Cumbre comunitaria

La UE se compromete a acelerar su rearme tras acordar el aumento del gasto hasta el 5%

Los Veintisiete se conjuran para una Europa más soberana en colaboración con la OTAN

Clockwise from left, Belgium's Prime Minister Bart De Wever, Hungary's Prime Minister Viktor Orban, Portugal's Prime Minister Luis Montenegro, Czech Republic's Prime Minister Petr Fiala, Croatia's Prime Minister Andrej Plenkovic, Slovenia's Prime Minister Robert Golob and Finland's Prime Minister Petteri Orpo attend a round table meeting at an EU summit in Brussels, Thursday, June 26, 2025. (AP Photo/Geert Vanden Wijngaert)
Los líderes europeos conversan antes de la cumbreASSOCIATED PRESSAgencia AP

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se han reunido en la capital comunitaria en plena resaca tras la cumbre de la OTAN celebrada pocas horas antes en la Haya (Países Bajos).

Después de dar luz verde a un incremento del gasto del 5% del PIB en 2035, ahora hay que pasar de las musas al teatro. La UE se debate entre la necesidad de apaciguar al siempre imprevisible presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y mantener el vínculo trasatlántico a través de la OTAN mientras, en paralelo, intenta ganar autonomía respecto a EEUU.

“Debemos pasar a la siguiente fase para asegurar nuestra preparación en materia de defensa. Proponemos que pasemos rápidamente a las siguientes etapas en la construcción de una capacidad de disuasión más autónoma y fuerte”, han apremiado en una misiva conjunta la máxima representante de la diplomacia comunitaria, Kaya Kallas y le presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen a los líderes europeos.

“El Consejo Europeo recuerda que una Unión Europea más fuerte y capaz en el ámbito de la seguridad y la defensa contribuirá positivamente a la seguridad global y transatlántica y es complementaria a la OTAN, que sigue siendo, para los Estados miembros , la base de su defensa colectiva” reza también el texto de conclusiones en un intento de reconciliar los dos aspectos.

Para que las promesas no queden en saco roto, en el mes de octubre la Comisión Europea presentará una hora de ruta para cumplir los objetivos de política de Defensa, presentados en el plan Preparados para 2030.

Este paquete, valorado en 800.000 millones de euro tiene dos patas. Por una parte, la Unión Europea ha aprobado nuevo fondo de 150.000 millones de euros (bautizado como SAFE) para que los países europeos inviertan de manera conjunta en ámbitos prioritarios (desde munición y misiles hasta inteligencia artificial y drones) y quiere que un mínimo del 65% de los fondos se gasten en los componentes de las armas fabricados en Europa y Ucrania. Esta herramienta se financiará a través de créditos blandos reembolsables.

Aunque en un principio se sopesó hacer obligatoria la utilización de estos fondos, finalmente es totalmente voluntario. La Comisión Europea está presionando a los países europeos para que utilicen este instrumento que, por otra parte, implica al aumento de la deuda ya que no son transferencias a fondo perdido como quería España. Aunque algunos países del sur de Europa habían pedido un nuevo instrumento de deuda conjunta a imagen y semejanza de los fondos post-pandemia, la oposición de Países Bajos y Alemania han eliminado esta posibilidad del debate.

Por otra, los 650.000 millones restantes se sufragaran a cargo de los presupuestos nacionales ya que los Estados miembros han tenido la posibilidad de acogerse a una cláusula de escape que les exime de las reglas fiscales europeas en el gasto dedicado a Defensa. Un total de 16 países europeos, entre los que no está España, se han acogido a estas cláusulas.

En esta parte del paquete, Bruselas no exige priorizar el Made in Europe. Precisamente uno de las grandes preguntas es hasta qué punto la industria europea tiene la capacidad suficiente para producir tal cantidad de armas y si, el gran beneficiado de estos planes y del famoso 5% será Estados Unidos. Actualmente el 80% de los pedidos armamentísticos se realizan a empresas fuera del bloque y resulta difícil revertir esta tendencia.

“En la cumbre de la OTAN, se comprometió a aumentar el gasto en defensa. Hoy, los líderes debatieron cómo garantizar que el aumento de los 27 presupuestos de defensa se traduzca en un resultado eficiente para todos y que nuestra industria de defensa europea y nuestra competitividad (mediante la innovación, la investigación, etc.) se beneficien de este aumento del gasto”, aseguran fuentes europeas sobre el debate a puerta cerrada dentro de la sala.

“Europa debe ser más soberana, más responsable de su propia defensa y estar mejor equipada para actuar y hacer frente de forma autónoma y coordinada a los retos y amenazas inmediatos y futuros con un planteamiento de 360 grados”, asegura también el texto de conclusiones que con la mención a los 360 grados busca contentar a países como España que alertan sobre las amenazas del flanco sur frente al enfoque actual centrado en el expansionismo ruso.

No solo se trata de gasta más sino de hacerlo mejor. La carta de Von der Leyen y Kallas insiste en actuar “estratégicamente” y “juntos” para tomar las medidas necesarias que permitan avanzar en el proceso de rearme a través de la “colaboración en capacidades de defensa a gran escala en los ámbitos prioritarios”. Además, ante la falta de inversión en las últimas décadas, las dos líderes también solicitan que esta tarea sea un “esfuerzo colectivo sostenido, en un futuro previsible”.

En la pasada cumbre de la OTAN, los aliados se han comprometido a gastar un 3,5% del PIB en capacidades militares que se han establecido a través de unos planes secretos, más un 1,5% en otras partidas como ciberseguridad e infraestructuras. La gran pregunta es si estas cifras se cumplirán o se convertirán en papel mojado, tal y como sucedió en el pasado.