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Caso Marta Calvo: “La maté, la descuarticé y tiré los restos en varios contenedores”

La Guardia Civil busca restos de la joven por los vertederos de la provincia

El principal sospechoso de la desaparición de Marta Calvo en el municipio de Manuel (Valencia), que se ha entregado hoy a la Guardia Civil, ha confesado que descuartizó a la mujer y tiró las partes del cuerpo por diversos contenedores.

Fuentes próximas a la investigación han informado que este hombre, un colombiano de 38 años, ha declarado a los agentes que es el autor de la muerte de Marta Calvo, de 25 años, con la que se había citado por Internet. El sospechoso se ha entregado esta mañana en el puesto de la Guardia Civil en Carcaixent (Valencia), donde ha sido detenido para ser interrogado y puesto a disposición judicial en las próximas horas.

Se trata de un hombre con antecedentes delictivos, que estaba en paradero desconocido desde que el pasado 7 de noviembre se perdiera la pista de Marta Calvo.

Poco antes, el delegado del Gobierno señaló que no había constancia de la situación de Marta, pero la hipótesis de la Delegación es que sufrió “una agresión violenta que pudo hacerle perder la vida”.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, dijo que si se ha entregado habrá sido por la presión de la Guardia Civil. Al parecer, el sospechoso habría comparecido voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent.

Jorge P.J. se habría entregado “en territorio nacional” y está ahora mismo en “una zona de la desaparición, en la Comunitat Valenciana” si bien no se ha concretado las instalaciones policiales donde está preso.

Buscan a Marta en los vertederos

La Guardia Civil se ha personado esta mañana, tras la declaración del sospechoso, en la planta de tratamientos de residuos de la localidad valenciana de Guadassuar, que es a la que llegan las basuras de localidades como Carcaixent o Manuel. Dos agentes de paisano han llegado a primera hora a las instalaciones y han pedido que les explicaran el proceso de tratamiento de los residuos. Especialistas de la planta han explicado a los agentes que “es muy difícil que una pieza de más de nueve centímetros pase desapercibida” y han puesto el ejemplo de que en la planta se separan “hasta los envases de Actimel”. También han comentado con los agentes que constantemente sacan de la basura animales muertos como conejos o gatos y que la semana pasado encontraron entre la basura tres patitos muertos. Tras la explicación, los propios guardias han concluido que era muy difícil que el cadáver de Marta, presuntamente descuartizado, haya llegado hasta esa planta y nadie se haya dado cuenta. Los agentes han preguntado por el proceso que sigue las basuras en otras plantas y en concreto, qué vertedero recibe las basuras de L’Olleria, donde el sospechoso tenía otra casa. También barajan la posibilidad de que los despojos de Marta puedan estar por la zona de Picassent.

Más tarde, los agentes de la Guardia Civil se han dirigido a la planta de Manises, donde se trata la basura de localidades como Silla y Massanassa, por las que han preguntado los agentes. Desde allí se han trasladado a la planta de Hornillos, en la localidad de Quart de Poblet y tras las explicaciones dadas por los responsables de la planta, los agentes se han dirigido hacia el vertedero de Dos Aguas para revisar las basuras de los días 9 y 10 de noviembre.

Fue investigado por la muerte de otra mujer

Jorge Ignacio T.J. fue investigado por la Policía Nacional por la muerte de otra mujer, pero finalmente se cerró el caso porque la autopsia reveló que el fallecimiento fue por causas naturales. Esa mujer, que ejercía la prostitución, estuvo con el detenido el pasado mes de abril. Jorge Ignacio T.J., colombiano de 38 años, fue el último cliente de esa mujer, con la que, al parecer, consumió cocaína de gran pureza. La prostituta se indispuso, pero su cliente no la auxilió. La mujer se fue al hospital y allí falleció. Según otras fuentes consultadas por Efe, la madre del detenido ha podido ser la persona que le ha convencido para que se entregara. Estas mismas fuentes han señalado que Jorge Ignacio T.J. llevaba un alto nivel de vida, conducía coches de alta gama y parte de sus ingresos procedían del tráfico de drogas a pequeña escala.

Otras fuentes, consultadas por LA RAZÓN, afirman que Jorge Ignacio habría buscado ayuda y cobijo en la organización de narcotráfico con la que trabajaba, pero que dichas personas le habrían dado la espalda ante la gravedad del asunto y lo habrían “abandonado” a su suerte.

Hay otra desaparecida en la zona

Sobre la otra desaparición que se investiga en la zona, concretamente en Carcaixent, el delegado del Gobierno dijo que no guarda relación con Marta Calvo, e incluso que se baraja la hipótesis de la desaparición voluntaria, “que en cualquier caso vamos a confirmar”