Política

La amenaza del chavismo

Maduro cierra filas con su número dos

Maduro definió ayer como «un ataque brutal de la ultraderecha mediática del eje Bogotá-Madrid-Miami» la investigación al presidente de la Asamblea Nacional
Maduro definió ayer como «un ataque brutal de la ultraderecha mediática del eje Bogotá-Madrid-Miami» la investigación al presidente de la Asamblea Nacionallarazon

El presidente de Venezuela anuncia una campaña internacional a favor de Cabello. Cuba le asesoró sobre cómo abordar la crisis política para evitar una revuelta interna

El chavismo siempre ha mostrado solidaridad a la hora de tapar entre sus filas sus propias vergüenzas. Un día por ti, otro por mí. Así ocurría durante los tiempos del fallecido Hugo Chávez, aunque algún ministro fue preso por corrupción, y así ocurre durante el Gobierno de Nicolás Maduro. Pero la situación del mandatario actual es mucho más débil que la de su mentor. Con el precio del barril muy por debajo de los 100 dólares y el país sumido en una crisis económica y social sin precedentes, Maduro necesita todo el apoyo posible dentro de sus filas. En especial del núcleo duro comandado por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Por eso durante su última visita a La Habana, el mandatario habría recibido este mensaje de los propio Castro: apretar los dientes y esperar a que amaine la tormenta. El problema es que los nubarrones han llegado para quedarse.

Después de que el lunes el diario «The Wall Street Journal» publicara que la Justicia norteamericana lleva años investigando a funcionarios venezolanos sospechosos de vínculos con el narcotráfico, entre ellos Cabello, Maduro salió en su defensa y llamó a las instituciones a cerrar filas en ese sentido. En su programa de radio y televisión de cada semana, Maduro advirtió: «Quien se mete con Diosdado se mete con nosotros, se mete conmigo. Vamos a defender a Diosdado como defendimos a nuestro país en marzo del ataque de Estados Unidos». Según explicó Maduro, Cabello es víctima «de un ataque brutal de la ultraderecha mediática del eje Bogotá-Madrid-Miami». Pero Maduro se encuentra en una terrible encrucijada. Por un lado, sabe que Diosdado Cabello siempre aspiró al poder que él regenta, pero, por el otro, necesita de su protección para mantener a raya a los halcones militares. «Diosdado Cabello accedió a dar un paso al costado a cambio de plata. Mientras Maduro le permita seguir haciendo sus negocios en la sombra y lucrarse con todo tipo de negocios, el presidente de la Asamblea no alzará la voz. Sin embargo, si el grifo se cierra con toda esta investigación por narcotráfico y Maduro le aparta la mirada, podría haber una rebelión interna bajo la excusa de evitar el caos», afirma a LA RAZÓN el analista venezolano Luis Briceo. Además, Maduro no habría podido llegar al poder sin la aprobación final de Cabello, incluso después de esas elecciones de dudosa legitimidad que el presidente ganó por algo más de 100.000 votos. También fue respaldado tras las protestas de 2014 que acabaron con la vida de 43 personas –aunque algunos sostienen que fue el propio «número dos» del chavismo el que envió a los motorizados que dispararon contra los manifestantes.

A esto hay que sumar que la mujer de Maduro podría tener turbios negocios con su querido enemigo. Un audio presentado por la oposición en 2014 ante la Fiscalía involucra a Cabello y a la primera dama, Cilia Flores, en una trama para sacar divisas del país a través de empresas en manos del ex militar. Asimismo, el de Maduro podría ser el próximo nombre en aparecer en la investigación promovida por la Agencia Antidroga norteamericana. No es considerado agente activo en las operaciones del cartel de los Soles, pero las investigaciones lo señalan como cómplice por utilizar fondos del narcotráfico para financiar campañas electorales, asegura el ex subsecretario de Estado norteamericano Roger Noriega. En este caso también necesitará el respaldo de los suyos. Por su parte, y antes de que hablara el líder supremo de la revolución, Cabello rechazaba la información del diario estadounidense y consideraba que se trata de una campaña para atacar a Venezuela. Además, exigió que se presenten pruebas que sustenten las afirmaciones del diario. «Hoy el ataque es contra Cabello, pero tenemos que defendernos porque mañana podría ser contra cualquiera de los venezolanos», dijo.