Gastronomía

Le Favole, la esencia de Italia en una mesa de Valencia

El local se encuentra situado en una pequeña y tranquila plaza situada en el centro de la ciudad

Interior del restaurante Le Favole, en el centro de Valencia
Interior del restaurante Le Favole, en el centro de ValenciaLa Razón

La cocina italiana es una de las más populares y exquisitas del mundo, afirmación que nadie osa cuestionar a estas alturas. Desde las pizzas a la enorme variedad de recetas con pasta, risottos o quesos como el parmigiano, el strecchino, la mozzzarela di búfala, sus vinos o postres como el tiramisú son manjares que forman parte de una cocina con una larga tradición histórica y de la personalidad del país de la bota, que, como en España, sus platos más gustosos se reparten por regiones.

Esa fama también se ha desbordado y a menudo nos encontramos con demasiados restaurantes que no contribuyen a favorecer su sólido y ganado prestigio. Locales mediocres con cocinas nada exigentes que, si por ellos fuera, darían al traste hasta con la Roma Imperial.

Por eso, cuando encuentras un establecimiento de factura italiana- mediterránea que bucea en las esencias de una cocina cuyos orígenes se remonta al final del Imperio y a su influyente y poderosa cultura culinaria- te ves necesitado de contarlo.

No aprietan mucho en los precios porque podrían hacerlo más, ya que sus platos de la cocina tradicional de su país, con sus toques originales son sabrosos, diferentes, y además están muy bien elaborados y mejor servidos.

Sin hacer ruido con propagandas baratas ni trompetas chillonas, se han ganado un lugar puntero y destacado en la lista de restaurantes de cocina italiana, a través de una carta de platos deliciosos y con autenticidad, desde que inauguraron en abril de 2018 en un punto discreto y tranquilo pero muy céntrico.

Además de los turistas puntuales que descubren Le Favole paseando por el centro histórico y que suelen preferir su alineada terraza en la que las mesas están cubiertas con blancos manteles y servilletas de hilo, el restaurante, cálido y elegante ha ido cautivando por derecho a una clientela que se ha hecho habitual y que llena a diario sus mesas. Por eso es muy aconsejable reservar.

La plantilla de 27 profesionales, de mayoría italianos, bajo la dirección de sala de Giorgio Massolini se lo toman en serio. Parecen seleccionados de un casting muy exigente. No me extrañaría que así fuera.

Le Favole, cuya traducción al español es «Cuento de hadas», se encuentra en el centro histórico de Valencia, en la calle de la Hiedra (L’Hedra) número 5, que es una placita peatonal junto a la Avenida del Oeste y por lo tanto tranquila y con un parque infantil poco concurrido delante de su fachada.

El propietario es Frank Calabuig, mitad valenciano por su padre, de madre holandesa y casado con una italiana, que vivieron en Holanda buena parte de su vida, según nos cuenta el propio Frank.

«Me gusta la cocina italiana, estoy casado con una mujer italiana y mi hermana tenía un restaurante italiano en Holanda. La aventura de venir a Valencia fue porque soy medio valenciano, me gusta mucho la ciudad, su buen clima y una gente que disfruta de lo mejor de la vida, incluida la buena mesa».

Cuando se embarcó en el lugar que ocupa el restaurante, allí no había nada. Era una placita abandonada y desconocida y muy cerca había unos bares de ambiente sórdido. Hoy, una vez urbanizada y con la prestancia adquirida también por el hotel y los apartamentos nuevos, que la rodean es un rincón selecto y tranquilo de Valencia a un paso del Mercado Central.

¡Marchando cocina!

Y en cuanto a la cocina a la vista, con el chef Mattia Mercanti al frente, hay gente que va adrede a por sus afamadas pizzas, para llevar o comer allí.

Las hacen al momento en horno mixto de leña y gas y todas llevan algún que otro toque original, tanto es así que se han ganado una buena fama. También para llevar.

En una carta con sabor muy italiano y mediterráneo destacan las insalatas. La di salmone, la mixta valenciana con burrata, el carpaccio de pulpo o el tartare de salmón con aguacate entre otras. Focaccias varias y la pasta, reina y señora de su cocina, en sus diferentes presentaciones.

Carnes, pescados, frutti di mare cocinados con mucho cariño y para terminar unos tentadores y auténticos postres italianos. Todo esto regado con vinos italianos y españoles pensados para maridajes sin error de cálculo.

Ideal para darse y regalar un homenaje.