Así son los nuevos radares de la DGT que ponen multas de 200 € por ignorar señales de stop y líneas continuas

La señal de 'STOP' desempeña un papel fundamental en la regulación del tráfico, determinando quién tiene preferencia en las intersecciones de las vías. Ignorar esta señal puede tener consecuencias devastadoras, incluyendo accidentes graves que pueden resultar en la pérdida de vidas humanas. A pesar de las graves repercusiones, es alarmante la frecuencia con la que algunos conductores optan por desobedecerla. Lo mismo ocurre con las líneas continuas en la carretera, cuya ignorancia representa un peligro significativo para la seguridad vial, ya que estas líneas indican las zonas donde adelantar es extremadamente peligroso.

A la caza de la infracción

Con el objetivo de disuadir a los conductores de ignorar estas señales vitales y promover una conducción más segura, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido sanciones estrictas. Estas incluyen la retirada de 4 puntos del permiso de conducir y una multa económica de 200 euros. Además, a finales del pasado año 2023, la DGT introdujo una serie de radares avanzados que prometen ser mucho más eficaces en la detección de infracciones relacionadas tanto con las señales de STOP como con las líneas continuas.

El funcionamiento de estos nuevos radares es tanto sencillo como efectivo. En el caso de las señales de STOP, se utilizan cámaras de vídeo que monitorean continuamente el área donde los vehículos deben detenerse. Estas cámaras están específicamente diseñadas para detectar con precisión si los vehículos se detienen completamente ante la señal correspondiente. Si un conductor no cumple con esta normativa y no se detiene, el sistema envía automáticamente el vídeo al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, donde se inicia el proceso sancionador.

Por otro lado, los radares destinados a supervisar el respeto a las líneas continuas funcionan de manera un poco diferente. Estos radares leen las matrículas de los vehículos que circulan por el carril de incorporación y las comparan con las matrículas de los vehículos que circulan en la vía principal antes de que finalice la línea continua. Si se detecta una infracción, las imágenes se envían directamente al Centro de Tratamiento de Denuncias. Allí, se realiza un análisis detallado con el objetivo de verificar si la señal fue efectivamente desobedecida. En este caso, la sanción es igualmente de 200 euros, aunque no conlleva la pérdida de puntos del permiso de conducir.

¿Cuál es la forma correcta de hacer un STOP? ¿Y las líneas continuas?

Según el Reglamento General de Circulación, una señal de STOP exige que todos los conductores detengan completamente su vehículo, incluso si no hay otros vehículos o peatones cercanos. El vehículo debe estar totalmente inmóvil; una simple reducción de velocidad no es suficiente. Si la cámara detecta movimiento, se emitirá una infracción.

Es necesario detenerse en la línea de detención que acompaña a la señal de STOP, asegurándose de mirar en ambas direcciones antes de reanudar la marcha. Si la visibilidad no es buena, se recomienda avanzar un poco más y detenerse de nuevo para tener una visión clara de la carretera. Si no hay una línea de detención visible, el vehículo debe detenerse antes de llegar al cruce. Y si, aún después de la segunda detención completa, la visibilidad sigue siendo insuficiente, el conductor debe avanzar con precaución hasta tener una visión clara, detener el vehículo una vez más y luego proceder.

En cuanto a las líneas continuas, según lo establecido en el Artículo 167 del Reglamento General de Circulación, que se refiere a las marcas blancas longitudinales, es crucial mantenernos en nuestro carril sin cruzar la línea continua que separa dos carriles de circulación. Esta norma significa que, al encontrarnos con una línea blanca continua en la carretera, no debemos atravesarla ni circular sobre ella. El propósito de esta regla es asegurar que los vehículos permanezcan en su carril correspondiente, lo cual ayuda a evitar accidentes y a mantener el orden en el tráfico.