LaLiga Santander
Vinicius lanza al Madrid a por La Liga contra la Real Sociedad (1-2)
Marcaron Sergio Ramos, de penalti, y Benzema, y recortó distancias Merino. Los de Zidane están empatados a puntos con el Barça, pero le tienen ganado el "gol average"
Vinicius es juventud y eso es sangre caliente y la certidumbre de que todo es posible, que los límites son cosas de viejunos. Es también la sospecha de que se tiene razón sobre todo los asuntos y es, además, valentía o inconsciencia para no echarse atrás ante nada. Es desorden y un montón de cosas por cumplir y por aprender. Vinicius es todo eso y una bendición para este Real Madrid. El brasileño dio la cara y tiró del equipo de Zidane en un partido que puede ser crucial para la temporada. Se pone líder ya en la recta final.
Era un tren al que había que subirse y esta vez el equipo madridista no se equivocó. Ahora manda y todo lo que suceda a partir de aquí, depende de él. Es una Liga rara, pero el equipo campeón de tres Champions tiene madurez para manejar estas particularidades. Y es un lugar común que los torneos cortos se le dan mejor que los largos.
Es líder en gran parte porque Vinicius es demasiado joven como para dejar pasar el tiempo, verlas venir y ser más conservador que valiente. Él puso el rock en un choque que durante mucho tiempo fue banal, con el tiempo pasando y los dos equipos midiéndose, muy burocráticos y con muy pocas que decirse. Era un encuentro plano y contra eso, Vinicius se rebeló. No puede con la retórica, no entiende el fútbol de otra manera que no sea ir hacia la portería contraria de la manera más rápida posible. El equipo lo entendió y le buscó para romper el tedio. Desde Courtois con un pase largo sensacional hasta Marcelo, que le cubre la espalda. Vinicius logró que Gorosabel, su primer marcador viese la amarilla y ya después, en la segunda mitad, obligó a Alguacil a cambiarle.
Pero ya era tarde, ya había provocado la jugada del penalti, entrando en el área sorteando rivales y forzando a Llorente a darle en la pierna antes de tirar. Marcó Ramos y el Madrid tomó el liderato.
Todo pasó a partir del gol. Porque lo de antes fue un quiero y no puedo. El Madrid dominaba sin mucho entusiasmo y sin posibilidades de llegar al área rival. Zidane daba vueltas al ataque, cambiando de posición a Valverde y a James en la banda derecha, pero sin resultados. El uruguayo se pierde cuando hace casi de extremo. Tiene potencia, pero aporta mucho más al equipo cuando juega en el centro. Ayer sin embargo, le costó en los dos sitios.
James fue la sorpresa diaria de Zidane. No hay alineación del francés sin un futbolista que dé para hablar. El colombiano fue titular en Mallorca en la primera vuelta de LaLiga y desde entonces desapareció. No está a tono y estuvo apagado, sin mucho sitio. La Real no dejaba que el Madrid saliese con limpieza, pero tampoco asomaba por la portería de Courtois, que hasta la segunda parte no podría decir contra qué equipo jugaba el Real Madrid. Había mucho en juego, pero los únicos que parecían concienciados de ello eran Vinicius y Casemiro. El primero porque cada partido es una prueba de su validez y el segundo porque tiene que poner orden en el centro del campo. Vio una amarilla y no jugará el miércoles. Habrá que ver cómo está Ramos, que no pudo acabar el partido, lesionado.
La Real Sociedad no apareció hasta que tuvo que ir por el partido y cuando los cambios le dieron otro aire. Odegaard, del que tanto se habla pasó por el encuentro sin dejar nada y Oyarzabal, uno de los futbolistas más interesantes de este campeonato, también fue sustituido para que su equipo jugara mejor.
El gol de Ramos hizo que el Real Madrid se echase hacia atrás, quizá por temor, por órdenes o porque la Real le obligó a eso. Y se complicó la vida cuando no tenía que haberlo hecho. Buscaba la contra y la velocidad de Vinicius, pero se encontró con un gol de Januzaj, desde lejos, imposible de ver para Courtois... porque tenía un jugador de la Real Sociedad en fuera de juego delante. El VAR avisó al colegiado y anuló el tanto. Fue un alivio para los de Zidane y un golpe para los locales.
La jugada tiene su miga. El futbolista hace amago de quitarse y Courtois dice que no.
Poco después llegó el tanto de Benzema, que está fino en este tramo decisivo. Eso tenía que haber cerrado el partido. Y sin embargo, no lo hizo. La Real no está en su mejor momento, pero tiene el instinto de supervivencia. Con todo perdido, Merino marcó. El Madrid ya se fió de las carreras de Vinicius o Mariano y de defenderse con orden. No fue una victoria, fue un salto.
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