SQ6: pura deportividad eléctrica

La deportividad y la propulsión eléctrica es algo que todavía está por explorar en algunos fabricantes de automóviles. Muchos de ellos, sobre todo chinos, ofrecen en algunas de sus variantes potencias que invitan a pensar en coches con mucho carácter. Pero se olvidan de una buena suspensión, frenos eficaces y, en definitiva, no son máquinas que ofrezcan grandes sensaciones. Pero este no es el caso del Audi SQ6 e tron.

El nuevo SUV cien por cien eléctrico de la marca alemana lo tiene todo para seguir disfrutando de todo el rendimiento que proporcionan históricamente las versiones «S» y, a la vez, hacerlo con motores eléctricos, baterías y sistemas que dan la posibilidad de hacer una vida casi normal en comparación con los motores de combustión. Porque este modelo y su variante más radical lo tiene todo para que la adaptación a la era eléctrica sea lo más cómoda posible. Tiene una buena autonomía, una excelente velocidad de carga y sus cualidades dinámicas hacen que afrontes cada día con una sonrisa. Eso sí, hay que tener en cuenta que el precio asciende a 107.000 euros. Pero vale cada euro que cuesta.

Hemos tenido la oportunidad de probarlo durante unos días, tanto en ciudad como en varios viajes por carretera, casi siempre por autovía, entre Madrid y Málaga. Vayamos primero con los datos del coche. Tiene una longitud de 4,77 metros y una anchura de casi dos metros. Pesa 2.425 kilos y su interior puede alojar comodísimamente a cinco pasajeros. El motor rinde una potencia equivalente a 517 cv, tiene tracción total y puede realizar desde parado salidas impresionantes de 0 a 100 en solo 4,3 segundos. Además, el coche invita a esto en cada semáforo… Es un SQ6…

El interior es puramente Audi y, al contrario de lo que pasaba en sus primeros eléctricos, de nuevo se respira un aire de innovación, la que siempre ha tenido este fabricante. La deportividad está presente en cada rincón y sorprende para bien la configuración del salpicadero con tres pantallas: el cuadro de instrumentos, la pantalla central y otra de uso exclusivo para el pasajero en la que puede vincular su teléfono móvil y ver contenido como películas, youtube o juegos. Además, cuenta con un modo oscurecedor para que la pantalla no sea visible al conductor y evitar así distracciones. Vayamos ahora a los datos reales, los que pudimos comprobar en el día a día. El Audi dispone de una batería de 100 kWh (autonomía real de unos 380 km en carretera, cerca de 600 en ciudad) con un sistema de 800 voltios que comparte, en muchos aspectos, con su «primo» de grupo el Porsche Macan.

En nuestro punto de recarga habitual en la autovía A4, un Endesa de 350 kW, el coche marcó velocidades de carga de hasta 240,3 kW, una cifra espectacular que está cerca de los 270 que anuncia. Lo mejor de todo es que se mostró muy estable en esta y otras recargas. En carretera, el consumo no es bajo, pero es que hacer un viaje «normal» con un coche eléctrico así no es para menos, aunque tampoco se excede: la media en autovía fue de 26 kWh a los 100. En nuestra ruta Madrid-Córdoba, autovía y viajando a velocidades alegres y cómodas empleamos cuatro horas con una parada de unos 10 minutos para cargar y pasar al baño.

Es decir, unas cifras similares a un coche de combustión. Llegamos al destino con un 12% y el planificador de ruta, propio de Audi, mostró una buena precisión tanto en el tiempo estimado, como en la elección del punto de recarga como el porcentaje con el que alcanzaríamos el fin del viaje. A nivel de «ansiedad de autonomía» es bastante tranquilizador. Pero disfrutando cada curva con el comportamiento del coche. Porque en sus distintos modos de conducción el Audi transmite unas sensaciones deportivas muy buenas, reales y siempre con un rendimiento intachable en cada momento y circunstancia.

¿Tiene aspectos a mejorar? Pocos. Si hubiera que pedir preferimos el planificador de ruta de Android Automotive que incluyen otros fabricantes y que el sistema de realidad aumentada que se proyecta por delante de nosotros y que parece estar reflejado en la carretera que sirve para las indicaciones del navegador resulta un poco confuso en ocasiones y requiere adaptación.