La policía local de esta ciudad catalana llevará pistolas Taser a partir de 2026

La Comisión de Seguretat del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado esta mañana el reglamento que permitirá a la Guardia Urbana el uso de pistolas Táser a partir de 2026 en Barcelona. Está prevista la incorporación de un total de 22 pistolas, que serán para los mandos de la Unidad de Refuerzo de Emergencia y Proximidad (UREP) y se usarán en actuaciones de alto riesgo.

El proyecto ha obtenido la luz verde inicial con el voto a favor del PP, el PSC, Vox y Junts, y el 'no' de los Comunes y ERC. Tras este primer paso en la comisión, se deberá aprobar en una votación definitiva en el pleno municipal de junio.

Según el reglamento, los agentes tendrán que haber agotado la vía del diálogo y la mediación con las personas implicadas, y se emplearán cuando exista riesgo para la integridad física del policía o para una tercera persona.

Las pistolas Taser serán "de última generación", y tienen un alcance de más de 10 metros. Son dispositivos que conducen energía y realizan descargas eléctricas de un máximo de cinco segundos. Estas descargas actúan sobre el aparato motor de la persona, lo que genera su inmovilización para que actúen los agentes.

Los policías no podrán usar la pistola contra menores de 14 años, y no se podrá apuntar hacia algunas partes específicas del cuerpo. Así lo ha detallado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, quien también ha confirmado que se llevará a cabo un seguimiento del uso de la pistola por parte de los guardias urbanos.

Tanto el concejal de Junts, Jordi Martí, como el del PP, Juan Milián, y el de Vox, Gonzalo de Oro, han celebrado la llegada de estas pistolas, si bien han lamentado que la compra sea "modesta" y que "llega tarde". Por contra, los representantes de BComú, Marc Serra, y de ERC, Jordi Coronas, han criticado la medida. "Son armas potencialmente letales", ha lamentado Serra, mientras que Coronas ha asegurado que las pistolas son armas "que pueden provocar y provocan dolor extremo".

También se han mostrado en contra de la medida varias asociaciones de salud mental, que critican "el riesgo" que puede conllevar el uso de estas pistolas contra personas con problemas psíquicos.