Elecciones en Holanda

Trump frena a los trumpistas

La Razón
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Las victorias de Trump y el Brexit, ¿han influido en el votante neerlandés?

–Cabe esa posibilidad. Inicialmente, la victoria de Trump alzó a la ultraderecha europea, pero puede que tenga un efecto negativo para Wilders y Le Pen dado sus controvertidos primeros cincuenta días en la Casa Blanca. Wilders es errático; pese a llevar veinte años como diputado, muchos políticos creen que no se puede confiar en él.

¿Es Geert Wilders realmente un liberal?

–No, no lo es. Él emplea un discurso liberal y pretende defender el liberalismo neerlandés y la tolerancia contra, entre otras cosas, el fundamentalismo islámico antiliberal. Es diferente a otros populistas de la extrema derecha europea, él sigue a su predecesor Pim Fortuyn. Al igual que Wilders, clamaba que él defendía el «liberalismo neerlandés» contra el islam y los migrantes musulmanes. Fortuyn encarnó el liberalismo al ser abiertamente gay, al contrario que los actores de la ultraderecha europea, tradicionalmente homofóbicos. A pesar de ser un poco más radical que Pim y que alerta sobre el declive de la cultura debido a la inmigración, también de Europa del Este, en gran medida sigue su fórmula ganadora de combinar puntos de vista socioliberales con una especie de nacionalismo y retórica antiinmigración.

¿Por qué estaba tan bien posicionado en las encuestas?

–Está en la cúspide, ha sido el favorito durante mucho tiempo, pero no es más popular que otros populistas europeos, incluso proporcionalmente mucho menos que Le Pen en Francia o el PiS en Polonia, Fidesz en Hungría o el FPÖ en Austria. Y es que el tan fragmentado sistema de partidos neerlandés lo convertía en ganador con tan sólo un 20-25% de los votos. Países Bajos tiene menos problemas pues atesora una tradición de diversidad más arraigada y antigua que Alemania y menos conflictos coloniales que la sociedad inmigrante en Francia. Asimismo, Países Bajos ha sido tradicionalmente un país abierto al mercado global y menos encerrado en sí mismo. La fórmula del éxito de Wilders es reforzar aquellos problemas, conflictos, quejas socioculturales y polarizaciones que sí existen por medio de provocaciones estratégicas. Su foco principal son los inmigrantes musulmanes que «no encajan» o no aceptan la cultura local. Y se autorretrata como el defensor del liberalismo en contra de la influencia de la sharía enfatizando no sólo el nacionalismo nativista y la cultura étnica, sino que el liberalismo hace que el PVV sobresalga en comparación a otros populistas ultras, lo que le permite movilizar a los perdedores de la globalización con menos educación así como a un relevante segmento de los conservadores altamente educados y críticos con el islam.

¿Qué parte del voto de Wilders es euroescéptico y pro Nexit? Países Bajos votó en contra de la Constitución Europea en 2005...

–El euroescepticismo siempre ha formado parte del programa y la agenda de la derecha ultra en Europa, que reclama una soberanía nacional ilimitada. A pesar del referéndum, la mayoría no es euroescéptica y sabe que la sociedad neerlandesa no puede ser próspera sin los fuertes lazos con la UE y el mundo. Ésta es la quintaesencia de la historia del país. La mayoría se identifica como neerlandés y europeo y el euroescepticismo no es un asunto central de movilización aquí, a pesar del éxito de la campaña del Brexit.

¿Qué significaría para un país como Países Bajos tener como líder a un ultraderechista?

–El declive económico y político, la pérdida del poder blando internacional y una inminente crisis social y política. Es difícil visualizar un porvenir para la sociedad neerlandesa basado en la nostalgia nacionalista y los mitos. Los políticos de la ilusión no suelen dar buenos resultados en la vida real.