Moda sostenible

Valencia marca el listón: la ruta sostenible del futuro para las marcas de moda (y por qué te conviene prepararte)

La moda genera más ropa de la que usamos y dura menos de lo que debería. Este 16 de octubre, Future of Fashion puso el dedo en la llaga y ofreció un camino con menos promesas y más pruebas. ¿Qué cambia a partir de ahora y por qué te conviene estar listo?

València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"
València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"Cortesía

Entre 80 y 150 mil millones de prendas salen al mercado cada año y hasta un 20% jamás llega a usarse. En Europa, desechamos de media 12 kilos de ropa por persona, mientras solo el 1% de lo que tiramos vuelve a convertirse en prenda. Con esas cifras sobre la mesa -contundentes y difíciles de digerir- arrancó ayer en Valencia la cuarta edición de Future of Fashion, un foro que empuja a la industria a ordenar prioridades, ajustar procesos y medir resultados.

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València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"
València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"Cortesía

La cita, con sede en La Harinera y bajo el lema From ideas to action, convocó a diseñadores, marcas, expertos en comunicación y consultores que intercambiaron procesos, métricas y mejores maneras de hacer las cosas. Patricia Moreno, comisaria del encuentro, lo resumió a la perfección: "El diseño es una herramienta poderosa para construir un mundo más sostenible. La naturaleza no crea residuos; aprendamos de ella".

València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"
València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"Cortesía

En la conversación de apertura, Sònia Flotats (directora de Move!) y Ona Bascuñán (experta en comunicación corporativa, ex H&M) desmontaron la sensación de "parón" en sostenibilidad. Si hay freno, explicaron, es por el vaivén regulatorio europeo y por la dificultad de competir con marcos menos exigentes fuera de la UE, no porque el tema haya perdido vigencia. "Estamos en un momento apasionante por presión legislativa y reputacional", dijo Flotats. "Las empresas que no están trabajando en la transición, no tirarán para adelante". En ese pasillo entre la expectativa y la obligación, muchas compañías han movido sostenibilidad a finanzas: un gesto que revela por dónde pasa hoy la credibilidad.

Las normas estuvieron en casi todas las conversaciones, pero a modo resumen: la RAP(Responsabilidad Ampliada del Productor) obliga a las marcas que vendan ropa en Europa a hacerse cargo de lo que pasa con esas prendas cuando el cliente ya no las quiere. Si la prenda está bien pensada para durar, repararse y reciclarse, el coste será menor. El reglamento de eco-diseño pondrá una línea roja: para vender aquí habrá que cumplir unos mínimos de calidad y sostenibilidad. Y el pasaporte digital será la "ficha técnica" accesible de cada prenda -de dónde viene, cómo se hizo y con qué materiales- para que cualquiera pueda comprobarlo.

El momento más incómodo, pero quizá el más honesto y necesario, llegó con Faustine Steinmetz (diseñadora colaboradora de Diesel). Puso nombre a lo que todos conocen: sobreproducción. Y en el tejido que mejor desnuda las contradicciones -el denim- defendió devolver tiempo a la cadena: "Cuando comprimimos el tiempo, el saber hacer desaparece". El lujo, apuntó, debería marcar una diferencia palpable frente a la lógica del descarte: materiales, reparación, durabilidad y escalas humanas.

València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"
València se reafirma como punto de encuentro de las voces de la moda sostenible global con una nueva edición de "Future of Fashion"Cortesía

En la mesa de marcas sostenibles, la conversación bajó a lo práctico. Coral Adrados, Sustainability Manager de Blue Banana, defendió el propósito como estructura operativa -no como eslogan- y cómo se traduce en decisiones medibles. Pepe Barguñó, cofundador y director creativo de Thinking Mu, fue tajante: "Hoy no existe la sostenibilidad. Tuvimos una oportunidad muy buena e interesante en la pandemia para empezar a hacer las cosas bien y no la aprovechamos. Hablemos mejor de la sostenibilidad del futuro". Barb Bruno, fundadora y directora creativa de TinyCottons, aterrizó la coherencia en toda la cadena -producto, proveedores y equipos-, y Tania Pardo, cofundadora de The Jimenas, reivindicó crecer despacio sin ceder en calidad ni en valores, dejando la imagen que encendió la sala: "Si su casa ardiera y solo pudieran llevar una cosa, ¿cogerían la prenda de 3 euros o la camisa que les regaló su madre?". Ese gesto imaginario resume el fondo del debate: el valor emocional como antídoto contra el usar y tirar.

El foro dejó, además, un marco de trabajo práctico que atravesó varias voces: entender la RAP y su impacto en precios y márgenes; aplicar eco-diseño (durabilidad, reparabilidad, monomaterialidad cuando tenga sentido), construir trazabilidad verificable y comunicable y profesionalizar el segundo uso (reventa y reparación) como servicio, no como pose. En paralelo, la narrativa: dejar de usar "sostenibilidad" como atributo de diferenciación y asumirla como mínimo operativo. O, como sintetizó Flotats: "Ética y estética deberían ser inseparables".

Valencia despidió la jornada con tono de futuro cercano. La Harinera, recién estrenada como hub de innovación, dio marco a una ciudad que ya se mide con estándares públicos -Ciudad del Diseño por la UNESCO, Capital Mundial del Diseño 2022 y Capital Verde Europea 2024- y a un foro que no se conformó con celebrarlo. Future of Fashion, impulsado por la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, reforzó su vocación internacional con formato híbrido y la participación de Copenhagen Fashion Week a través de Ann-Sophie Choi. Mayte de la Iglesia condujo el programa con ritmo y, como remate, el Pitch Clinic de Javier Fernández Poyo convirtió inquietudes en hojas de ruta para proyectos reales.

València cerró la jornada con una idea clara: aquí no se viene a solo a enunciar ideas, también a implementarlas. Una vez más, Future of Fashion vuelve a elevar el listón con esta edición, ahora a la industria le toca sostenerlo con hechos, a la altura.