Los astrónomos avisan del fenómeno que está ocurriendo en el universo: "No había ocurrido antes"

En la vida, siempre hay un punto álgido de funcionamiento. Por ejemplo, el ser humano alcanza su pico de concentración entre los 27 y los 36 años, ya que pasada esa edad comienza a producirse un imperceptible pero ligero deterioro cognitivo. Pues bien, el universo en sí también posee un ciclo similar al de los seres vivos, y parece ser que ya habría superado su máximo de eficacia.

Para entrar en contexto, se estima que en todo el universo hay un septimillón de estrellas, la gran mayoría con una 'esperanza de vida' bastante prolongada. De hecho, el año pasado, el telescopio espacial James Webb halló tres cuerpos celestes en la Vía Láctea con una edad estimada de 13.000 millones de años.

Prácticamente, estas estrellas se formaron cuando tuvo lugar el Big Bang, hace aproximadamente 13.800 millones de años. Este hallazgo también respalda una teoría que confirmaría que ya ha nacido el 95 % de las estrellas que tendrá el universo a lo largo de su existencia.

¿Estamos ante un 'déficit' de estrellas?

La cuestión que ha hecho que los astrónomos hayan querido compartir su último descubrimiento surge a raíz de la detección de una disminución en el uso de gas para crear nuevas estrellas. Para entender esto, tenemos que recordar el proceso de formación de este tipo de cuerpos celestes.

En primer lugar, las estrellas se forman en lo que conocemos como nebulosas, nubes de polvo cósmico que concentran gases a partir de la gravedad. El aumento de la temperatura y la mezcla de los gases da lugar eventualmente a lo que científicamente se denomina protoestrella. Traducido a un lenguaje más coloquial, estaríamos ante una estrella bebé.

Durante la fase de crecimiento de las estrellas, los átomos de hidrógeno de estas comienzan a agitarse cada vez con más fuerza, produciendo helio y dando lugar a un proceso de fusión nuclear. La luz y el calor que se generan como resultado contribuyen a una etapa conocida como secuencia principal. Esta será la fase más estable de la vida de una estrella, y puede durar miles de millones de años.

Al término de la secuencia principal, las estrellas consumen todo su combustible, y dependiendo de su tamaño su final es más o menos apoteósico. En el caso de los cuerpos celestes más pequeños, como nuestro Sol, la estrella simplemente se desvanece con el paso del tiempo. Sin embargo, las estrellas más grandes terminan explotando, provocando lo que se conoce como supernova.

Según Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá, "las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente". Esta relativamente 'baja' producción pondría de evidencia que ya habría pasado el 'Mediodía Cósmico', el pico de producción de estrellas, ocurrido aproximadamente hace 10.000 millones de años, mucho antes de que surgiera la vida en la Tierra.

Prohibido alarmarse

Antes de que te lo puedas plantear: no, no ha llegado el fin del mundo. Según Scott, "cada generación de estrellas tiene menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella". Ese momento, bautizado como la 'Gran Helada', consistirá en la dispersión de las estrellas, imposibilitando una distancia suficiente para crear nueva vida.

Sin embargo, la 'Gran Helada' no tendrá lugar ni hoy, ni mañana, ni dentro de 100 años. Si la ciencia está en lo cierto y el universo llega a morir en algún momento, al menos no será hasta dentro de un quinvigintillón de años. Para hacernos de una idea, eso es un uno seguido de 78 ceros. Así que tranquilo, que las estrellas seguirán acompañando a la humanidad hasta el fin de sus días.