Política

LA INCÓGNITA DEL VIAJE DE MÓNICA OLTRA

El desinterés informativo invita a pensar en una huida por los reveses padecidos

La Razón
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El desinterés informativo invita a pensar en una huida por los reveses padecidos

Cualquier miembro del Consell debe informar de sus viajes oficiales. Más si se trata de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. A ella se añade la coherencia debida al férreo control cuando protagonizaba la labor de oposición a los Gobiernos del PP, camisetas y barbarismos parlamentarios incluidos.

Lo digo por su desaparición de toda una semana, la pasada, a Bruselas y Estrasburgo sin que los medios de comunicación hayan encontrado interés a su peregrinaje. Ni siquiera compareció el viernes al habitual encuentro con la prensa tras las reuniones del Gobierno valenciano.

Esa abulia político-mediática invita a interpretar que se trató más bien de una huida tras los desastres de asuntos como el de la casa de acogida de menores de Monteolivete o el incumplimiento en los pagos a los mayores. Un estrés producido por la mala gestión con repercusiones que no estaba acostumbrada. Si sumamos los problemas dentro de su organización, la coalición Compromís, donde el grupo mayoritario del Bloc empieza a poner dificultades, por más retóricas que sean, a su futuro.

Oltra no había vivido circunstancias como estas. Pero ya son dos años de poder y cada vez valen menos las demagogias y las mentiras. Su vida política ya no va a transcurrir por el camino de rosas facilitado hasta ahora por las bondades de la TV. Aunque reconozco que los hados le han sido propicios al coincidir su regreso con las Hogueras de las que, como es lógico, se ha apresurado a disfrutar. Así es la vida.