V de Viernes

Demasiados jabalíes sueltos

La agenda anti-especista de la UE provoca situaciones de sobre-población de cerdos salvajes y lobos hambrientos que invaden ya las áreas urbanas

Es bien conocido el episodio de los lobos y el poni de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. Todo comenzó en la región alemana de Baja Sajonia, donde la familia de la poderosa política posee una finca con caballos. Ocurrió que el 1 de septiembre de hace dos años, un lobo atacó y mató a Dolly, uno de los ponis de la presidenta. El autor del ataque fue un ejemplar identificado por las autoridades alemanas con el código GW950m. Ya se le había relacionado con otros ataques al ganado, pero nunca sucedió nada. En esta ocasión, apenas un mes después, la Comisión Europea anunció el inicio de un proceso de «profunda reflexión» sobre los lobos, que ha llevado al a desclasificar a estos animales como “estrictamente protegidos", pasando a estar simplemente “protegidos”. Una medida que facilita los abatimientos, hasta ahora prácticamente prohibidos. Tanto que, en algunas regiones del norte de España, la aparición de lobos en los pueblos o persiguiendo al ganado, se ha acabado convirtiendo en una pesadilla para los vecinos. Los ataques son cada vez más comunes y ocurren a plena luz del día, con lobos entrando en corrales y atacando ganado (corderos, terneros, incluso perros) y buscando alimento dentro de las propiedades, según denuncian ganaderos y organizaciones en Castilla y León, Cantabria, Asturias y Galicia.

En Andalucía, Levante y Cataluña el problema es con los jabalíes y cerdos salvajes que destrozan cultivos y entran hasta en las ciudades en busca de alimentos. El pasado mes de febrero, una piara de jabalíes sorprendió al "ir de compras" y entrar en el Centro Comercial Miramar de Fuengirola, Málaga, paseando por las zonas comunes. Aunque fueron guiados fuera sin incidentes en este caso, hay otras situaciones en la que estos animales arremeten contra personas, suponiendo un peligro los moradores.

Todo esto sucede porque la población de animales salvajes se ha multiplicado considerablemente como consecuencia de las políticas aplicadas por los estados dentro de la Agenda 2030 europea, que en España dio lugar a la Ley de Bienestar Animal, inspirada por Podemos dentro del Gobierno de Sánchez. Legislaciones de inspiración "animalista", un movimiento global que propugna erradicar el especismo (discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores) y se opone a su uso para alimento, entretenimiento, vestimenta e investigación, promoviendo la idea de que son "seres sintientes", y abogando por leyes que persigan actividades como la caza. El problema es que, si no hay caza de jabalíes o lobos, éstos se reproducen sin parar, llegando al descontrol que vivimos ahora.

Impedir la caza no es solución. Los animales sienten y padecen, pero con políticas de proteccionismo extremo no vamos a conseguir que el lobo deje de ser un depredador. Aunque legislar para evitar el maltrato animal es necesario, eliminar una práctica como la caza, tan antigua como el mundo, solo va crear nuevos y graves problemas. Y este brote de peste porcina africana es uno de ellos.