Los aranceles ponen contra las cuerdas a sectores clave: el agroalimentario, el campo y el cosmético

Más de 27.000 empresas españolas se juegan en esta guerra comercial con Estados Unidos unas exportaciones totales por encima de los 18.000 millones de euros, más del 1% del PIB español, según las últimas cifras conocidas correspondientes al cierre de 2024 del ICEX, aunque el coste real de este impacto alcanzaría unos 4.500 millones. A esto habría que sumar que la ralentización de la economía europea provocada por las restricciones arancelarias también tendrá una repercusión sobre nuestras exportaciones, particularmente en los sectores que suministran componentes a la industria automotriz. El valor estimado de las exportaciones españolas que se incorporan en los envíos de otros países europeos hacia EE UU ronda los 9.000 millones de euros. Junto a la industria, hay dos sectores que van a sufrir especialmente: el agroalimentario –y por tanto el campo– y el cosmético. En el primero de ellos, la creciente pujanza de estas exportaciones hacia EE UU se elevó un 73% en un lustro.

El informe especial del Ministerio de Agricultura sobre el comercio bilateral de exportaciones agroalimentarias y pesqueras con Estados Unidos refleja que en este mismo periodo las importaciones desde Estados Unidos han crecido, pero a un menor ritmo, en concreto, el 39%. Así, el saldo comercial se ha elevado un 155% entre 2020 y 2024 a favor de España. De acuerdo con esta estadística, España vendió 798.749 toneladas de productos agroalimentarios y pesqueros en 2024, por un valor de 3.609 millones de euros. Esto significa un incremento del 21,4% en valor y del 7% en volumen. En el caso de las importaciones, han caído levemente en valor en el último ejercicio, un 0,8%, a pesar de haber registrado un incremento del 40%. Por tanto, el saldo comercial 2023/2024 tuvo una variación del 72%.

Estados Unidos se sitúa como el sexto mercado para los alimentos españoles. Entre los productos preferidos en el mercado estadounidense, el aceite de oliva es de largo el producto español con más llegada a los hogares estadounidenses. Hasta un 57% han crecido las exportaciones en solo dos años, hasta quedarse en 1.103,4 millones en 2024. La segunda partida en importancia es la de los vinos y mostos que, por contra, se apunta un ligero retroceso del 2,8% desde 2022, ya que en 2024 se han vendido caldos españoles en Estados Unidos por valor de 334,8 millones, frente a los 344,6 de 2022. Legumbres y hortalizas en conserva ocupan la tercera posición entre los alimentos españoles más demandados en EE UU. Crecen a un ritmo del 23,7% en dos años y alcanzaron los 2.471,1 millones en el último ejercicio. La aceituna de mesa (200 millones); moluscos congelados (84 millones) y productos hortícolas (74 millones) cierran otras partidas comerciales importantes.

Entre los diez tipos de productos agroalimentarios y pesqueros más exportados aparecen también los artículos de confitería sin cacao, los quesos, los jugos y extractos vegetales, la pimienta, los moluscos y los crustáceos y pesquerías preparadas o conservadas, de acuerdo al informe de Agricultura.

¿Y qué es lo que nos llega desde Estados Unidos? Principalmente habas de soja, frutos secos, el maíz y bebidas espirituosas. A 649 millones de euros ascendió la factura de España para comprar habas de soja; la importación de frutos secos ocupa la segunda posición por importe al llegar a los 488,7 millones de euros, un 20% menos que hace dos años; el maíz sumó 211,1 millones y las bebidas espirituosas, 136,3 millones.

Todas estas cifras se verán duramente impactadas por los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que complicarán aún más el acceso al aceite de oliva de las familias de bajos ingresos en el país. Es la advertencia que ha lanzado la Asociación Norteamericana del Aceite de Oliva (NAOOA, en inglés). Estados Unidos es el tercer mayor importador de este producto en el mundo. El primero de los productores de aceite que exportan al mercado estadounidense es España, seguido de Turquía, Italia, Túnez y Grecia. Pero a partir de ahora esa curva se puede invertir, ya que España va a sufrir más aranceles a su aceite que, por ejemplo, Turquía, que solo tendrá que afrontar el 10%, con lo que tendrá ventaja a la hora de comerciar.

Tras una ligera bajada de precios minoristas gracias a una mejor cosecha, el sector esperaba este año recuperarse de las pérdidas ocasionadas en 2024 por la sequía. «Desafortunadamente, los aranceles lo harán imposible. A medida que los precios sigan subiendo, prevemos que perderemos aún más familias en 2025, a menos que se llegue a un acuerdo para reducir o eliminar estos costos adicionales», dijo a Efe el director ejecutivo de NAOOA, Joseph Profaci.

El sector agroalimentario pide actuar con contundencia ante esta nueva política comercial de Trump. Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) cree que la reacción debe ser «rápida, contundente y con reciprocidad» a los aranceles por parte del Gobierno y la UE, que deben «forzar una negociación que devuelva a las circunstancias normales el comercio internacional».

Por su parte, Rafael Pico, director adjunto de la patronal Asoliva señala que «seremos de los más perjudicados» y la interprofesional del cerdo ibérico (Asici) ve «incoherente» que se les aplique aranceles, ya que EE UU «no cuenta con producción propia», y confía en la capacidad negociadora de la UE para «mitigarlos en parte».

El sector agroalimentario ya sufrió en 2019 la imposición de aranceles adicionales por parte de la primera Administración de Trump contra 113 productos españoles por cerca de 7.000 millones de euros por la disputa con la UE por los subsidios a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing. Aunque los aranceles fueron suspendidos en 2021 durante cinco años, todavía está pendiente su eliminación definitiva y siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa, que tiene desde 2018 un arancel del 35 % –en algunos casos reducido al 31%– por otro litigio ligado a las subvenciones comunitarias por supuesta competencia desleal, lo que ha causado pérdidas de más de 280 millones de euros, según la patronal del sector Asemesa. En 2023, la Comisión Europea llevó de nuevo a EE UU ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que reabrió el contencioso después de que Washington se resistiera a eliminar dicho arancel, en contra de un primer fallo de la OMC.

El otro gran sector que verá muy tocadas sus exportaciones es la cosmética. La industria española de la belleza y del perfume es una referencia global que superó el pasado año los 11.200 millones de euros en consumo interior, una cifra récord que supone un incremento del 7,7% con respecto a 2023, y ya es el segundo exportador mundial de perfumes y el cuarto mayor mercado de la UE. En 2024, las ventas al exterior alcanzaron nada menos que 9.589 millones de euros, otro récord para un sector que es pionero en tecnología y que emplea a un 21% de profesionales con perfiles altamente cualificados, desde biólogos a químicos o farmacéuticos. según los datos presentados por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). El sector cosmético cerró el pasado año con un crecimiento sólido del 23% en exportaciones, lo que supone un aumento de más de un 100% en los últimos cinco años.

Está por ver cómo afectarán los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. Casi la mitad de los productos de cosmética, perfume y aceites esenciales que se venden en el extranjero –el 48%– se despachan en destinos extracomunitarios Estados Unidos es el principal mercado extracomunitario de destino de nuestras exportaciones, con más del 10%, que se traducen en unos 1.000 millones de euros. Ahora, todas esas cifras quedarían en suspenso.

Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y País Vasco, las regiones más afectadas

Cinco regiones españolas se verán especialmente impactadas por la guerra comercial. Cataluña, con unas exportaciones a Estados Unidos de 4.351 millones de euros en 2024, es la comunidad autónoma más afectada, con 3.188 millones en vilo. En Andalucía son numerosos los sectores afectados por estos aranceles, fundamentalmente el sector agroalimentario. Las exportaciones andaluzas a Estados Unidos sumaron en 2024 un total de 3.188 millones de euros, el 7,8% del total. Para la Comunidad Valenciana, Estados Unidos es también el principal socio comercial fuera de la UE y el cuarto destino de sus ventas exteriores, de tal forma que exportó en 2024 productos por valor de 2.850 millones de euros. La Comunidad de Madrid se sitúa en cuarto lugar en términos de exportación a ese mercado, con un valor de 2.149 millones de euros, el 4,4% del total. En el País Vasco, hay más de un millar de empresas afectadas, con unas ventas de 1.992 millones, el 6,4%. Los aranceles les generaría 400 millones en sobrecostes.