Lotería de Navidad
Villamanín: Tensión y desconfianza en aumento
La falta de cuatro millones por un error en las papeletas ha roto la convivencia en la localidad leonesa entre reproches y acusaciones pese a un acuerdo "frágil" y en el aire
Van pasando las horas y los días en Villamanín. Un pueblo leonés que debería estar de celebración por que la fortuna llamó a sus puertas con el premio Gordo de la lotería de Navidad, pero que se ha visto salpicado por una polémica, que lejos de zanjarse, a pesar de que se había llegado a un acuerdo el pasado viernes, las dudas, desconfianza e incluso amenazas comienzan a aparecer, rompiendo de cuajo la convivencia de una localidad que en cuestión de horas ha pasado de la euforia al lamento, y con unas perspectivas nada optimistas.
Recordemos, cincuenta papeletas, que corresponden a unos diez décimos, se encuentran invalidadas, ya que no se encuentran respaldado por los décimos correspondientes. Un error de la comisión de fiestas- chavales de entre 18 y 25 años-, que han asumido y que propusieron la quita de un 10 por ciento para que todas las personas pudieran cobrar, incluso renunciando a sus premios personales.
Un frágil acuerdo que contó con un amplio consenso, pero no de todos, ya que con el paso de las horas cada vez son las personas que quieren dar un paso para denunciar la situación y que ha traído a la palestra viejas rencillas familiares y vecinales. Y es que según han explicado algunos vecinos hay personas no vinculadas a la población, que cuentan con papeletas, y que no están por la labor de esa quita que se propone del 10 por ciento. Eso sí, la población comienza estar harta de tanta atención mediática y en la medida de lo posible evitan hablar ante la prensa.
Tan turbias bajan las aguas en la población leonesa que el propio Ayuntamiento se ha pronunciado al emitir un comunicado donde lamenta «la repercusión que estos hechos están teniendo en la imagen pública del pueblo, que no representa el sentir ni los valores de convivencia que siempre han caracterizado a Villamanín». Por ello apunta que es prioritario «preservar la convivencia vecinal y que se pueda resolver de la mejor manera» y dentro de sus posibilidades, se muestra dispuesto a facilitar el diálogo y poniendo a disposición espacios municipales para alcanzar una solución.
Pero ya hay dos bandos. Los que apuestan que todo ha sido un error y que se muestran partidarios de subsanar el error asumiendo esa quita del 10 por ciento y que exculpan a los chavales del error.
Aunque luego están los más críticos, que desconfían de la información ofrecida por la comisión y «se huelen» que detrás hay demasiados errores que «no cuadran». Incluso creen que algunos de los miembros de la comisión no han puesto la totalidad de sus premios a disposición para paliar el déficit. «El día que tocó tenían varias papeletas y el viernes decían que solo la mitad», dice un crítico que evita dar el nombre. Y a todo ello, se apunta a tres adultos, colaboradores de la Comisión de Fiestas. «Utilizan a los jóvenes para dar la cara y ellos se esconden».