Guadalajara

El principal sospechoso del crimen de Pioz ha huido a Iberoamérica

La Guardia Civil sigue la pista de un individuo del entorno familiar de la pareja asesinada. Se cree que pudo actuar por un móvil sexual al tener, o pretender establecer, relaciones con la mujer. Se trata de una persona muy agresiva e impredecible

Marcos Campo Nogueira con su hijo de un año
Marcos Campo Nogueira con su hijo de un añolarazon

La Guardia Civil sigue la pista de un individuo del entorno familiar de la pareja asesinada. Se cree que pudo actuar por un móvil sexual al tener, o pretender establecer, relaciones con la mujer. Se trata de una persona muy agresiva e impredecible

La Guardia Civil sigue la pista de un individuo del entorno familiar del matrimonio brasileño formado por Marcos Campo Nogueira y Janaína Santos Américo, por si tuviera alguna responsabilidad en el asesinato de ambos y de sus dos hijos, de cuatro y un año de edad, según han informado a LA RAZÓN fuentes que siguen el asunto. Esta persona habría tenido, o pretendido tener, relaciones con Janaína Santos. La situación de semi clandestinidad en que vivía la familia que fue descuartizada en el chalé que tenían alquilado en la urbanización La Arboleda, de Pioz, en Guadalajara, estaría motivada por la necesidad de poner tierra de por medio con el citado individuo. Al parecer, tiene un carácter agresivo e impredecible.

Varias hipótesis

Desde el primer momento, una vez conocido el múltiple asesinato cometido en Pioz, la Guardia Civil abrió todo el abanico de posibles vías de investigación, entre las que primaba la posible actuación de sicarios profesionales por un asunto de drogas, extremo que negaban rotundamente los familiares de los fallecidos.

La forma en que había actuado el o los asesinos, sin dejar ninguna huella; la limpieza absoluta del chalé; la forma en que dejaron los cuerpos con tiempo suficiente para huir de España, hacía pensar en los cárteles de la droga. Sin embargo, no se hallaban conexiones del matrimonio con este mundo delictivo.

La precipitada salida del territorio nacional hacia un país iberoamericano de un individuo que mantenía una cierta relación con la familia y, sin que haya podido ser acreditado este extremo, con Janaína, disparó todas las alarmas. Su conocida agresividad no alcanzaba, en opinión de los especialistas, a perpetrar un crimen tan atroz, pero había que seguir la pista por si podían obtener evidencias que contribuyeran a esclarecer el caso.

De hecho, a partir de ese momento, ha sido una de las pistas que se ha seguido con más empeño, sin dejar las otras, porque, en definitiva, hasta que no se pueda localizar a esta persona, tomarle declaración y otras diligencias, los investigadores prefieren hablar de una hipótesis más.

Lo que resulta complicado de encajar, reconocen las citadas fuentes, es que un móvil en apariencia sexual diera lugar a un resultado de un cuádruple asesinato, incluidos dos niños pequeños, y el descuartizamiento de los cuerpos.

Todo son conjeturas, aunque los medios consultados insisten en el carácter violento y agresivo de la persona, que ha desaparecido de su domicilio. Al parecer, es también de nacionalidad brasileña.

Para llegar hasta este individuo, los investigadores han tenido que «reconstruir» la vida del matrimonio en los últimos años, tanto en Brasil como en España, a donde llegaron en 2013. Marcos Campo había estado con anterioridad en nuestro país durante algunas temporadas y había trabajado en sectores como la panadería, el espectáculo (ayudaba a un conjunto musical) y, últimamente, la hostelería. En cualquier caso, estas actividades no daban el perfil para que él y su familia sufrieran la represalia de alguien a través de sicarios profesionales.

Móviles

Los móviles del crimen podían ser variados aunque el resultado, con el descuartizamiento del matrimonio y el degollamiento de los niños, hacían pensar en profesionales o en una mente enferma, con un alto grado de violencia y con la fuerza necesaria para llevarlo a cabo.

Dado el secreto de las actuaciones dictado por la autoridad judicial, no quisieron revelar si el ADN del citado individuo ha aparecido en el chalé de Pioz o en las bolsas que contenían los cadáveres del matrimonio y de los niños. En la casa no aparecieron, que se sepa, los utensilios con los que se cometieron los crímenes.

Entró en el chalé sin problemas

Desde el comienzo de las investigaciones, a los agentes les llamó la atención el hecho de que ni las puertas ni las ventanas estuvieran forzadas. Este dato hacía pensar que el autor o autores del cuádruple crimen era conocido de la familia y que franqueó la entrada sin ningún problema. De confirmarse que el individuo que busca la Guardia Civil es el autor de la matanza, este extremo quedaría aclarado, ya que pertenece al entorno de la familia y el matrimonio no pudo sospechar que acudiera a la casa de Pioz con la intención de atacarles. Los investigadores, además de ésta, siguen otras pistas pero hasta el momento no se han encontrado relaciones con el mundo del narcotráfico que hicieran pensar en la actuación de sicarios profesionales enviados a España por alguno de los cárteles.