Tribunal de Cuentas

La Fiscalía pide que Puigdemont y 30 ex altos cargos paguen 3,1 millones por el desvío de fondos del 1-O

Considera acreditado que el expresident, Junqueras y Artur Mas, entre otros, provocaron un menoscabo "real y efectivo" en las arcas públicas

Free Catalan separatist leaders Oriol Junqueras (L) is welcomed by Former Catalan leader Carles Puigdemont ahead of a meeting at Casa de la Republica Catalana in Waterloo.
Free Catalan separatist leaders Oriol Junqueras (L) is welcomed by Former Catalan leader Carles Puigdemont ahead of a meeting at Casa de la Republica Catalana in Waterloo.STEPHANIE LECOCQEFE/EPA

La Fiscalía ha pedido al Tribunal de Cuentas que determine la responsabilidad contable de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y una treintena de exaltos cargos de la Generalitat por el supuesto desvío de 3,1 millones de euros para financiar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y promocionar el "procés" en el extranjero a través de Diplocat.

En su escrito de conclusiones -en el que insiste en que la ley de amnistía, que extinguirá la responsabilidad contable de los encausados, aun no ha entrado en vigor-, el fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, Manuel Martín-Granizo, considera acreditada la responsabilidad contable tanto de Puigdemont, en su condición de "responsable máximo de la Generalitat" en el momento de los hechos investigados, como de Junqueras y los exconsellers Raül Romeva, Dolors Bassa y Jordi Turull, condenados todos ellos por prevaricación por el Tribunal Supremo por su papel en el "procés".

La responsabilidad contable de Artur Mas y Puigdemont, asegura el representante del Ministerio Público, en relación a la promoción exterior del "procés", deriva "de su participación y dirección de todos los proyectos, estrategias y procedimientos necesarios para desarrollar relaciones y actividades en el ámbito internacional, excediendo los límites de la promoción en el exterior de los intereses del conjunto de Cataluña".

En cuanto a Junqueras, destaca su "especial protagonismo" en la ordenación de pagos por el papel que le otorgaba la Ley de Finanzas Públicas catalana como responsable de Hacienda.

"El menoscabo es real y efectivo, al haberse producido la salida de los fondos implicados del patrimonio del ente perjudicado, y se encuentra plenamente individualizado", destaca el fiscal, "con identificación de cada uno de los actos que dieron lugar al perjuicio".

Además, resalta, "se encuentra acreditado que fueron los actos desplegados por los demandados los que dieron lugar a la producción del perjuicio, por ser su causa inmediata y directa, sin que exista ninguna duda acerca de que los daños resultan objetivamente imputables a su conducta".

En cuanto al desvío contable para la organización del referéndum del 1 de octubre, el fiscal entiende que se ha probado "un alcance de los fondos públicos por importe de 883.695 euros", del que son responsables "el presidente y consejeros del Gobierno de la Generalitat y los funcionarios que intervinieron en los gastos".

Esos pagos se efectuaron, explica, "sin la adecuada justificación, al no responder a la consecución de objetivos y fines legales y legítimos, sino a la organización del referéndum de autodeterminación", amparándose en el acuerdo del Govern de 7 de septiembre de 2017 que autorizaba "la utilización, en general, de los recursos humanos, materiales y tecnológicos necesarios para garantizar la adecuada organización y desarrollo del referéndum". En base al cual Puigdemont y los consellers dispusieron que el coste de la consulta soberanista prohibida por el Tribunal Constitucional y el TSJ de Cataluña se sufragase con el presupuesto de la Generalitat.

Aunque Puigdemont, precisa, no interviniera en las siguientes fases de la tramitación presupuestaria "le resulta atribuible la presunta responsabilidad contable derivada de ser la autoridad que aprobó la totalidad de los gastos inherentes a la consulta". En cuanto a Junqueras, añade, se le atribuye responsabilidad contable "por la totalidad de los gastos" debido al "especial protagonismo" que le otorgaba la Ley de Finanzas Públicas de Cataluña, como responsable del Departamento de Hacienda, en relación a la orden de pagos y la coordinación de la tesorería de los organismos autónomos y empresas de la Generalitat.

De Romeva, Turull y Bassa dice que se les achaca igualmente el desembolso total "por la deslealtad que representa haber puesto la estructura de sus respectivos departamentos al servicio de una estrategia incontrolada de gasto público al servicio del referéndum ilegal".

En cuanto a Bassa, entonces consejera de Trabajo, señala expresamente la participación de su departamento en el gasto de 161.315,69 euros "directamente relacionado con el referéndum ilegal del 1-O".

La Fiscalía también se refiere a la promoción exterior del "procés" que fue financiada con dinero público a través de Diplocat. En tota, se desviaron para este fin 2.209.503,8 euros.

Una actividad que incluyó, explica, tanto los viajes realizados por Puigdemont y sus consejeros como los gastos efectuados por las distintas delegaciones de la Generalitat en el extranjero y las diversas actividades de Diplocat, en particular las destinadas a promocionar el proceso soberanista.

En esa promoción exterior, el fiscal advierte "un gran número de actuaciones irregulares bien por no tener encaje en el seno de las competencias autonómicas de acción exterior por su directa vinculación con la expansión y difusión internacional del proceso de transición y del derecho a la autodeterminación, bien por la falta de justificación de determinados gastos analizados".

La responsabilidad por estos hechos afecta, detalla, "a presidentes y consejeros de las dos legislaturas en las que se efectuaron los gastos" y también a personas que ocupaban "escalones intermedios" en los departamentos afectados.

La gestión realizada en ocasiones por las "embajadas" catalanas (a las que también imputa gastos indebidos en relación con el 9N), explica, "no se ajustó a la legalidad vigente, ni las transferencias recibidas se aplicaron a las finalidades previstas, existiendo gastos en las delegaciones que debían haberse tramitado desde la Administración con los controles de la intervención correspondientes".

Puigdemont, Junqueras y el resto de encausados por estos hechos, subraya, "lejos de adoptar una actitud respetuosa con los mandatos constitucionales y responsabilizarse de que los fondos públicos no se destinaran a sufragar actividades cuya finalidad estaba dirigida a expandir y buscar apoyo internacional para el proceso secesionista, la autodeterminación y la idea del referéndum", participaron "activamente" en la consecución de dichos objetivos, "a los que contribuyeron e impulsaron en el ejercicio de su cargo".

Tras apuntalar la responsabilidad contable de Puigdemont, Mas y Junqueras, asegura que en el caso de los exconsellers de Presidencia y Exteriores, Francesc Homs y Raül Romeva, respectivamente, aquella deriva "de la especial implicación de estos en la dirección de la acción exterior de Cataluña".