Desapariciones

María Jimena Rico, la joven desaparecida en Turquía, agradece en un vídeo el apoyo recibido

Por fin la joven española y su novia egipcia, retenidas por la Policía en Turquía, están en Málaga. No quiere, de momento, regresar a Londres. En el trayecto de vuelta a casa tuvo que parar en la Comunidad Valenciana a causa de una crisis de ansiedad.

María Jiemena Rico, acompañada por varios amigos.
María Jiemena Rico, acompañada por varios amigos.larazon

Por fin la joven española y su novia egipcia, retenidas por la Policía en Turquía, están en Málaga. No quiere, de momento, regresar a Londres. En el trayecto de vuelta a casa tuvo que parar en la Comunidad Valenciana a causa de una crisis de ansiedad.

La joven hispano-argentina María Jimena Rico, que fue retenida en Estambul tras ser localizada después de estar desaparecida junto a su novia egipcia, Shaza Ismail, ha agradecido hoy en un mensaje de vídeo publicado en la red social Facebook el apoyo recibido para su vuelta a España.

El mensaje lo ha subido a su perfil de Facebook una amiga de Jimena que acompañó ayer a la pareja en el viaje que realizaron en coche desde Barcelona, adonde ambas jóvenes fueron deportadas procedentes de Turquía, hasta Torrox (Málaga), donde reside su familia.

La joven, de 28 años, ha explicado que se encontraba en una comida que le han preparado su familia y amigos “de toda la vida”, y ha manifestado que “todos están bien, contentos y felices”.

“Muchísimas gracias a todos por ayudarme y por el apoyo que hemos tenido, y especialmente a esta mujer -en alusión a su amiga Tamara Romero- a la que le debo la vida, literalmente”, ha indicado.

También ha tenido palabras para su madre, Teresa Montero, “que la pobre ha sufrido y se ha llevado lo suyo, pero hoy todos mis amigos están aquí para que se relaje un poco”.

Asimismo, ha insistido en que va a ofrecer una rueda de prensa, para la que no precisado fecha, y que tendrá lugar después de que se “relajen” y “disfrute” de la familia.

En el vídeo, Jimena aparece en compañía de sus amigos y de su novia, que también ha dado las gracias por el apoyo, al igual que su amiga Tamara y su compañera de piso en Londres, donde reside la hispano-argentina.

Recuperarse de la pesadilla

«No le salían las palabras, sólo lloraba». Así fue el primer contacto telefónico entre María Jimena Rico, la joven española detenida junto a su novia en Turquía, y su hermana María del Valle. «Está aún en shock», explicó horas antes de que Jimena y Shaza Ismail llegaran por fin a su casa en Torrox, una localidad malagueña donde viven desde hace 15 años la madre y la hermana de la joven española. El reencuentro era muy esperado. Por fin acababa la odisea de estas jóvenes. Un trayecto, éste último, entre Barcelona y Torrox, ya de por sí largo: 960 kilómetros, que ponían el broche final para la pesadilla que ha vivido esta familia. Su amiga, Tamara Romero, se desplazó a la ciudad condal para llevarlas en coche de regreso a casa. «Cuando la vi nada más llegar no le dije nada. La cogí, la abracé y besé», explicó ayer Tamara a este periódico. Durante la vuelta a casa, a la joven «le dio una crisis de ansiedad. Tuvimos que parar en un centro médico de la Comunidad Valenciana. No paraba de llamarnos gente, y se pusieron muy nerviosas. Por eso decidimos no coger el teléfono y no preguntarla sobre su viaje». Por fin, a eso de la 01:45 de la madrugada, llegaron a Torrox. En su casa todo el mundo estaba despierto esperándola. «El reencuentro fue muy especial», rememoró Tamara. La primera en ir corriendo a abrazarla fue la sobrina de la joven, que no se separaba de ella. Después, la madre, que el día anterior había hecho prometer a Tamara que la iba a poder abrazar antes de irse a dormir.

La felicidad en el pueblo era lógica. Los vecinos se acercaban para interesarse y darle la enhorabuena por el regreso. Sobre cuánto tiempo permanecerán en casa aún no lo han decidido. «Se van a quedar aquí, al menos por el momento. No han pensado ninguna fecha de regreso a Londres», precisó Tamara, que al preguntarle por los detalles del viaje, hizo hincapié en que cuando Jimena se recupere «lo explicará a todos los medios en una rueda de prensa». Ahora es el momento de estar con la familia. «Después de más de una semana de sufrimiento y angustia sólo puedo decir que estoy feliz. Jime ya está en casa. Está bien, muy cansada y afectada por todo lo ocurrido pero en casa al fin. Shaza también está bien. Ahora necesitan descansar y recuperarse de esta pesadilla», escribió ayer María del Valle en Facebook, quién también agradeció toda el apoyo y colaboración brindado por el alcalde de Torrox, al consulado español, al cónsul argentino, a la Guardia Civil, al Ministerio de Asuntos Exteriores, a sus amigos, marido e incluso a su jefe «por tener paciencia toda esta semana y facilitarme la búsqueda».

Jimena «está afectada y agotada, pero contenta de estar aquí», añadió Tamara. El cansancio que tenían todos era evidente. Las jóvenes a las que se las dio por desaparecidas en Turquía llegaron el viernes a Barcelona. A esa hora, su hermana explicaba que Jimena sólo quería «descansar, ducharse y comer». Y es que la joven de 28 años ha vivido toda una odisea por amor. Ella y Shaza fueron a Dubái para visitar a la madre de la joven egipcia. Les habían dicho que estaba enferma; una mentira del padre de Shaza para retener a su hija, de 22 años, en el país en el que reside la familia, y alejarla así de su novia. Al enterarse de que el padre de Shaza había denunciado a su hija por homosexualidad en Dubái, decidieron huir en avión a Georgia. Fue allí donde el padre de Shaza las localizó y «rompió el visado», tal y como dijo en su día María del Valle. Después, fruto del pánico, decidieron volver a huir. Su objetivo: llegar a Estambul y, de ahí, regresar a Europa. «La quieren matar, la quieren llevar a colgarla. Me dijeron ‘‘te vas’’ y me llevan al aeropuerto», afirmó Jimena en un audio de voz enviado por Whatsapp a su familia. Es entonces, ante la ausencia de llamadas, cuando la familia denuncia su desaparición ante la Guardia Civil de Málaga. ¿El temor de la familia? La posibilidad de que el padre de Shaza las tuviera retenidas contra su voluntad –algo que él negó–, ya que el pasado domingo la joven avisó a su madre de que si no volvía a tener noticias suyas antes del mediodía del lunes se pusiera en contacto con la embajada porque «algo malo le habría pasado».