La Comunitat aprueba el examen y no será intervenida

VALENCIA- Las previsiones del conseller valenciano de Hacienda, José Manuel Vela, se cumplieron. El Gobierno central dio luz verde ayer al famoso plan de ajustes de la Comunitat, formalmente Plan Económico Financiero de Reequilibrio de la Generalitat valenciana 2012-2014.

A Montoro le cuadraron las cuentas presentadas por Vela y por el conseller de Economía, Máximo Buch, en un Consejo de Política Fiscal y Financiera que prometía ser muy movido pero que al final no lo fue tanto.

Vela no ocultó su enorme satisfacción al salir del encuentro, en el que la totalidad de las autonomías, excepto Asturias, que se abstuvo en todas las votaciones, aprobaron los ajustes de la Comunitat Valenciana.

No obstante, no hay tiempo para celebraciones. El conseller recordó que desde hoy mismo el Gobierno valenciano va a trabajar para el cumplimiento de todas las medidas de ajuste. Además, indicó que es el momento de ganar credibilidad y solvencia en los mercados, pero también de iniciar acciones que dinamicen la economía. Reclamó una mayor coordinación entre todas las Comunidades para superar la difícil situación que atraviesan.

Las medidas del famoso plan fueron presentadas por Vela y el portavoz del Consell, José Císcar, tras el pleno del Consell del pasado 27 de abril. Con este importante paquete de medidas se ahorran un total de 2.260 millones de euros, justo lo necesario para llegar al 1,5 por ciento del déficit obligado para este año.

Dentro de este plan, que el Consell bautizó como Planifica_Gva, se incluyen las medidas de recorte que el Gobierno de Fabra ya había adoptado en enero y con las que se ajustaban 1.057 millones.

En el Planifica, se introduce como novedad la implantación de nuevas tasas medioambientales, la recuperación del impuesto de Patrimonio y la subida del impuesto de Sucesiones.
En materia educativa, se incrementan las tasas universitarias, el ratio de alumnos por aula y el número de horas lectivas en secundaria y régimen especial.

La medida estrella, sin duda alguna, es la privatización de la gestión de la sanidad, una propuesta que ha levantado muchas ampollas entre la sociedad valenciana, aunque el Consell asegura que no supondrá ningún cambio para los pacientes. Con la adopción de esta medida, se prevé ahorrar un total de 443 millones de euros.