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13 Propósitos de Año Nuevo para parejas de novios

Foto: Maca y Edu disfrutando de su boda en Finca Villasolita. Foto de Elena Bau.
Foto: Maca y Edu disfrutando de su boda en Finca Villasolita. Foto de Elena Bau.larazon

Ya te cases en octubre o en febrero, cuando estrenamos el año nuevo en el calendario todo el mundo dice lo mismo: “hemos entrado en la recta final de los preparativos”, lo cual suele traducirse en un aumento considerable del nivel de estrés, de las discusiones y del síndrome de la novia loca. Así que hemos hecho una lista de propósitos de año nuevo para evitar novias locas, novios pasotas, y familias en pie de guerra.

Imprimid esta lista de propósitos y consultadla cada vez que sintáis que la situación empieza a ponerse tensa.

1. Haremos la lista de invitados de manera pacífica y sin discusiones. Aunque resulte difícil de creer, este punto es determinante a la hora de establecer un presupuesto para vuestra boda, de manera que antes de reservar lugar de celebración y/o iglesia deberéis tener en cuenta el número de invitados. Así evitaréis entrar en una iglesia tamaño catedral con 75 invitados ni pretenderéis sentar a 200 personas en un lugar de celebración cuyo aforo no permita más de 80.

2. Estableceremos un presupuesto realista, teniendo en cuenta nuestra capacidad financiera actual. Ya sean los novios, los padres de ella, los padres de él (o cualquier otra fórmula) quienes vayan a pagar el importe íntegro de la boda es fundamental establecer la proporción que va a aportar cada una de las partes, partiendo de la capacidad financiera que tienen en este momento. Un préstamo para una boda fuera de tu alcance no resulta el mejor comienzo para nadie ni es un planteamiento sensato para la vida en general. De igual manera, tampoco resulta razonable contar con los futuros regalos de los invitados para pagar las facturas de la boda (puede que te encuentres con sorpresas desagradables).

3. Trataré a todos mis familiares y amigos como me gustaría que me trataran a mí. Esto incluye no volverse loco si el tono del lazo de los trajecitos de los niños no se ajusta exactamente al color de las flores de mi ramo Y TAMBIÉN incluye no poner los ojos en blanco a cada palabra que diga una de las partes o rechazar cada una de las propuestas que te hagan las personas de tu entorno.

4. Recordaremos por qué nos hemos metido en esto: porque nos queremos y deseamos vivir juntos el resto de nuestras vidas. Si el buffet de postres o la barra de gin tonics se nos salen de presupuesto no nos pondremos de morros hasta que lo asumamos. Al fin y al cabo, se trata sólo de pequeños detalles dentro de una fiesta.

5. Todo se puede cambiar, excepto la pareja. Manteles, flores, música, todo se puede cambiar con mayor o menor coste, pero lo que no puedes es casarte contigo mismo en esa boda maravillosa porque tu pareja ha pasado el umbral de hartazgo y decide que no te quiere en su vida.

6. Tendremos más temas de conversación aparte de la boda. Como dice el dicho “lo poco gusta, lo mucho cansa”. Tenéis más vida a parte de organizar este proyecto, recordarlo al tratar con vuestras familias y amigos... y cuando estéis juntos.

7. Confiaremos en nuestros proveedores, puesto que ellos organizan decenas de bodas al año y nosotros sólo vamos a organizar la nuestra. Nada más que añadir.

8. Organizaremos la boda que se ajusta a nuestros gustos y necesidades y no nos sentiremos culpables por ello. Ya se trate de una boda sólo de adultos, una Destination Wedding en otra ciudad o incluso en otro país, o bien se trate de cómo colocar a los comensales en las mesas, nuestra boda será conforme a lo que nosotros y nuestras familias deseemos. No tendría sentido celebrar una boda en la que nosotros, como novios, no quisiéramos estar.

9. Recordaremos que no hay que hacer experimentos antes de la boda, ni tener la despedida de solteros la noche antes, ni probar un nuevo look capilar ni una dieta estricta cuando ya no haya margen para corregir el error.

10. Llegado el día de la boda disfrutaremos del día y de la experiencia, dejaremos de lado nervios y malos humores, confiaremos en que todo va a salir bien, y si uno de los detalles no sale perfecto disfrutaremos del momento y lo recordaremos como una anécdota.

11. Seremos solidarios con los demás. Consideraremos sustituir los detalles de invitados calificables de “pongos” por otros útiles pero quizás más manidos o incluso por una aportación a una ONG que apoye una causa que nos preocupe.

12. Intentaremos reducir costes con aquello que podamos. Por ejemplo, comprar una pluma de punta biselada y tinta del color de las invitaciones y escribir los sobres de tu puño y letra resultan un buen ahorro y además le dan un toque personal a las invitaciones. También se puede comprar lo necesario para una barra libre extra, que supondrá un buen ahorro para vuestros bolsillos. Y por último, podéis alquilar un “taxi discreto” o pedir prestado un coche a un familiar en vez de alquilar un coche para la ocasión.

13. Recordaremos que se trata de una boda, no de una feria. El exceso en una boda acaba dando la sensación de estar yendo de puesto en puesto y olvidando que estamos en compañía de familia y amigos celebrando el amor entre dos personas.

Esperamos que os sirvan estos propósitos y que los pongáis en práctica. Ya sabéis que si necesitáis ayuda o consejos sólo tenéis que escribir un mail a info@lbda.es