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Aficionado al running, muy viajero y exconvicto en Italia: Así es Jorge Ignacio Palma, el asesino confeso de Marta Calvo

Jorge Ignacio confesó esta madrugada haber asesinado y descuartizado a la joven y haber distribuido las partes de su cuerpo por diversos contenedores

Jorge Ignacio Palma J., colombiano de 37 años cumplidos el pasado 8 de noviembre, horas después de la desaparición de Marta Calvo, de veinticinco años. Este es el nombre, la edad y la procedencia del principal sospechoso de la desaparición de la joven y el cual confesó esta madrugada haberla asesinado y descuartizado y haber expandido las partes de su cuerpo por diversos contenedores a la Guardia Civil en la localidad valenciana de Carcaixent.

Jorge Ignacio nació en la ciudad colombiana de Ibagué, del oeste del país, donde cursó estudios universitarios. Residía solo en una casa que alquiló en verano en la localidad de Manuel, localidad de 2.500 habitantes de Valencia (la misma de la que era procedente Marta Calvo), aunque no estaba empadronado ni tenía trabajo en el pueblo. Pese a ello, llevaba un alto nivel de vida y solía viajar bastante por España. Ya había sido detenido en Italia por tráfico de drogas, cuando le descubrieron nueve kilos de cocaína en un Wolkswagen Bora junto a su abuelo y un tercer socio rumano, y cumplió su condena en una cárcel italiana, para después venir a España. Todo esto hizo levantar sospechas a los investigadores de que seguía dedicándose a las drogas.

En España, tenía multas por conducción temeraria y resistencia a la autoridad. Además, estuvo envuelto en el caso de la muerte en extrañas circunstancias de una prostituta en el barrio de Ruzafa, también de Valencia, aunque se le atribuyó un delito de omisión de socorro.

Aparentaba llevar una vida sana. Era corredor aficionado a correr distancias largas y dedicado al culturismo. También era aficionado a las motos. Por otra parte, una de sus citas preferidas era “Fides quarens intellectum” (La Fe busca el entendimiento), que era el método teológico enfatizado por San Agustín de Hipona, por lo que hace pensar que también era cristiano y creyente.