Teatro

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La muerte del teatro público

La fuga de más de un tercio de los espectadores de las Naves de Matadero no es un hecho aislado. El Teatro Fernán Gómez y el espacio expositivo de CentroCentro, cuyos directores han sido despedidos por Carmena, pierden más de 220.000.

La muerte del teatro público
La muerte del teatro públicolarazon

La fuga de más de un tercio de los espectadores de las Naves de Matadero no es un hecho aislado. El Teatro Fernán Gómez y el espacio expositivo de CentroCentro, cuyos directores han sido despedidos por Carmena, pierden más de 220.000.

Cuando Manuela Carmena relevó a Ana Botella al frente del Ayuntamiento de la capital en junio de 2015 nada hacía presagiar que la gestión cultural se convertiría en uno de los principales quebraderos de cabeza para la ex jueza. El primer elegido para hacerse cargo del área de Cultura y Deportes, Guillermo Zapata, duró apenas dos días en el cargo tras conocerse algunos tuits publicados por el edil en el pasado. Celia Mayer sustituyó entonces a su amigo Zapata con no mucha mejor suerte. Dos años y varias polémicas después, Mayer también fue destituida. En ese momento, en marzo de este año, la alcaldesa optó por evitar un nuevo error, no delegar la concejalía de Cultura en ninguno de sus compañeros de Ahora Madrid y asumir ella misma la responsabilidad de reflotar el área.

Con todos estos cambios como telón de fondo algunos de los espacios culturales más consolidados de la ciudad muestran, justo cuando la legislatura ya ha atravesado su ecuador, síntomas preocupantes. Esta misma semana todos los grupos de la oposición le reprocharon a la alcaldesa la caída de un 36% en el número de asistentes a los espectáculos de pago de las Naves de Matadero tras su conversión en el Centro Internacional de Artes Vivas. El notable descenso en la ocupación de estas salas es especialmente significativo tras haberse convertido por el propio Gobierno de Carmena en el símbolo de su nuevo enfoque de la cultura. Los malos datos, sin embargo, van más allá de las paredes de Matadero.

El Teatro Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa, situado en la céntrica plaza de Colón, ha perdido casi una quinta parte de sus visitantes en el primero año completo de Gobierno de Ahora Madrid. Según los datos del Gobierno municipal, a los que ha accedido este diario, el Fernán Gómez registró en 2016 un total de 289.000 asistentes. En 2015 –año en el que gobernó hasta junio el PP–, el volumen total de madrileños y turistas que acudieron a este teatro superó la barrera de los 354.000. En apenas doce meses, la caída, por tanto, es de 65.000 visitantes.

Los malos datos del Fernán Gómez coinciden en el tiempo con la decisión del Gobierno de Carmena de destituir al responsable de este espacio. En marzo de 2016, el Ayuntamiento despidió a Juan Carlos Pérez de la Fuente, por entonces director artístico del Teatro Español y de las Naves de Matadero, además de programador del Fernán Gómez. El Gobierno de Carmena prescindió de Pérez de la Fuente pese a que tenía contrato en vigor y sin tener en cuenta que era el primer director de un espacio escénico de la ciudad en ser elegido en un concurso.

Al lastre que representan los malos datos de asistencia a las antiguas naves de Matadero y al Fernán Gómez hay que añadir el enorme retroceso experimentado por CentroCentro, el equipamiento cultural ubicado en el Palacio de Cibeles dedicado a exposiciones, conciertos y otras actividades como debates y talleres. En 2015, acudieron a CentroCentro 1.301.064 personas. Apenas doce meses después, en 2016, este espacio polifuncional perdió 156.144 visitantes, hasta quedarse en los 1.144.920. Se da la circunstancia de que el equipo de Ahora Madrid también descabezó CentroCentro nada más llegar al poder. En julio de 2015, Carmena despedía de manera fulminante al director, José Tono Martínez. Se puso así fin a una etapa en la que CentroCentro, fundamentalmente gracias al ciclo de exposiciones «Mecenazgo al servicio del Arte» –que permitió la exhibición de las colecciones Abelló, Masaveu, Helga de Alvear y de la Casa de Alba–, se convirtió en un punto más del paseo del arte junto al Prado, el Reina Sofía y el Thyssen.

El ejemplo de las naves

Dentro de este contexto generalizado de pérdida de espectadores, hay dos contenedores culturales que sí mejoraron sus cifras en 2016 respecto a 2015. Se trata de Matadero –cuya gestión es independiente de las naves– y del cuartel de Conde Duque, espacios ambos en los que la gran mayoría de las actividades son gratuitas. En 2016, el número de asistentes a Matadero Madrid creció en más de 216.000 personas respecto a 2015 hasta superar la barrera del millón y medio. En Conde Duque, por su parte, la mejora fue de 103.269 asistentes hasta llegar a los 340.479. Pese al buen comportamiento de ambos espacios, el Gobierno de Carmena ha decidido relevar a sus directoras en los próximos meses. Este lunes, la alcaldesa calificó de «excelente» el trabajo realizado por Carlota Álvarez Basso y Concha Hernández como responsables del Matadero y de Conde Duque respectivamente. Sin embargo, Madrid Destino –la empresa pública encargada de gestionar los equipamientos culturales dependientes del Ayuntamiento– acaba de convocar sendos concursos para relevarlas. No serán las únicas direcciones que el consistorio ha sacado a concurso. Con el objetivo de frenar la fuga de espectadores, el Gobierno de Carmena ha convocado otros cuatro concursos más, los que permitirán elegir a los nuevos responsables de CentroCentro, Matadero Madrid, Price y MediaLab-Prado.

Dentro de esta debacle, sobre la que han alertado esta semana las portavoces de PP, PSOE y Ciudadanos en la comisión de Cultura del Ayuntamiento, el ejemplo más paradigmático lo representan las salas Max Aub y Fernando Arrabal. En marzo de este año, su nuevo director, Mateo Feijóo, estrenó su primera temporada. Al margen de las polémica en las que Feijóo se ha visto envuelto, los datos de los primeros cinco meses de programación han encendido las alarmas en los despachos de Cibeles. La recaudación se ha desplomado: de los 722.898 euros que sumó la taquilla entre marzo y julio de 2016 –con los espectáculos programados por Pérez de la Fuente aún en cartel– se ha pasado a los 29.891 euros de este año. Los datos de cada uno de los espectáculos programados, a los que ha accedido LA RAZÓN, no hacen sino redundar en la falta de conexión de las propuestas de Feijóo con el público madrileño. El espectáculo de Ray Lee + Co-Lapso, por ejemplo, logró en marzo una ocupación del 10,91% al congregar en las butacas del Centro Internacional de Artes Vivas a apenas 147 personas. Ese mismo mes, el documental de Susanne Linke congregó a 40 personas mientras que un taller de la misma artista ostenta, hasta el momento, el récord negativo de la taquilla de estas salas, al sumar únicamente cuatro asistentes.

Para el mes de mayo, la propuesta de Feijóo contemplaba cuatro espectáculos de pago. Solo uno, el taller Dance Forms –con entradas a 10 euros– fue bien recibido por la taquilla al lograr un 95,8% de ocupación. El resto, pincharon notablemente: el concierto Chris Garneau congregó a 149 espectadores, un 28,4% de lo previsto; el recital de Khaled registró un 13% de ocupación, mientras que el montaje «Not a moment too soon» tuvo sólo un 21,3% de la taquilla prevista. Respecto a la ocupación media de las naves, el año 2016 se situó en el 29,94% en los montajes de pago, lo que representa una caída del 36% respecto a los datos de 2016. Cabe destacar además que las naves de Matadero, desde su puesta en funcionamiento, han tenido una ocupación media en los montajes de pago por encima del 60%.