Cómo saber si has encontrado un trozo del meteorito de Ponferrada

El pasado 18 de enero, a la 01:19 AM, un pedazo de roca espacial se adentró en la atmósfera terrestre sobre el noroeste de España y explotó en el aire, convirtiendo brevemente la noche en día en la comarca leonesa de El Bierzo. Estas bolas de fuego ocurren con relativa frecuencia, pero esta ocasión es especial porque algunos fragmentos del objeto podrían haber sobrevivido y estarían desperdigados ahora mismo por la superficie de la región.

Meteoroides, meteoros y meteoritos

El sistema solar contiene millones de pequeños fragmentos de roca y metal que dan vueltas alrededor del Sol junto con los planetas. Aunque el tamaño de estos objetos oscila entre los pocos micrómetros y las decenas de kilómetros de diámetro, afortunadamente la inmensa mayoría apenas superan los pocos metros.

Estos escombros espaciales o meteoroides tienen orígenes variados. Muchos son material que «sobró» durante la formación de los planetas, otros son fragmentos de cuerpos celestes grandes que fueron destruidos por algún gran impacto y algunos han sido eyectados de la superficie de mundos como Marte, la Luna o Vesta.

Cuando estos fragmentos cruzan la órbita de la Tierra, el campo gravitatorio de nuestro planeta los arrastra hacia la superficie y se adentran en la atmósfera a velocidades del orden de decenas de kilómetros por segundo. El calor generado durante la caída funde la superficie de estos objetos y la fuerte corriente de aire arranca ese material líquido, así que los meteoroides más pequeños se desintegran por completo antes de tocar el suelo y la estela luminosa resultante es a lo que nos referimos como estrella fugaz, bólido o meteoro.

Ahora bien, si un meteoroide es lo bastante grande, las intensas fuerzas compresivas que experimenta durante la caída pueden llegar a provocar que explote en el aire. Los fragmentos que sobreviven a la explosión y llegan a caer al suelo son lo que conocemos como meteoritos.

Cómo reconocer un meteorito

Aún no se sabe con seguridad si el meteoro que se avistó desde El Bierzo produjo meteoritos, pero, según Josep M. Trigo-Rodriguez, del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC), la gran magnitud del estallido sugiere que algunos de sus fragmentos podrían haber tocado tierra, en cuyo caso desperdigados por la superficie de El Bierzo.

De ser así, existiría la posibilidad de que alguien haya encontrado ya alguno dando un paseo o que incluso alguien se haya encontrado con un pedazo de roca espacial en su terreno o sobre el techo de su casa (que es lo que le ocurrió a un hombre en Indonesia el año pasado, como comentamos en otro artículo de esta sección). De ser así, ¿cómo podríamos saber si esa piedra un poco extraña que hemos encontrado es realmente un meteorito?

El paso por la atmósfera a grandes velocidades dota a los meteoritos de un aspecto muy particular. Por ejemplo, su superficie está cubierta por una corteza de fusión, una capa oscura con un grosor máximo de unos dos milímetros. La corteza de fusión de un meteorito recién caído debería ser negra, con un brillo satinado y pequeños granos sobre su superficie. Además, las partes del meteorito cubiertas por esta corteza oscura deberían presentar contornos suaves, sin formas angulosas.

El aspecto interno exacto de cada meteorito depende del tipo de material del que esté hecho, pero, por estadística, lo más probable es que lo que ha explotado sobre Galicia sea un fragmento de un asteroide condrítico. Estos meteoritos suelen estar hechos de una matriz rocosa clara que contrasta con la corteza de fusión oscura y que, además, contiene pequeñas virutas de metal y unas estructuras circulares llamadas cóndrulos.

¿Qué hago si creo haber encontrado un meteorito?

Pero, para variar, las cosas no son tan sencillas porque existen materiales terrícolas que se parecen superficialmente a los meteoritos y a menudo se confunden con ellos. Los más comunes son ciertos minerales de hierro y la escoria de fundición. Por tanto, si alguien cree haber encontrado un meteorito de El Bierzo, lo ideal sería que contacte con un experto en la materia que ayude a verificar si realmente lo es, como el Dr. Jordi Llorca, de la Universitat Politècnica de Catalunya.

Los meteoritos tienen un gran valor científico, porque, aunque parezcan simples mazacotes de roca y metal, son muestras de otros cuerpos celestes que podemos obtener sin necesidad de salir al espacio. De hecho, el estudio de los diferentes minerales que contienen los meteoritos nos ayuda a desentrañar cómo ha evolucionado el sistema solar durante los últimos 4 600 millones de años.

También hay que tener en cuenta que los meteoritos forman parte del patrimonio geológico de España, por lo que se debe notificar a las autoridades si se encuentra uno. E, idealmente, parte del meteorito debería ser donado a un centro que lo pueda investigar, conservar y exponer de manera adecuada.

QUE NO TE LA CUELEN:

• Mucha gente piensa que todos los meteoritos valen una fortuna. En realidad sólo los menos comunes y más grandes alcanzan cifras astronómicas. Los más abundantes, las condritas, se venden por precios que rondan los pocos euros el gramo, como mucho.