Valladolid
Convierten el «Diario de un cazador», de Delibes, en ruta turística por Valladolid y sus pueblos
Con el nombre de una de las obras más conocidas de Miguel Delibes, «Diario de un cazador», la Diputación de Valladolid presentaba la II Ruta de Turismo Cultural delibiana que se adentra por aquellos parajes donde el Delibes cazador salía muchos domingos y donde da a conocer también esos pueblos que en esta ocasión discurre por las localidades de San Miguel del Pino, Villanueva de Duero, Valladolid, La Mudarra, Villavaquerín y Quintanilla de Onésimo.
En cada una de las rutas se ofrece una completa información sobra cada localidad, citas del libro relacionadas con cada una de las paradas, así como un texto alusivo a los valores históricos, paisajísticos o naturales de cada parada y un listado de sus principales hitos turísticos.
Además, se incluye comentarios sobre fauna y flora de cada zona y, en este caso, las sugerencias son el cuco y el espliego en Quintanilla de Onésimo; la perdiz roja y el piorno en Villavaquerín; el gorrión y el boj en Valladolid; la tórtola y la jara en La Mudarra; la codorniz y la margarita en Villanueva de Duero o el azulón y el pino en San Miguel del Pino.
También se incluyen vocablos rurales, algunos ya en desuso, utilizados por Delibe en sus libros, así como su significado. Así, por ejemplo, en este ruta podemos ver tapabocas (una especie de manta); la aguarradilla (una lluvia fina en Villavaquerín; la friura, temperatura fría citada en Valladolid; el rebarco, en Villanueva de Duero, como una pequeña ondulación de terreno o las carnutas, plumaje de aves en San Miguel del Pino.
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