Elecciones generales

Verdes a cero por Antonio PÉREZ HENARES

La Razón
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Una vez más los «verdes» se quedan ayunos de escaños en el Parlamento español. Porque el de Valencia simplemente no es suyo, es de Compromís, una formación izquierdista de carácter nacionalista y pancatalanista. Pero el cabeza de lista de Madrid, la gran esperanza blanca, el ex director ejecutivo de Greenpeace, Uralde, y a pesar de la compañía de Ines Sabanés, toda una figura arrebatada a IU, fracasa de manera clamorosa y queda lejos de conseguir su objetivo.

El ecologismo español demuestra así, y una vez más, lo sobredimensionado de su potencia mediática comparada con lo que es su implantación real en la sociedad. Nunca han logrado por ellos mismo ni siquiera una mínima representación y su única fórmula para lograrla ha sido el enquistamiento en otros grupos que sí la consiguen en las urnas. El 20-N ha vuelto a suceder cuando todo les era favorable: la dispersión del voto PSOE y la posibilidad de que su opción fuera entendida como un refugio para estos desencantados.

Quizás lo que sucede es que los votantes españoles perciben que ese ecologismo político está enrocado en una posición de negación y oposición absoluta a todo lo que se mueve. Denuncia y denuncian, se hacen miles de fotos y protagonizan las más retransmitidas acciones publicitarias. Pero no aportan nada, no proponen en positivo alternativas y son incapaces de ilusionar con propuestas sensatas al conjunto de la gente de a pie. Pero es que ni siquiera consiguen colocar su discurso entre los segmentos de población que les son más proclives.

No sé si con el nuevo varapalo habrán tomado nota. Me temo que tampoco a tenor de sus declaraciones. Lo más previsible es que permanezcan encastillados en sus «verdades absolutas». Los demás seguiremos siendo culpables de no comprenderlos. Pero seguiremos sin votarles.