Financiación autonómica

Rajoy promete que en junio de 2016 habrá otra financiación autonómica

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoylarazon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está dispuesto a apostarlo todo a la carta de la financiación autonómica ante la presión en el ámbito político que se reactivará una vez que se aclare la composición del nuevo Ejecutivo catalán. Rajoy contesta a los que critican su inmovilismo con el argumento de que no se le puede pedir que se mueva de su posición en defensa de la Ley frente a los que quieren romperla. Y a la presión para que se mueva la política replicará colocando todo el acento en la reforma del actual modelo de financiación autonómica, sobre la base de la igualdad y de la solidaridad territorial.

Ayer Rajoy confirmó expresamente que confía en que en el primer semestre de 2016 se pueda cerrar un nuevo modelo de financiación autonómica por unanimidad y sin que el Gobierno central y las comunidades autónomas se tiren «los trastos a la cabeza». Durante su intervención en la inauguración del embalse de San Salvador, en Huesca, Rajoy destacó que el modelo actual, aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que ya debería haber sido revisado, no cuenta con el apoyo del PP, informa Efe.

Durante esta Legislatura el Gobierno ha amagado con impulsar esta reforma para frenar las presiones territoriales en esta materia, sin que el debate llegara a nada porque, por encima, se ha impuesto la recesión económica y la falta de recursos para negociar otro reparto financiero entre las comunidades. «Las prioridades han tenido que ser otras», sostienen en Moncloa. Y el cierre del mandato lo han hecho con un grupo de trabajo encargado de sentar las bases para impulsar la reforma del modelo después de las elecciones generales.

El debate sobre el modelo de financiación ha vuelto a la primera línea al hilo del posicionamiento de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, contra los «privilegios» de algunas comunidades y su exigencia de que se actualice el concierto, tal como fija la ley, aunque no se haya hecho desde 2007. Sus declaraciones han despertado la jaula de grillos de su partido en lo que afecta al modelo territorial, y también han dejado ver las críticas de otras comunidades a las especificidades y relaciones fiscales del País Vasco y Navarra.

Por su parte, el Gobierno, a través de un comunicado de Hacienda y Administraciones Públicas, marcó distancias con estas críticas, y defendió el concierto vasco y el convenio navarro con la negación de que supongan un privilegio. Asturias, Castilla y León, Baleares, Cantabria, Murcia, Castilla-La Mancha y Extremadura son algunas de las comunidades que denuncian la desigualdad entre estos regímenes especiales y el modelo común de financiación, según consta en un informe del Ministerio que recoge la posición de las autonomías sobre la reforma del sistema de financiación autonómica.

En su nota, el Gobierno hace «una defensa absoluta del régimen foral y, especialmente, del concierto vasco y el convenio navarro», destacando que están amparados «en una larga historia» y su especificidad consagrada en la Constitución. Hacienda resaltó que los dos regímenes han demostrado su «eficacia y eficiencia» y han proporcionado altas cotas de desarrollo y prosperidad al País Vasco y Navarra.