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Una década de aislamiento, violaciones y malos tratos

La tres jóvenes liberadas tras una década de secuestro en Cleveland han sobrevivido cautivas en una casa, convertida en una sórdida cárcel, donde pasaron hambre y fueron violadas, maltratadas y atadas con cadenas por el hombre que las secuestró, han asegurado las autoridades.

Ariel Castro, de 52 años, un conductor de autobús escolar despedido el otoño pasado, ha sido acusado de secuestro y violación de las tres jóvenes. Sus dos hermanos, en un primer momento considerados sospechosos, no han sido acusados porque la investigación ha considerado que no tenían conocimiento de lo que ocurría en casa de Ariel.

Amanda Berry, la joven que consiguió huir e hizo posible la liberación de sus compañeras de cautiverio, aseguró a la policía que su huida fue la primera oportunidad de escapar en los diez años que pasó encerrada en la casa, tiempo durante el cual tuvo una hija, nacida en 2006.

La niña fue rescatada junto a su madre, de 27 años. Berry tenía 17 años cuando fue secuestrada. También fueron liberadas las otras dos víctimas, -Gina DeJesus, de 23 años , secuestrada a los 14 en 2004, y Michelle Knight, 32, desaparecida a los 20 años.

Berry y su hija se encuentran ahora en casa de la hermana de Amanda y DeJesus se ha refugiado en casa de su madre. Knight permanece en el hospital de Cleveland.

Abortos y palizas

El embarazo de Berry no fue, al parecer, un episodio aislado, según ha relatado el concejal de Cleveland Brian Cummins. Una de las tres mujeres, no se ha desvelado cuál, sufrió al menos cinco abortos y Castro está acusado de provocarlos matándola de hambre y propinándole palizas en el abdomen.

La hija de Berry nació en una piscina infantil hinchable el día de Navidad de 2006. Se realizará un test de paternidad para determinar quién es el padre.

Las tres mujeres pasaron largas temporadas en el sótano de la casa, atadas con cuerdas y cadenas y en ocasiones sin comida, según Cummins. Añadió que las tres jóvenes vivieron aisladas las unas de las otras hasta que su secuestrador tuvo suficiente confianza en su control sobre ellas para dejarlas relacionarse.

Al parecer, las tres fueron secuestradas cuando Castro les ofreció llevarlas en coche.

El concejal explicó que las tres mujeres empezaron a contar muchos detalles de su dura experiencia nada más verse libres. «De camino al hospital, las víctimas eran un torrente de información. No podemos imaginar la desesperación mental y las manifestaciones de alegría y emociones», añadió.

Los vecinos de Castro, propietario de dos modestas casas, pensaban que vivía solo. La policía ha asegurado que la única oportunidad que tuvieron de escapar fue el pasado lunes. Al parecer, sólo en dos ocasiones salieron de la casa, para ir al garaje. Cada una estaba confinada en una habitación diferente pero sabían de la existencia de las otras.

La llegada a casa

Las televisiones recogieron imágenes aéreas de la llegada de Berry y su hija a casa de de su hermana y su entrada por la puerta trasera.

DeJesus llegó a su casa, después de nueve años de ausencia, abrazada por su hermana y oculta tras una sudadera amarilla. Su madre, Nancy DeJesus salió a los pocos minutos para agradecer el apoyo. «Quiero agradecer a todos los que creyeron. Incluso a los que dudaron. Ellos me hicieron más fuerte, me hicieron sentir que mi hija estaba allí fuera».