Julián García Candau

No hay esperas

Ya estamos casi todos. Ha regresado Messi y parece que en forma. Seguimos a la espera de que vuelva Bale, aunque no puede decirse que haya estado. Lo ha hecho tan esporádicamente que en el Bernabéu continúan deseando verle en plenitud.

En Valencia ya tienen a Juan Antonio Pizzi como entrenador, y a su lado, un preparador físico que les está poniendo las peras al cuarto a jugadores que, por lo visto, habían vivido una etapa placentera con Djukic. En Mestalla aguardan ahora la decisión sobre el mejor aspirante a entrar en el club con dineros para mejorar la plantilla y acabar el estadio.

En el Betis crece la angustia porque a medida que avanza la Liga es más compleja la salvación. Es último y con mala cara. Ahora, además de pretender el fichaje de Juan Carlos, segundo portero del Villarreal, desean recuperar a Pabón, que en el Valencia no ha tenido ni mediano éxito.

En el Atlético, los reyes majos han traído al «principito» Sosa, del que se espera sea buen refuerzo en la zona de centrocampistas. Es deseo expreso de Simeone, que le tuvo en el Estudiantes de la Plata.

Y en el Bernabéu, según Ancelotti, no habrá salidas ni entradas. No aguardan a nadie. Algo parecido afirman en el Camp Nou, aunque sin dejar las puertas cerradas por si llega David Luiz.

Varios clubes, españoles y europeos, están alerta porque Juan Mata puede convertirse en pieza de caza. Jose Mourinho le ha ninguneado en el Chelsea y, como tantos otros futbolistas, prefiere cambiar de club si con ello alcanza plaza para el Mundial. Es la mayor obsesión de jugadores que ven peligrar su viaje a Brasil. Es año de colores nacionales.

Posdata. Hay pocos fichajes. Falta dinero.