Asimismo, las bolsas pueden ocultar si el vehículo ha sido recientemente lavado o encerado, algo que a veces atrae a personas malintencionadas en busca de piezas para robar o dañar.

¿Es legal cubrir los retrovisores con bolsas?

En principio, cubrir los espejos con bolsas no infringe ninguna normativa, siempre que el vehículo esté estacionado. Lo importante es retirarlas antes de circular, ya que los retrovisores son elementos obligatorios para la conducción y deben estar despejados y en condiciones óptimas de visibilidad. Circular con ellos tapados podría considerarse una infracción leve según la legislación de tráfico en España.

Consejos adicionales para proteger un coche en la calle

Si tu coche “duerme en la calle” con frecuencia, estas recomendaciones pueden ayudarte a mantenerlo en buen estado más allá de proteger los retrovisores:

  • Utiliza una funda integral: hay fundas especiales para coches que cubren toda la carrocería. Opta por materiales transpirables para evitar la condensación.
  • Encera el vehículo periódicamente: una capa de cera actúa como escudo frente a los rayos UV, la lluvia y los contaminantes.
  • Evita aparcar bajo árboles: aunque pueden ofrecer sombra, también aumentan el riesgo de manchas por savia o excrementos de aves.
  • Estaciona en zonas bien iluminadas: si bien esto no protege físicamente, sí puede disuadir intentos de vandalismo o robo.

Una pequeña medida con grandes beneficios

La próxima vez que veas un coche con bolsas de plástico en los espejos, sabrás que no se trata de una excentricidad. Esta acción responde a una lógica clara de conservación, protección y ahorro. Aunque parezca rudimentario, puede marcar la diferencia entre mantener los retrovisores en buen estado o tener que reemplazarlos tras una noche fría o una mañana bajo un árbol poblado. Y lo mejor: no cuesta nada probarlo.