Mario Vargas Llosa ha perdido la vida a los 89 años, tan solo dos semanas de soplar las velas de su trata de cumpleaños. Estaba rodeado de sus seres queridos, como así dejó constancia pública en redes sociales. Los mismos que ahora se han reunido para hacer piña y llorar su muerte. Está su viuda, Patricia Llosa, así como sus tres hijos y sus nietos. También íntimos amigos, pero poco más, pues por expreso deseo del escritor se ha blindado su último adiós.

Este lunes, Álvaro, Gonzalo y Morgana se han reunido para llorar la muerte de su padre, a consecuencia de una neumonía. Nada hacía presagiar tan fatídico final, tampoco su ex, Isabel Preysler, que continúa en shock por la noticia sin querer hablar con nadie. Ha desconectado el móvil y permanece ajena al mundo. No como los vástagos de quien fuese su pareja durante casi ocho años, quienes han cumplido la última voluntad de su padre, aunque han querido antes dejar claro cuáles serán sus pasos a seguir para evitar polémicas innecesarias.

Los hijos de Vargas Llosa hablan de su última voluntad

En Lima, donde perdió la vida Mario Vargas Llosa rodeado de los suyos, será su funeral. Aunque era querido en todo el mundo y su papel en España fue protagonista, lo cierto es que se llorará su marcha en privado y sin ningún tipo de acto público en su memoria. Así lo pidió él mismo a sus hijos y éstos van a cumplirlo, aunque hubiesen optado por decirle adiós como se merece, con todos los honores: “Mi padre era una persona universal, de manera que es natural esta congoja fuera de las fronteras, pero nunca pensamos que iba a tomar las proporciones de lo ocurrido”, detalla Álvaro, que habla en nombre de sus hermanos, a su lado.

Son muchos los que han querido despedirse del Nobel de Literatura. Como no han podido hacerlo en la intimidad, han optado por dejar constancia de su cariño, respeto y admiración en redes sociales, como así han hecho muchísimos por todo el planeta. Ha sobrepasado lo que la familia esperaba, pues no sabían hasta qué punto era querido: “Solo tenemos palabras de gratitud ante los mensajes y condolencias que nos están llegando desde el mundo entero, de personalidades, de instituciones, de personas, de organizaciones… a través de ustedes y a todos ellos, gracias de parte de mi madre, Patricia, de mis hermanos, Morgana y Gonzalo, también las mías”.

Dicho esto, Álvaro ha querido dejar constancia una vez más de la firme determinación de la familia de cumplir la última voluntad de su padre. Esto quiere decir, recluirse a despedirse alejados del foco mediático y vivir el duelo sin cámaras presentes: “Hemos acordado llevar este duelo en la intimidad. Por ello, hemos decidido velar a mi padre en casa y no en un lugar público y vamos a rogarles que respeten esa privacidad”.

Para despedirse, después de dar las gracias de nuevo por el apoyo y cariño demostrado, el hijo de Mario Vargas Llosa se despide anunciando que éstas serán sus últimas palabras al respecto: “Eso implica también que nosotros vamos a evitar hacer más declaraciones. Solo puedo decir que el Perú ha perdido uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser humano infinito, pero nos queda el recuerdo del gran padre que fue”.