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Fútbol

El ambicioso mensaje de Gil Marín para el Cholo Simeone

El Atlético ya se ha gastado algo más de 150 millones de euros en el mercado veraniego. "Estamos haciendo una plantilla para soñar en grande", asegura el consejero delegado rojiblanco

Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid
Gil Marín, consejero delegado del Atlético de MadridAgencia EFE

Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, ha asegurado que el club está "haciendo una plantilla para soñar en grande" y resaltó la Ciudad del Deporte, en torno al Metropolitano, como "el proyecto más ambicioso jamás creado por un club de fútbol alrededor de su estadio".

"Hace un año tomamos la decisión de renovar y rejuvenecer el primer equipo. Llevábamos unos años con un muy buen grupo de jugadores, pero tocaba hacer cambios. Muchos han dejado el club en estas dos últimas temporadas y a todos ellos, de corazón, quiero darles las gracias por su esfuerzo y compromiso con el club", explicó en una entrevista publicada en la página web oficial del club.

"Creemos firmemente que estamos haciendo una plantilla para soñar en grande. Somos ambiciosos, tomamos riesgos, hemos incorporado e incorporaremos nuevos socios dispuestos a invertir capital, que es necesario para seguir creciendo en lo deportivo, en lo social y en infraestructuras", continuó Gil Marín, después de incorporar ya seis fichajes durante este verano.

Con una inversión superior a 150 millones de euros, sin contar variables, el Atlético se ha reforzado con los defensas Matteo Ruggeri (Atalanta), David Hancko (Feyenoord) y Marc Pubill (Almería); los centrocampistas Johnny Cardoso (Betis) y Álex Baena (Villarreal); y el media punta Thiago Almada (Botafogo), campeón del mundo con Argentina, a la espera de qué sucede con Carlos Martín, que ha vuelto de su préstamo al Alavés. A la vez, han salido del equipo hasta ocho jugadores de la plantilla del pasado curso: los centrales Axel Witsel y César Azpilicueta, el lateral Reinildo Mandava, los centrocampistas Rodrigo de Paul y Thomas Lemar, los extremos Rodrigo Riquelme y Samuel Lino y el delantero Ángel Correa, aparte de Saúl Ñíguez, que jugó cedido la pasada campaña en el Sevilla, y Santiago Mouriño, recomprado al Alavés y traspasado al Villarreal.

Entre la pasada temporada y la próxima, el Atlético ha incorporado hasta once jugadores nuevos (hace un año fichó a Juan Musso, Clement Lenglet, Robin Le Normand, Conor Gallagher y Julián Álvarez) para transformar la mitad de su plantilla en la actualidad entre ambos cursos.

"En las ocho últimas temporadas hemos realizado una inversión neta de 890 millones entre jugadores, instalaciones y franquicias internacionales. Esta cantidad es la diferencia entre los ingresos del club por ventas de jugadores y del estadio Vicente Calderón y las inversiones en jugadores e infraestructuras del club, incluida la sede de Alcalá de Henares", recordó Gil Marín.

"La franquicia de México ha supuesto una inversión de algo más de 50 millones de euros, el 90 por ciento es propiedad del Atlético de Madrid y su valor actual ronda los 150 millones de euros. México es un país enorme, con un potencial social muy grande y su fútbol está en una clara tendencia creciente, y con ello, el valor de un club que pertenece al Atlético", añadió.

Paralelamente, avanza el proyecto de la Ciudad del Deporte en torno al estadio Riyadh Air Metropolitano. "Cuando firmamos el acuerdo para desarrollar la Ciudad del Deporte, asumimos varios compromisos: con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, con los vecinos, con los aficionados del Atlético de Madrid, pero, sobre todo, con el club y su futuro". "Este proyecto va a cambiar la imagen y la dimensión del club, sus ingresos y los servicios a los aficionados del Atlético y a todos los que quieran disfrutar de la oferta de ocio y deportes que podremos ofrecer desde la próxima temporada", resaltó el consejero delegado. "Es el proyecto más ambicioso jamás creado por un club de fútbol alrededor de su estadio. Será ejemplo para otros y nos permitirá mostrar al mundo que el fútbol de hoy, que ya es una verdadera industria deportiva, puede virar hacia una industria de entretenimiento, de experiencias, de contenidos, de convivencia, sin olvidar la pasión por unos colores, por un escudo y por el resultado de cada partido", expresó.

"El corazón del club son sus aficionados, nuestra razón de ser es trabajar por y para ellos. Y a ello le dedicamos un montón de personas una gran parte de nuestra vida. Y ellos valoran esta dedicación, como lo demuestra el crecimiento permanente de la familia atlética", indicó.

"También me debo a los accionistas de la sociedad que gestiona el club y, para mí, por mi doble condición de aficionado y accionista de la sociedad, me toca buscar el difícil punto de equilibrio entre que los aficionados se sientan al mismo tiempo orgullosos de pertenecer a este maravilloso club y de nuestra gestión y que los accionistas entiendan por qué asumimos riesgos al confeccionar los presupuestos. Es nuestra fórmula para seguir creciendo, ser competitivos y que los aficionados sientan orgullo de pertenencia. Y al mismo tiempo es la fórmula para revalorizar las acciones de los accionistas de la sociedad", declaró.

Además, Miguel Ángel Gil mostró su agradecimiento a "socios, abonados, patrocinadores, leyendas, senadores, peñas, voluntarios, jugadores, técnicos, empleados, seguidores... Somos muchos y a todos ellos quiero agradecerles su lealtad y compromiso con el Atlético de Madrid. Nuestra pasión y nuestra forma de entender la vida son un tesoro que tenemos que proteger entre todos y que nos va a permitir seguir haciendo las cosas a nuestra manera, con nuestros valores, y competir con los que son más fuertes que nosotros", concluyó.

La vuelta de Champions contra el Madrid

Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, expresó que el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con el Real Madrid, con "un claro error arbitral" en el penalti anulado a Julián Álvarez en la tanda decisiva, marcó el "ánimo para el resto de la temporada" de su equipo y explicó que le "costaba conciliar el sueño por la rabia". "El equipo compitió muy bien hasta la semana del partido de Champions contra el Real Madrid. El partido previo contra el Getafe ya dio signos de lo que representaba para el vestuario. Terminó mal (con derrota por 2-1 en los instantes finales) por tener la cabeza en otro partido (en el derbi ante el Real Madrid) desde el inicio de la segunda parte", recordó.

"Desde ese día, mi obsesión fue la de intentar levantar el ánimo de jugadores, entrenador, compañeros de trabajo, presidente y el mío propio, para evitar un daño aún mayor que nos afectase al resto de competiciones en las que aún seguíamos compitiendo", expuso. Gil Marín comprende "perfectamente la decepción y el enorme enfado de todos los atléticos" por el penalti anulado por el árbitro Simon Marciniak, a instancias del VAR, y que supuso la eliminación del equipo rojiblanco de la Liga de Campeones.