Castilla y León

Prevenir antes que curar, para evitar «atracones de alcohol» entre jóvenes

Las consejerías de Sanidad y Familia, ponen un equipo de psicólogos y profesionales a disposición de las familias, para prestar ayuda y asesoramiento

Un grupo de jóvenes celebra un macrobotellón, en la ribera del Pisuerga, de la capital vallisoletana
Un grupo de jóvenes celebra un macrobotellón, en la ribera del Pisuerga, de la capital vallisoletanalarazon

El programa «Ícaro-Alcohol», que tiene como objetivo prevenir los «atracones de alcohol» entre los jóvenes que acuden a los servicios de urgencias de Sacyl por intoxicaciones etílicas o por accidentes provocados por la ingesta de bebidas, ha comenzado a dar sus primeros pasos, con el fin de llegar a todos los centros asistenciales de Sacyl de nuestra Comunidad a lo largo del próximo año.

Se trata de una herramienta puesta en marcha de forma coordinada por las consejerías de Sanidad y de Familia e Igualdad de Oportunidades, que pone a disposición de los jóvenes un equipo de profesionales que evalúa con ellos los problemas entorno a la situación de abuso de alcohol que les ha llevado hasta allí y les canaliza, previo consentimiento de la familia, a la mejor opción de prevención disponible según su nivel de riesgo.

Los hospitales Universitarios Río Hortega y Clínico Universitario de Valladolid son los que pilotan el programa. En función de sus resultados, la Junta lo extenderá de forma paulatina a otros centros, según precisaron a Ical fuentes de Sacyl. Los primeros datos no arrojan sorpresas: los casos por sexos son similares y se concentran en la franja de entre los 16 a los 21 años.

No obstante, aunque todavía es pronto para sacar conclusiones fiables, dado que el pilotaje experimental arrancó antes del verano, el 80 por ciento de las familias rechaza la mediación de la Junta de Castilla y León.

Los profesionales de Atención Primaria, Pediatría y de Salud Mental, éstos últimos en los casos más graves, son los encargados de realizar una comunicación «motivadora» al menor y a los padres, para después, en el caso de la autorización familiar, transferir el caso a un servicio de referencia de prevención gestionado por la Fundación Aldaba Proyecto Hombre.

Cuando los sanitarios del servicio de urgencias o emergencias, del equipo de referencia de prevención, del programa de prevención familiar indicada o de cualquier otro de los programas preventivos detectan una «evidente y reiterada» falta de colaboración de los padres o la presencia de considerables factores de riesgo en su comportamiento, se informa a los Servicios Sociales del Ayuntamiento o de la Diputación Provincial para que valoren la posible situación de riesgo que pudiera perjudicar el desarrollo personal y social del menor o su posible situación de desamparo.