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«Rural noir» en Trieste

«Rural noir» en Trieste
«Rural noir» en Triestelarazon

Inevitablemente las novelas negras actuales tratan de las inquietantes conexiones entre la política, las altas finanzas y el crimen internacional. Clichés que, unidos al auge de la provincia contaminada por la gran ciudad, componen el panorama de lo que se ha dado en llamar el «rural noir». Dentro de este subgénero posmoderno resalta en sus cultivadores la pasión comarcal por las descripciones de la montaña, la vida campestre, el mar y las pasiones de la gente adinerada local. «El peor de los enemigos», del autor alemán Veit Heinichen, residente en Trieste y cuya serie del comisario de origen salernitano Proteo Laurenti lleva ya nueve títulos publicados con cierto éxito, es un buen ejemplo.

La singularidad de las novelas del escritor reside en el enclave escogido: la frontera con Croacia, Trieste y el Tirol del Sur. Una zona conflictiva desde los años 50, que ha encontrado acomodo tras unas décadas de lucha independentista y terrorismo contra Italia por unirse al Tirol austriaco, con las subvenciones de la Unión Europea y las cesiones a su autonomía que le permiten vivir los mejor de los dos mundos.

Veit Heinichen es un autor meticuloso y denso. Le gusta la Historia y no escatima lecciones sobre los conflictos de la zona escogida como universo literario, pero más todavía la geografía, hasta el punto de resultar instructiva su guía turístico del Tirol del Sur, la frontera croata, las rutas de los Alpes orientales, los Dolomitas, y hasta las razas de las vacas locales. Porque, además de meticuloso hasta la extenuación, el lector que busca una intriga ágil y un enredo sorprendente que lo transporte no a un atlas sino al universo de la novela negra se encuentra atrapado en la verbosa prosa de Veit Heinichen, que no deja rincón urbano ni espacio rural por explorar. Como si el mundo que retrata con precisión de entomólogo fuera más importante que la trama policíaca que cose el relato y le da sentido. Esa pasión por el detalle, la precisión histórica, el encaje de las piezas del rompecabezas étnico y multicultural del enclave la vida cotidiana y los itinerarios de los ladrones le interesan tanto o más que la descripción de los numerosos secundarios que jalonan el relato policiaco. En verdad, novelas como «El peor de los enemigos» se encuadran en la novela mediterránea de Montalbán y Jaritos, con su puntito de «indignados» y la crisis económica, pero se ha ido separando de ésta hasta abrazar el relato identitario neo- costumbrista.

El sabor de lo recalentado

La novela disuelve la trama policiaca en el guiso montañés del puchero más potente. El golpe al convoy de oro está muy bien narrado y los personajes de la zona, tanto los rurales como los ricos negociantes, tienen el vigor que requiere su idiosincrasia. Todo posee el aire de las novelas y películas del polar francés de los años 50 y 60. El sabor algo rancio de lo recalentado con pericia.

Quizá faltaba el «rural friulano» para completar la novela negra europea, escrita por un alemán con acento italiano y empeñado en ensalzar el terruño conflictivo de la encrucijada Veneto-Friuli-Croacia-Tirol del Sur, por el placer romántico de revivir lo local sin el lastre folclórico. Una pena que la pasión rural, la geografía y la guía turística lastren los casos policiacos de Heiniche, muy bien planteados.

Puntuación: 8