Salud

Qué diferencia hay entre un melanoma y un carcinoma, su prevención y tratamiento

El IVO recomienda seguir la regla del ABCD, clave en la autoexploración de este tipo de cánceres

El doctor Sanmartín y las doctoras María Luisa Chust, Zaida Zaida García y Mª José Juan, del IVO
El doctor Sanmartín y las doctoras María Luisa Chust, Zaida Zaida García y Mª José Juan, del IVOLa RazónLa Razón

El verano es sinónimo de sol, mucho sol, ya sea en la playa o en la montaña. La radiación ultravioleta del sol es la principal causa de la aparición de melanomas (tipo de cáncer cutáneo más agresivo, responsable del 65% de las muertes por cáncer de piel en todo el mundo) y otros tipos de cáncer cutáneo, que representan cerca del 50% del total de tumores que se diagnostican cada año en el mundo.

Los carcinomas se presentan como una protuberancia en la piel que aumenta de tamaño y que, si no se detecta a tiempo, puede llegar a producir graves mutilaciones o cicatrices en el paciente a la hora de extirparse. «Sin embargo, podemos decir que este tipo de cáncer es difícil que llegue a causar la muerte del paciente».

Por otro lado, el melanoma es un cáncer de piel que se presenta en un lunar o peca que crece, cambia de color o aspecto y sangra. «En este caso, si no se detecta y se extirpa a tiempo podría llegar a producir la mortalidad del paciente en una frecuencia de hasta el 50% en 5 años».

Las causas son claras «La exposición inadecuada al sol produce un daño en las células de la piel que, en algunos casos es irreparable y hace que esas células se convierten en cancerosas, con una capacidad de crecer sin control, extenderse por el resto del cuerpo y finalmente, en algunos casos, incluso pueden producir la muerte. Las quemaduras en la juventud causan un daño, a veces irreversible, que, en etapas más avanzadas de la vida, por motivos todavía poco conocidos, desencadena un cáncer de piel. La quemadura se manifiesta como un enrojecimiento en la piel que, en los casos más graves y peligrosos, se acompaña de dolor o ampollas. Ocurre como consecuencia de estar expuesto durante un tiempo excesivo para nuestro tipo de piel, bien sea por motivos laborales o de ocio», explica el jefe clínico del servicio de dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), el doctor Onofre Sanmartín.

Cómo prevenir

El doctor Onofre Sanmartín da las claves para reducir el riesgo de padecer este tipo de cánceres.

  • Proteger nuestra piel cuando hacemos actividades al aire libre, evitando las horas fuertes de sol, llevar gafas con protección y utilizar cremas solares con un factor de protección solar mínimo de 15 para las actividades diarias y de 30 o más en las vacaciones al sol.
  • En el caso de los niños, es imprescindible evitar la exposición excesiva al sol, ya que tienen una piel más delgada que se defiende peor de la radiación ultravioleta, por lo que es recomendable no exponer directamente a los niños al sol en su primer año de vida.
  • Las personas con piel clara, con tendencia a quemarse con la exposición al sol, y las personas que presentan más de 50 lunares son las que componen principalmente la población de riesgo. Dos medidas importantes son, evitar las quemaduras producidas por el sol o bien con cremas protectoras o evitando directamente su exposición, y la autoexploración, con el fin de detectar nuevas lesiones o cambios en la ya existentes.
  • La autoexploración debe tener una frecuencia mensual. Se deben estudiar con detalle las manchas y lunares de la piel, cabeza incluida. La señal de alarma más importante es la que indica la palabra cambio. Cambio en un lunar que ha crecido, o que pica, en la textura de la piel notando la aparición de un pequeño bulto que crece lentamente... Cualquier cambio, crecimiento o modificación permanente de la textura de la piel debe ser motivo de consulta. Una fórmula sencilla para reconocer manchas sospechosas durante la autoexploración es la llamada regla del ABCDE: A asimetría, B bordes irregulares, C color variado, D diámetro mayor de 6 milímetros, E evolucionando, cambiando. Si se dan esas cinco características la sospecha” es aún más preocupante y hay que acudir lo antes posible al médico”.

Tratamientos

El tratamiento variará en función del estadio en el que se encuentre el tumor. “El estándar en los estadios I y II es la cirugía. En los estadios III, que son aquellos en los que la enfermedad presenta afectación ganglionar que se extirpa, la inmunoterapia es el tratamiento estándar, según explica la doctora María José Juan, médico adjunto del servicio de oncología médica del IVO.

“En el IVO, actualmente ofrecemos al paciente tratamiento inmunoterápico tanto en el escenario adyuvante como en el metastásico, habiendo incrementado notablemente en este último escenario la mediana de supervivencia de los pacientes tratados, alcanzando casi supervivencias del 50% de ellos a los 6 años, cifras que con la quimioterapia tradicional resultaban impensables e inimaginables. Esto es tremendamente alentador para los clínicos y nos impulsa a seguir participando en ensayos clínicos con nuevas terapias combinadas con inmunoterapia, entre otras, buscando todavía mejores resultados».

Sin embargo, todavía existe un porcentaje de pacientes que no se benefician de estas nuevas terapias o que recaen después del tratamiento. «En esta línea, desde el IVO hemos establecido un equipo multidisciplinar involucrado en diferentes proyectos de investigación a nivel de la caracterización molecular del melanoma tanto de forma independiente, como de manera coordinada junto con otros centros nacionales e internacionales. Algo similar ocurre con los carcinomas de células escamosas y otros cánceres de piel no melanoma en los que se está abriendo paso la inmunoterapia con resultados prometedores», explica la bióloga Zaida García Casado, adjunta del laboratorio de biología molecular del IVO.