El espejo del alma: Paloma Lago: Tipazo y cara pepona por los rellenos

Coincidí con ella hace un par de años en un taller de nutricosmética: misma figura esbelta (herencia de su casi papel como chica Bond), pero con un rostro que delataba un diálogo entre la naturalidad y la intervención experta. Según el Doctor Ángel Martín, director médico de Clínica Menorca, su rejuvenecimiento facial es obra de una estrategia de «precisión milimétrica»: En el tercio superior del rostro se ha aplicado toxina botulínica para suavizar las arrugas de expresión, logrando un efecto rejuvenecedor sin perder naturalidad ni dinamismo. En la zona de los pómulos, se ha infiltrado ácido hialurónico para recuperar volumen y combatir la flacidez, posiblemente Profhilo, un ácido hialurónico ultrapuro que proporciona una hidratación profunda y mejora la calidad de la piel uno 500€. Como tratamiento preventivo y regenerador a largo plazo, se ha inyectado un estimulador de colágeno, cada vez más popular por su efecto natural, mínimamente invasivo y altamente eficaz. Actúa como un «fertilizante» para los tejidos, promoviendo firmeza, elasticidad y luminosidad de manera progresiva y duradera. Todo por 650€.

Todo ello, con resultados que respetan su fisonomía: ni un milímetro de exceso, solo esa elegancia tirante que parece desafiar hasta los guiones más intrincados. Su verdadero secreto podría estar en esa paradoja que domina a la perfección: proclama la naturalidad mientras abraza lo vanguardista. Entre mesoterapia quema grasas (150€ sesión) radiofrecuencia alma accent ( 1200€ / 10 sesiones), rinoplastia (3500€) ese aumento de pecho (4.500€) que nunca envejece, Paloma baila en la delgada línea entre lo auténtico y lo intervenido, mientras sus pestañas postizas (80€) aportan al escenario sus grandes luces. La fórmula LagoCon un legado de consejos donde siempre simbolizo la vida sana, Paloma sigue una dieta impecable y tiene una rutina de ejercicio riguroso... y una selección de tratamientos que harían parecer al tiempo un mero espectador. Porque en su mundo, la belleza no es solo cuestión de genética, sino de esa alquimia entre disciplina, tecnología y un toque de misterio. Como ella misma diría: «El truco está en que nadie sepa cuál es el truco». Mientras el debate sobre su agresión sexual sigue abierto, Lago sigue escribiendo su leyenda, pincelada a pincelada, entre colágeno y sonrisas calculadas; y se enfrenta a las habladurías con el mismo aplomo con el que nos revela sus secretos «beauty».