
Comercio
Los aranceles de Trump pueden reducir las exportaciones españolas a EE UU en hasta un 25%, con pérdidas de 4.300 millones de euros
El Club de Exportadores advierte de que la guerra arancelaria provocará un encarecimiento de los productos, generando inflación y reduciendo la renta disponible
Todos los sectores productivos de España y de la UE están en alerta roja tras la guerra comercial desatada por Donald Trump con sus nuevos aranceles. En pleno auge de la incertidumbre, el Club de Exportadores ha advertido de que las exportaciones españolas a EE UU podrían reducirse hasta un 25%, con pérdidas cercanas a los 4.300 millones, en torno al 0,3% del PIB español, por la batería de aranceles anunciada el miércoles por el presidente estadounidense, que incluye tasas del 20% para los productos procedentes de la UE.
La Cámara de Comercio de España modera el potencial impacto a una reducción del 14,3% de las exportaciones de España a Estados Unidos, ya que la exposición de nuestro país al aumento arancelario de Trump es inferior a la que presentan otros socios comunitarios porque el grueso de las exportaciones españolas se dirige a la UE y resto de Europa (en torno al 74% del total), frente al 5% que suponen las ventas de España a Estados Unidos. En términos de PIB, apenas supondría una reducción del 0,21% anual, según sus cálculos. No obstante, la Cámara reconoce que el impacto negativo de los aranceles estadounidenses sobre los principales socios comerciales de España, como Alemania, Francia o Italia, puede reducir la demanda de productos y servicios fabricados en España. Según las estimaciones de la Comisión Europea, los aranceles de Trump pueden ocasionar hasta 81.000 millones anuales de pérdidas en exportaciones europeas.
España afronta estos aranceles con un balanza comercial negativa respecto a este país (se importa más de lo que se exporta), después de que en 2024 el déficit aumentara un 6,9%, hasta 10.013,5 millones de euros, 649,8 millones superior al registrado en 2023. En total España, exportó en 2024 a EE UU 18.179,1 millones de euros, un 3,8% menos que un año antes, mientras que importó 28.192,6 millones, un 0,3% menos, según los datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. De acuerdo con el Club de Exportadores, aunque Estados Unidos mantiene un superávit comercial con España, la aplicación de estos aranceles podría "perjudicar severamente" a sectores "clave" de la economía española.
El aceite de oliva será el producto más afectado (1.103 millones de euros en 2024 en exportaciones a EE UU), seguido por los aceites de petróleo o de minerales (1.104 millones), los transformadores eléctricos (772 millones), los medicamentos (571 millones), el vino (335 millones) y las partes y accesorios para vehículos (249 millones de euros). Particularmente crítica es la situación del sector vinícola, advierte el Club de Exportadores, donde la posible imposición de aranceles del 20% podría expulsar prácticamente al vino español de EE UU. En este sentido, Miguel Ángel Padilla, secretario general de la asociación agraria COAG, señala que los aranceles "van a afectar directa e indirectamente a nuestros agricultores especialmente a los productores de vino y aceite de oliva cuyas exportaciones suponen en torno a los 1.000 millones de euros anuales al mercado estadounidense".

Por sectores de actividad, según datos del Club de Exportadores, las exportaciones españolas a EE UU en 2024 de maquinaria y material eléctrico se situaron en 5.200 millones euros; en el sector químico-farmacéutico, fueron de 3.500 millones euros; en cuanto a industria metalúrgica, las cifras alcanzaron los 540 millones euros, siendo 413 millones de hierro y acero y 123 millones de metales no ferrosos, como aluminio; y, respecto al sector agroalimentario, las exportaciones fueron de 3.400 millones de euros.
Según los exportadores, los aranceles tendrán "graves consecuencias económicas" que no solo se traducirán en pérdidas comerciales, sino que también reducirán significativamente el crecimiento económico global e incrementarán la inflación, perjudicando tanto a consumidores, al reducir la renta disponible, como a sectores productivos, ha afirmado el presidente del Club de Exportadores, Antonio Bonet. Asimismo, la entidad ha advertido de que la imposición de estos aranceles provocará una contracción en el volumen de intercambios internacionales, debilitando la aportación del comercio exterior al crecimiento del PIB mundial.
Por otro lado, la organización ha resaltado que la imposición de elevados aranceles por parte de Estados Unidos a muchos países va a provocar también "un efecto desviación de comercio", puesto que productos de terceros países -como Japón, Corea o Vietnam- que antes se exportaban a Estados Unidos ahora tratarán de venderse en la propia UE o en terceros países, desplazando así a exportaciones españolas y europeas o a la producción local.
Para evitar que "una guerra arancelaria entre ambos bloques puede provocar una recesión económica en la UE, que es el principal cliente de España y, por tanto, reducirse aún más la exportación total española", Bonet propone negociar en positivo con Estados Unidos. El presidente del Club de Exportadores recomienda a la Unión Europea reducir mutuamente los aranceles, evitar aplicar el paquete "anti coerción" aprobado por la Comisión Europea en 2023, explorar vías de acuerdos estratégicos relacionados con defensa (incluyendo el aumento de compras de armamento estadounidense) y revisar temas "sensibles" como las multas a tecnológicas norteamericanas y la "digital tax" que está en vigor en algunos países de la UE como España, por ejemplo.
Asimismo, el presidente del Club de Exportadores señala que "la Unión Europea dispone de otras alternativas negociadoras, como la reducción de aranceles europeos en sectores específicos como automóviles, calzado deportivo o plásticos, áreas donde los aranceles de la UE son significativamente superiores a los de EE UU". Además, el Club propone suavizar sanciones a empresas tecnológicas norteamericanas por abusos de posición dominante, simplificar regulaciones en inteligencia artificial, así como avanzar en la simplificación administrativa y desregulación europea para fomentar el crecimiento de las empresas tanto europeas como estadounidenses.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirma que Europa debe defenderse de los aranceles de Trump, pero con un enfoque "moderado", para no meterse "en una guerra arancelaria muy dura" que "no sería bueno" emprender contra un país que "es amigo". "España tiene 80.000 millones de inversión en Estados Unidos, el país donde más intereses tenemos en cuanto a las inversiones y tenemos que tener en cuenta que este país es nuestro principal inversor en España", ha subrayado en declaraciones a la prensa en el marco de un encuentro empresarial con el presidente ejecutivo de BMW Group España y Portugal, Manuel Terroba.
Garamendi se ha mostrado partidario de buscar otros nuevos mercados como para vender los productos que no puedan llevarse al mercado norteamericano. Pero para el presidente de la CEOE, lo que tiene que hacer Europa es "ponerse las pilas y ya no hablar tanto de lo que hay que hacer, sino actuar inmediatamente" para potenciar la autonomía estratégica en materias primas, en defensa o en ciberseguridad, entre otras áreas.
En la misma línea se han manifestado las empresas de Estados Unidos activas en el mercado comunitario, que han alertado del daño generalizado de los aranceles y han instado a la Unión Europea a "no alimentar el ciclo de represalias" con contramedidas sino a buscar una salida negociada a la guerra comercial, ha argumentado el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la UE (AmCham EU), Malte Lohan, en un comunicado.
Por su parte, COAG reclama a la UE y al Gobierno español "firmeza para desplegar todas las herramientas diplomáticas a su alcance y normalizar cuanto antes las relaciones comerciales entre Europa y Estados Unidos". Asimismo, Padilla subraya que desde el sector agrario no van "a tolerar que ningún eslabón de la cadena agroalimentaria especule con esta situación y utilice de manera injustificada los aranceles para presionar a la baja los precios pagados en el campo".
Ayer, en lo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, bautizó como el "Día de la Liberación", el país norteamericano impuso nuevos "aranceles recíprocos" que han desatado el pánico entre los exportadores y en las bolsas de todo el mundo, que caen de forma generalizada este jueves. En concreto, Trump estableció aranceles del 25% a la importación de coches extranjeros, mientras que todos los productos procedentes de la Unión Europea enfrentarán unos aranceles 20% y los de China, de un 34% que se suma al 20% vigente, hasta un 54%.
Japón y Corea del Sur serán gravados con un 25%, Vietnam con un 46%, Camboya con un 49%, Taiwán con un 32% y el Reino Unido con un 10%. Asimismo, las importaciones de Argentina, Brasil, Colombia y Chile, junto con otros países latinoamericanos, estarán sujetas a unos aranceles del 10%. Canadá y México, que tienen un tratado de libre comercio con EE.UU., han evitado la nueva oleada de aranceles. Sin embargo, se mantienen los del 25% que Trump impuso al acero y aluminio de estos países.
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