Chamartín

La nueva estación de Chamartín, epicentro del futuro distrito financiero de Madrid

La reforma del gran «hub» ferroviario español arrancará antes de que acabe el año, si el coronavirus lo permite. Tendrá más plazas hoteleras y más restaurantes abiertos al nuevo parque central, y servirá de centro de exposiciones y conciertos

Futuro intercambiador en Chamartín
Futuro intercambiador en ChamartínLa Razónla Razón

La nueva estación de Chamartín, encuadrada dentro de la remodelación del norte de la capital, echará a andar previsiblemente antes de que acabe el año, según las aspiraciones del gestor ferroviario Adif. El pistoletazo de salida para la reforma completa de esta vasta infraestructura y del edificio que la alberga lo marca la apertura del concurso internacional para su remodelación, al que tienen previsto presentarse los más prestigiosos estudios de arquitectura.

Los requisitos estéticos y operativos que contempla Adif para el proyecto implican que la estación no sólo ganará presencia y envergadura, pudiendo levantar más plantas de las dos actuales, sino que se tratará de un proyecto icónico que convertirá la estación en el epicentro del distrito financiero que compondrán las cinco torres (las cuatro existentes y la torre Caleido, en construcción) más los tres rascacielos diseñados en el macroproyecto Madrid Nuevo Norte.

Una de las maaquetas que recrean la posible futura estación
Una de las maaquetas que recrean la posible futura estaciónLa Razónla Razón

La estación, que se convertirá en el gran «hub» ferroviario de España, junto con la «terminal» de Puerta de Atocha, al sur de la capital, ganará espacios para el comercio, la restauración y el ocio, que se unirán a los existentes en la base de la Torre Caleido, destinados a cubrir la demanda de los miles de estudiantes que llegarán cada día al campus vertical de este rascacielos y de los cerca de 125.000 trabajadores que podían llegar a albergar los tres nuevos rascacielos –entre ellos, el más alto de España, con 300 metros– y las decenas de edificios de uso comercial previstos.

La proximidad de la estación al nuevo parque de trece hectáreas que facilita el soterramiento de las vías férreas, permite a la nueva estación de Chamartín cobrar protagonismo, convirtiéndose en mucho más que un simple edificio de tránsito de viajeros.

Más hoteles, conciertos y exposiciones

En este sentido, Adif pretende que la estación no sólo gane en uso comercial, de ocio e incluso hotelero –actualmente alberga un cuatro estrellas, el Hotel Weare, con 378 habitaciones–, generando dinamismo en un barrio con carencias que acomodará, además, a nuevos residentes, ya que el distrito financiero contará también con edificios residenciales. El gestor busca que la nueva estación de Chamartín transforme también la vida cultural de la ciudad y se convierta en un polo donde tengan cabida exposiciones, conciertos y eventos.

Sin embargo, la remodelación de la estación no es más que el armazón de un proyecto más ambicioso: la creación de una sola estación ferroviaria en Madrid con dos terminales (Chamartín y Atocha) unidas por un túnel por el que transcurrirá la Alta Velocidad. Un «hub» al estilo de Barajas, con la ventaja de que ambas «terminales» ferroviarias se encuentran enclavadas en el centro de la ciudad (Atocha), y en el corazón de la «City» madrileña (Chamartín). Este túnel, en servicio a finales de 2020 o principios de 2021, unirá la red de Alta Velocidad de toda España, actualmente desconectada por las vías muertas de Atocha.

La puesta en servicio de este túnel implica la necesidad de una nueva estación subterránea y pasante en Atocha que permita la parada de los trenes que sigan hacia Chamartín por el nuevo túnel, cuyos proyectos ya están en marcha. Por otro lado, la segunda actuación estratégica consiste en una importante ampliación de la estación de Chamartín, de forma que pase de tener seis vías y tres andenes de alta velocidad en la actualidad a tener 18 vías y nueve andenes.

La ampliación se plantea en dos fases. La primera, que incluye cuatro nuevas vías de alta velocidad y la transformación de otras dos, hasta un total de 12 vías y seis andenes de alta velocidad, así como una primera ampliación del edificio de viajeros y la remodelación de sus accesos, para permitir que, a su vez, se puedan acometer las obras de la nueva estación pasante y subterránea de Atocha.

Una vez puesta en servicio la primera fase de ampliación de la estación de Chamartín y, tras la puesta en servicio de la estación pasante de Atocha, se podrá acometer la segunda fase de la ampliación de Chamartín hasta las 18 vías y nueve andenes en ancho estándar (para alta velocidad). Esta segunda ampliación desarrollará por completo la solución plasmada en el estudio informativo, incluyendo la realización de una nueva zona de vestíbulo de acceso al tren en la cabecera norte de los andenes. La segunda fase implica la total remodelación de la estación de Chamartín.