España cuenta y no poco por Jesús Fonseca

Soy optimista: baja la prima de riesgo, sube la Bolsa, hacemos buenas migas con las otras tres grandes naciones del Eurogrupo. Hasta Hillary Clinton proclama en las últimas horas ante el Príncipe de Asturias, en Washington: «Las relaciones entre Estados Unidos y España son vitales para nuestras economías. Ustedes son aliados y socios, queremos que prosperen». Y, por si fuera poco, saldamos nuestras cuentas pendientes futbolísticas con Francia. Pero hay más: al menos ocho de cada diez españoles viajará este año de vacaciones. La gente corriente y moliente, como este gacetillero, necesitamos de certidumbres y, por suerte, algunas nos están llegando. Empezamos a percibir resultados esperanzadores y eso se va notando en la calle. No todo va a ser conmoción y estragos. Pues sí, parecería que las últimas reformas estructurales del sector financiero y las estrategias de consolidación fiscal del Gobierno Rajoy, junto al marco de estabilidad presupuestaria, están viendo germinar algún que otro brote verde. Es como si los españoles hubiéramos decidido darnos un respiro. Pese a la complejidad de las cosas, a nadie que no viva instalado en la queja estéril, se le puede ocultar que la recuperación está más cerca. Se podría decir con prudencia, con mucha cautela, que estamos remontando. Poco a poco, es verdad. Pero España le está tomando el pulso a los asuntos. Lo cual no quiere decir que debamos bajar la guardia. Al contrario. Pero es bueno recalcar estas cosas. Recordar que seguimos siendo una potencia en el sector de las infraestructuras, en la experiencia en la construcción y gestión de proyectos fuera de nuestras fronteras, como ha tenido el acierto de recordar Don Felipe este fin de semana en los Estados Unidos. España cuenta, pero nos lo tenemos que creer todos. Esa es la clave de la cuestión.