
Desafío
Jordi Cruyff y el mayor partido de su vida: la lucha contra el cáncer de su hija
Entre operaciones, tratamientos y la fuerza de Luis Enrique, el hijo de Johan Cruyff comparte cómo afrontó el desafío más doloroso y transformador de su vida

Para muchos, Jordi Cruyff es sinónimo de fútbol. Hijo del legendario Johan Cruyff, ha dejado su huella como jugador y entrenador, especialmente en el FC Barcelona. Sin embargo, toda esa trayectoria quedó en segundo plano el día que la vida le enfrentó al reto más duro: el diagnóstico de cáncer de su hija Danae, recién cumplidos los 18 años. En un relato cargado de emoción, Jordi ha compartido cómo este episodio marcó un antes y un después en su existencia y cómo el apoyo de Luis Enrique se convirtió en un pilar fundamental.
La pesadilla comenzó tras una victoria de la Liga 2022-23 en Barcelona. Al día siguiente, mientras hablaba con el presidente del club sobre su futuro y exploraba oportunidades con otros equipos europeos, llegó la noticia que cambió todo. "Viví el momento más difícil de mi vida, cuando te enteras de que tu hija tiene cáncer. En el fútbol pensamos que lo es todo, pero la realidad te da un bofetón", confiesa Jordi. La enfermedad de Danae le obligó a replantearse prioridades y a centrarse únicamente en ella.
Estudiante de moda
El diagnóstico llegó casi por casualidad. Danae, a punto de mudarse a Italia para estudiar moda, acudió a una revisión médica por un dolor de rodilla. El doctor Ramón Cugat, que había perdido un vuelo, pudo atenderla y detectar que algo no iba bien. Gracias a esa coincidencia, se realizaron las pruebas necesarias y el cáncer fue detectado a tiempo. A partir de ese momento, Jordi recuerda un camino lleno de operaciones, tratamientos, ingresos hospitalarios y rehabilitación. "Pero un día entiendes que no puedes estar enfadado, porque ella está aquí… y otros padres no pueden decir lo mismo", reflexiona.
Durante esos meses, el fútbol desapareció de su vida. Su única batalla era cuidar a Danae y transmitirle fuerza y optimismo. La relación entre padre e hija se intensificó, llegando a entenderse sin necesidad de palabras, con gestos y complicidad que se convirtieron en un refugio emocional. Danae también recuerda aquel tiempo con cariño: "Mi padre era muy estricto, pero bromeábamos sobre no tener pelo", relata.
El apoyo de Luis Enrique fue clave. El entrenador del Paris Saint-Germain, que sufrió la pérdida de su hija Xana a causa de un osteosarcoma, se convirtió en un referente para Jordi. "Le admiro muchísimo. Volé a Londres solo para agradecerle todo lo que ha hecho por mí", reconoce. La fortaleza de Luis Enrique y su legado, a través de la fundación en memoria de su hija, ofrecieron un ejemplo de resiliencia y acompañamiento que ayudó a Jordi a sobrellevar uno de los capítulos más duros de su vida.
Hoy, Danae continúa sus estudios y vive con optimismo, mientras Jordi guarda la certeza de que, en la vida, algunos partidos se juegan lejos del campo y se ganan con amor, paciencia y valentía.
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