Copa del Rey

Javier Aguirre, un vasco contra el Athletic

Los padres del entrenador del Mallorca, emigrantes vizcaínos en México, trasladaron a sus hijos la pasión por el equipo rojiblanco

GRAFAND327. SEVILLA, 05/04/2024.- El entrenador del Real Club Deportivo Mallorca, Javier Aguirre, durante la rueda de prensa previa a la final de la Copa del Rey que este sábado disputará su equipo contra el Athletic Club en el estadio de La Cartuja de Sevilla. EFE/Julio Muñoz
Javier Aguirre, entrenador del Real Club Deportivo MallorcaJulio MunozAgencia EFE

«No sé ni lo que voy a decir. No hago guiones y a veces sale y a veces no sale», dijo Javier Aguirre cuando le preguntaron en la conferencia de prensa previa al partido por la charla que iba a dar a los jugadores antes del partido. «Va a ser algo natural, no puedes actuar, porque lo detectan. No puedes fingir, inventarte palabras que ni tú mismo sientes porque si no hablas con esto [señalándose el corazón], estás jodido», añadía.

La naturalidad es una de las claves del entrenador del Mallorca. Un técnico con una extensa carrera como jugador y como entrenador, pero que reconoce que en su casa a quien le gusta el fútbol de verdad es a Silvia, su mujer. Aguirre desdramatiza los partidos, antes y después, y la prueba es esa tanda de penaltis contra la Real que llevó al Mallorca a la final y que sus jugadores vivieron con una sonrisa, conscientes de que la presión estaba del otro lado.

La casualidad ha querido que la final la juegue contra el Athletic Club, el equipo del que eran aficionados sus padres. Basilio, el padre, nació en Ispaster; Mari Carmen, su madre, en Guernica. Los dos, municipios vizcaínos. Los dos, hinchas del Athletic que fueron a buscarse la vida en México. Allí nació Javier, apodado el «Vasco». Y no por nada. «Tengo los ocho apellidos vascos», reconocía en una entrevista en Movistar+ hace unos días. «Ya me sacaron los 16», reconoció en la conferencia de prensa. «Se juntaron los familiares de mi madre con los de mi padre y me sacaron los 16. Chúpate esa mandarina», admitía el preparador del Mallorca, que a pesar del parentesco no ha conseguido que se olviden de su pasión por el Athletic. «Yo creo que están con ellos», dice. «Pero les hice dudar». «Está bien, yo haría los mismo. Yo recuerdo en casa, en México, era el Athletic de Bilbao. Mis hermanos vinieron un verano a España, a Guernica, y volvieron más del Athletic. Yo creo que están más para allá que para acá», dice.

Los dos primeros apellidos, Aguirre y Onaindia, le bastaron para que en su momento se especulara con la posibilidad de que fichara por el Athletic cuando era futbolista. Las normas eran menos permisivas entonces, y se quedó en Osasuna hasta que una lesión de tibia y peroné lo mandó de vuelta a México y abrió las puertas de Osasuna a Michael Robinson.

La tarea de Aguirre ahora es tratar de que el Mallorca sea campeón de Copa por segunda vez en su historia. Algo que resultaba inimaginable cuando se hizo cargo del equipo. «Vino en una situación muy complicada, con un pie en Segunda», reconocía Alfonso Díaz, el CEO del club, en un desayuno en la agencia Efe el pasado lunes. «Dio personalidad e identidad al equipo. Lo primero era no encajar goles y luego convertirnos en un equipo rocoso, difícil de vencer», añadía. «Somos un equipo sólido, competitivo y los jugadores se dejan el alma. Eso nos ha dado Aguirre», asegura Díaz.

El técnico mexicano acaba contrato y, a pesar de todo, no le han ofrecido la renovación. «Aguirre es una parte importante del club y está haciendo un buen trabajo», admite el presidente, Andy Kohlberg. Pero el teléfono no suena. «No me ha llamado nadie», admite el preparador mexicano con una sonrisa.