¡Es Navidad en Sevilla!

Madrugada en las casas, luces apagadas, las familias duermen aún, comienza un nuevo día.

Es el momento mágico en el que huele a menta, a tierra húmeda, a dulce espera, la llegada de un Niño que trajo la Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Esos sevillanos generosos que nos acompañan en la noble tarea de Pro-Vida, que no es otra que salvar bebés que desean llegar a vivir, haciendo a sus madres felices y capaces de afrontar las dificultades venideras.

Siendo más mujeres por ser madres, y conscientes de su decisión positiva, no abortar.

Es Navidad en Sevilla, cuando nuestros amigos entienden que la vida es el Don más preciado que recibimos al nacer, como regalo, que no se debe nunca cercenar: por ello, se acercan a nuestra pequeña oficina con manos llenas de generosidad, cunas arregladas de sus hijos, sábanas pequeñas, biberones y pañales, o bien quien carece de tiempo real, aporta donativos según sus posibilidades, todo es necesario y se agradece. Nos arropan y animan en esta difícil empresa contra corriente.

Con sus aportaciones y palabras amables, somos capaces de seguir atendiendo y escuchando a esos cientos de mujeres en exclusión social, de toda raza ó credo, señaladas con el dedo, porque quieren ser madres; las más de las veces solas, o desamparadas por sus parejas y familias.

No nos valen, ni el desaliento ni la demagogia de una sociedad que cierra los ojos ante la verdad, la vida, corriendo a un abismo de frialdad, convirtiéndose en un país de viejos.

Por eso, agradezco doblemente a los amigos de verdad, a las instituciones que nos apoyan, esa caridad cristiana que practican en silencio, con la sonrisa puesta y la conciencia tranquila, sabiendo que con su aportación y nuestro esfuerzo, se salvan cientos de niños en la capital, trescientos ochenta y seis este año, y en estos treinta y seis años, más de doce mil infantes.

Gracias nuevamente a estos grandes amigos que comparten la felicidad de dar, sin esperar nada a cambio.

¡Es Navidad en Sevilla! Amanece un día más, las luces se encienden, la gente comienza a levantarse, mientras se oyen campanitas de plata y el Divino Niño sonríe, en el Portal.

Muchas gracias a todos ellos.

Presidenta Pro-Vida Asdevi Sevilla