Fernando Alonso dejó un recadito lleno de ironía a Hamilton durante el GP de Canadá y ahora ve la luz

En el siempre imprevisible circuito Gilles Villeneuve, Fernando Alonso firmó el pasado domingo su mejor resultado de la temporada: un séptimo puesto que supo a victoria en un campeonato cada vez más dividido entre los dominadores y los resistentes. Mientras la lucha por el triunfo quedaba en manos de George Russell, MaxVerstappen y el sorprendente debutante Andrea Kimi Antonelli, el asturiano ejecutaba con precisión milimétrica una carrera marcada por el cálculo, los adelantamientos oportunos y la sangre fría, aprovechando además el accidente final de Lando Norris que desbarató el guion de los McLaren. Y también dejando, de paso, un recadito a su Némesis, Lewis Hamilton.

Buen día para Fernando Alonso

El fin de semana ya había comenzado con señales alentadoras para Alonso. Su sexto puesto en la parrilla, sólo superado por los dos Mercedes, los dos McLaren y Verstappen, apuntaba a que Aston Martin, pese a las dificultades evidentes de este 2024, encontraba en Canadá un respiro en su travesía por el desierto. El propio piloto reconoció tras la clasificación que el objetivo era pragmático: aspirar a la octava o novena plaza, resistir el empuje de Leclerc y Norris que partían justo por detrás y, si las circunstancias lo permitían, aprovechar cualquier resquicio para sumar unos valiosos puntos.

La salida confirmó el pronóstico de lucha contenida. Mientras Russell mantenía la cabeza de carrera desde la pole y Verstappen lo perseguía en las primeras vueltas, Alonso fue superado en la horquilla por un ambicioso Norris, perdiendo una posición que más tarde recuperaría en el desenlace accidentado. Sin embargo, el ritmo del asturiano fue sólido desde el principio, sin entrar en batallas innecesarias pero ejecutando adelantamientos con precisión quirúrgica cuando la oportunidad lo requería, como su adelantamiento a Yuki Tsunoda en la vuelta 30, antes de su primera parada en boxes en la vuelta 17, en la que calzó los neumáticos duros buscando estabilidad para el largo primer relevo.

Fernando Alonso no se olvida de Hamilton

La carrera, hasta bien pasado el ecuador, fue un ejercicio de contención táctica. Los McLaren, con Norris y Piastri alternando liderato tras el primer baile de paradas, se mantenían sólidos, mientras Verstappen ejecutaba su segundo ‘pit stop’ en la vuelta 38, regresando a pista quinto, justo por delante de Antonelli. Hamilton y Piastri replicaban la estrategia a mediados de la vuelta 40, mientras Alonso, firme en su plan conservador, retrasaba su segunda entrada a boxes hasta la vuelta 51, buscando siempre alargar su vida en pista y esperar el posible caos que suele sobrevenir en las últimas vueltas en Canadá. Durante la carrera y mientras recibía instrucciones, Fernando Alonso se acordó de Hamilton. "Hamilton se perdió la clase de estar cerca de los coches que van por delante”, dijo en su perfecto inglés.

Y ese caos, fiel a la tradición canadiense, terminó llegando. Primero, con la batalla fratricida entre los McLaren que, pese a la libertad de acción que les concedió el equipo, terminó de la peor manera. En la vuelta 67, cuando Norris intentaba una maniobra arriesgada para superar a Piastri, acabó estrellándose contra las protecciones del lado izquierdo de la recta de meta, provocando la salida del coche de seguridad que congeló las posiciones en los giros finales.

Alonso, que en ese momento circulaba octavo tras haber superado a Nico Hülkenberg en la vuelta 62, se benefició de inmediato del abandono de Norris, ascendiendo a la séptima plaza que mantendría hasta cruzar la línea de meta, en lo que él mismo definiría como acabar “el primero de los mortales”. Por delante, Russell consumaba su primer triunfo del año y cuarto en su carrera, imponiéndose por delante de Verstappen y Antonelli, que a sus 18 años firmaba su primer podio en la categoría reina.

"Ha sido un buen fin de semana", valoró un satisfecho Alonso ante los micrófonos tras la carrera. "La crono fue fundamental: hoy tuvimos una carrera sin mucho tráfico, pero en la que tuvimos que efectuar numerosos adelantamientos también; para acabar el primero de entre los mortales, en octava posición; y gracias a Norris, fuimos séptimos", dijo.