"Black Hole"

Un avión de patrulla marítima P-3C Orion, como los que dejaron de prestar servicio en España, detecta un submarino ruso de la clase Kilo

El sumergible detectado podrá ser el B-608 Mozhaysk de la Flota del Báltico.

Supuestas imágenes del submarino detectado por el avión portugués
Supuestas imágenes del submarino detectado por el avión portuguésRedes sociales

El avión de patrulla antisubmarina P-3C Orion de la Fuerza Aérea de Portugal habría logrado localizar un submarino ruso de la clase Kilo, también conocido en la nomenclatura OTAN como “Black Hole" por su impresionante sigilo y bajos niveles de ruido. Según informan varios medios rusos, el sumergible identificado podría ser el B-608 Mozhaysk de la Flota del Báltico. Esta detección se logró con un avanzado dispositivo de seguimiento optoelectrónico que opera en modo multiespectral, lo que le permite escanear el entorno tanto en espectros ópticos como infrarrojos con un rango de longitud de onda media de 3 a 5 micras.

Cabe señalar que el submarino, cuyo descubrimiento se produjo el pasado mes de junio aunque la noticia se ha sabido ahora, no estaba en modo de combate y navegaba en superficie. Sin embargo, según informa la web militar Bulgarian Military, citando el blog militar "Armas rusas", cuyo autor es Yevgeny Damantsev, uno de los problemas principales que tiene este tipo de submarinos es que carece de un sistema de propulsión independiente del aire (AIP), lo cual repercute significativamente en el rendimiento de combate, pues puede permanecer menos tiempo bajo el agua, como ocurre con los submarinos occidentales.

Esta necesidad de los sumergibles rusos de salir a superficie a diario los hace más vulnerables a la detección por radares convencionales, sistemas de reconocimiento óptico-electrónicos e instalaciones ultramodernas de AFAR. Estos sistemas avanzados están integrados en los grandes UAV estratégicos del Ejército de los EE. UU., como el RQ-4B y el MQ-4C.

Los expertos rusos señalan que, a pesar de que Rusia ya ha desarrollado en el país centrales eléctricas anaeróbicas, en los últimos diez años ha tenido dificultades para poner en marcha una versión experimental de esta tecnología.

El B-608 Mozhaysk es un submarino de la clase Kilo, un tipo de submarino de ataque diésel-eléctrico utilizado por la Armada rusa. Mide aproximadamente 74 metros de eslora, tiene una manga de 9,9 y un calado de 6,2. Estas dimensiones lo convierten en un submarino relativamente compacto, lo que contribuye a su sigilo y maniobrabilidad.

El desplazamiento del B-608 Mozhaysk varía según se encuentre en la superficie o sumergido. Cuando se encuentra en la superficie, desplaza alrededor de 2.300 toneladas, y cuando se encuentra sumergido, desplaza 3.950 toneladas. La tripulación suele estar compuesta por 52 oficiales y personal de tropa.

España dispuso de aviones de este tipo, P-3C Orion, pero el último de ellos dejó de volar en 2022 y actualmente la Fuerza Aérea carece de este tipo de aviones de patrulla marítima. Ante este problema se puso en marcha el Programa MPA, que supone la adquisición de seis plataformas Airbus C295W modificadas para misiones de patrulla marítima y 10 para vigilancia marítima y misiones de búsqueda y rescate. Aunque el C295 tiene una menor autonomía y alcance que el P.3, la idea es que disponga de todo lo necesario para cubrir capacidades prioritarias de guerra antisubmarina, antisuperficie e ISR, y apoyar a la capacidad de búsqueda y rescate.

El programa se prolongará por espacio de nueve años y debe concluir en 2031 con la recepción del último de los 16 aparatos. Todos los aviones se fabricarán en la factoría que Airbus posee en Sevilla. Con un periodo de fabricación de la primera unidad que se estima del orden de los 50 meses a partir de la firma del contrato entre Defensa y Airbus, el primer avión que recepcionará la DGAM será de patrulla marítima. «Las previsiones apuntan que no será más tarde de 2027», puntualiza el jefe de programa.

La unidad a la que se adscribirán los nuevos aviones lo debe concretar el Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, aunque lo probable es que sea el Ala 11 estacionada en la base aérea de Morón (Sevilla), donde ya lo estaban los P-3.

Los aviones catalogados en la esfera internacional como MPA —acrónimo del inglés Maritime Patrol Aircraft— «abarcan un concepto operacional muy amplio, que engloba muchos roles y distintos tipos de misiones», subraya el teniente coronel Montero. Poseen características que «se pueden resumir —indica— en su capacidad para detectar e identificar buques de superficie y submarinos por medio de sensores específicos». En definitiva, lo que principalmente distingue a un avión de patrulla marítima de otros tipos de aviones con conceptos operativos similares «es su capacidad de portar y emplear armamento».

En sus diferentes variantes, la misión principal de los cometidos de patrulla marítima «está enfocada a la guerra anti submarina, lo que implica el empleo de armamento que, en el caso del C-295, serán torpedos u otro tipo de sistemas de armas que se puedan integrar en el futuro», aclara el jefe de programa.

Debido a la necesidad de recuperar en el mínimo plazo posible el rol antisubmarino con aeronaves de ala fija, su armamento para cazar y destruir sumergibles ya estará integrado en el primer ejemplar de serie. Además, cada uno de los seis portará un avanzado sistema de detección acústica, un detector de anomalías magnéticas (MAD), un radar de apertura sintética (SAR), un sistema de observación electro-óptico e infrarrojo y un sistema de auto protección contra misiles fijado en diferentes partes del exterior de la célula. También contará con equipos cifrados de comunicaciones vía satélite y sistemas tácticos de enlace de datos por vía terrestre y satelitales, en ambos casos con posibilidades de ampliación y modernización. Un grupo de empresas españolas son las que aportarán su tecnología, entre las que se encuentran Indra, que suministra varios subsistemas, entre ellos el de auto protección; la mencionada SAES, que integrará el sistema acústico; y Tecnobit, que desarrollará los equipos de cifrado. Su autonomía máxima será de 2.000 millas náuticas, tendrá una capacidad máxima de portar 60 sonoboyas e incluirán un sistema acústico SPAS 32.

Este sistema acústica proporciona tecnologías de procesado de señal para la detección de las amenazas submarinas. Además, con el objetivo de reducir la carga de trabajo del operador y, así, aumentar la eficiencia de la misión ASW, SPAS incorpora detección automática de contactos: una vez localizada la amenaza, SPAS incluye potentes herramientas de localización – incluyendo multiestatismo y plot de energía – que posibilitan el seguimiento de la amenaza. Estas herramientas ofrecen información de rumbo y velocidad, parámetros indispensables para ejecutar un planeamiento adecuado en el despliegue de sonoboyas.

El C-295W en configuración de patrulla marítima supone para la Fuerza Aérea española un importante salto cualitativo desde el punto de vista técnico y de soberanía respecto al Lockheed P-3 Orión, dice Defensa aunque en algunos casos se pierdan ciertas capacidades.