Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 5 de mayo? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Hoy se conmemora a San Hilario, obispo de Arlés en el siglo V, recordado como un pastor humilde, reformador y guía espiritual

San Hilario de Arles
San Hilario de Arles.

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

¿Qué santos se celebran hoy, lunes 5 de mayo?

  • San Ángel de Sicilia: Presbítero carmelita y mártir nacido en Palestina. Fue uno de los primeros miembros de la Orden del Carmen y murió asesinado en Licata, Sicilia, en 1226 por predicar contra los vicios de la sociedad local.
  • San Sacerdote de Limoges: Obispo del siglo VIII en Limoges, Francia. Anteriormente fue monje y abad, y al final de su vida regresó a la vida monástica.
  • Santa Crescenciana: Mártir cristiana.
  • Beato Nuncio Sulpricio: Joven laico italiano del siglo XIX que, a pesar de sufrir una enfermedad dolorosa, mostró una profunda fe y alegría, consolando a otros enfermos.
  • San Mauronto de Marchiennes: Abad y diácono del siglo VIII en la Galia Bélgica, discípulo de San Amando.
  • San León de Calabria: Eremita del siglo XIII en Calabria, Italia, conocido por su vida de oración y beneficencia hacia los pobres.
  • Beata Catalina Cittadini: Virgen italiana del siglo XIX que fundó el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Somasca, dedicado a la educación cristiana de niñas pobres.
  • San Britón de Tréveris: Obispo del siglo IV en Tréveris, Galia Bélgica, conocido por defender a su comunidad de los errores de Prisciliano.
  • Beato Bienvenido Mareni: Religioso franciscano del siglo XIII en Recanati, Italia.
  • San Avertino de Vençay: Diácono del siglo XII.

San Hilario de Arlés: Vida y Pontificado

San Hilario de Arlés nació hacia el año 403 en la región de Lorena, en la actual Francia. Desde joven mostró una inclinación profunda hacia la vida espiritual, por lo que se unió al famoso monasterio de Lérins, donde fue discípulo de San Honorato. Cuando este fue elegido obispo de Arlés, Hilario lo acompañó y tras su muerte fue elegido su sucesor. A pesar de su juventud, demostró ser un pastor dedicado, austero y enérgico.

Como obispo, vivió con una disciplina monástica rigurosa, rechazando los lujos y llevando una vida de oración, ayuno y servicio. Promovió la formación del clero, fortaleció la vida comunitaria y fomentó el monacato como fuente de renovación espiritual. Su visión pastoral lo llevó a asumir una función de liderazgo entre las diócesis de la Galia, actuando como si su sede fuera la metropolitana. Con esta autoridad, llegó incluso a deponer a obispos que consideraba indignos, lo que generó tensiones con Roma, aunque su intención era siempre servir a la unidad y pureza de la Iglesia.

Canonización y Legado

Hilario fue venerado como santo poco tiempo después de su muerte, en una época en que el culto a los santos se basaba en la aclamación popular y el testimonio de la comunidad local. No hubo una canonización formal, ya que el proceso institucionalizado no existía todavía en el siglo V. Aun así, su nombre fue incluido en el Martirologio Romano y su memoria litúrgica se fijó para el día 5 de mayo.

Su legado se vincula estrechamente con la figura del obispo como pastor humilde, reformador y guía espiritual. Fue un pionero en la vinculación del ideal monástico con el servicio episcopal y muchos lo consideran un ejemplo para los obispos que buscan renovar sus diócesis con espíritu evangélico. Su vida encarna el equilibrio entre firmeza doctrinal, austeridad personal y caridad pastoral y por eso ha sido recordado a lo largo de los siglos como un hombre de Dios profundamente comprometido con su pueblo.

Exilio y Muerte

El impulso reformador de Hilario encontró un serio obstáculo cuando el Papa León I el Magno lo reprendió por haber usurpado funciones que correspondían exclusivamente a la autoridad papal. En particular, Roma no aprobó que Hilario depusiera obispos de otras diócesis sin permiso de la Santa Sede, por lo que el Papa le retiró el título de primado y limitó su jurisdicción a la diócesis de Arlés. Aunque este acto fue visto como una humillación, Hilario no reaccionó con rebeldía, sino que aceptó la decisión con obediencia y humildad.

No se le impuso un exilio formal, pero su autoridad quedó reducida y fue marginado de las decisiones eclesiásticas de mayor alcance. Aun así, continuó con su misión local en Arlés hasta su muerte, que ocurrió en el año 449. Murió en paz, rodeado de la estima de su pueblo, que lo consideraba un verdadero santo. Su final fue el de un pastor entregado, que supo aceptar las correcciones con espíritu cristiano y que permaneció fiel a la Iglesia hasta el último instante.

Dónde se celebra

La memoria de San Hilario de Arlés se celebra el 5 de mayo, especialmente en:

  • Francia, en particular en la región de la Provenza (donde fue obispo).
  • Iglesias locales en Arlés y zonas de la antigua Galia que veneran su figura como parte del patrimonio cristiano temprano.